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California reabre y mejora la suerte política de Newsom

Gov. Gavin Newsom juggles numbered balls in front of a lottery sign.
El gobernador Gavin Newsom hace malabares con las bolitas de lotería para los receptores de vacunas, al final de una conferencia de prensa que celebró la reapertura total de California, el martes.
(Jay L. Clendenin / Los Angeles Times)
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Mientras muchos californianos ingresaban en Universal Studios detrás de él, un desenmascarado e inusualmente jovial Gavin Newsom declaró, el martes, que el estado había reabierto y que, finalmente, estaba listo para “pasar la página” después de un año sumamente difícil.

Mientras pone fin a las restricciones del COVID-19, Newsom también hace todo lo posible para cerrar el capítulo acerca de su destitución, meses antes de las elecciones.

Al comienzo de la pandemia, Newsom fue elogiado por su enfoque gubernamental, que priorizó la salud. Pero las políticas confusas, el cierre de escuelas y sus propios errores, como aquella cena en el restaurante French Laundry durante el cierre del estado, frustraron incluso a algunos de sus más acérrimos partidarios y enardecieron a un grupo enojado de votantes, cansados de su uso de emergencia de los poderes ejecutivos.

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Ahora su suerte política está en aumento nuevamente.

Newsom está de vuelta en el candelero, solo que esta vez regala premios en efectivo de $1.5 millones y vacaciones gratis mediante una lotería para los californianos vacunados, en lugar de ofrecer noticias sombrías sobre infecciones y muertes. También salió a decirle a la gente todo lo que puede hacer, en lugar de lo que no puede.

“La idea de destitución prosperó debido a la pandemia, y ahora va a desaparecer debido a la pandemia”, afirmó la consultora política demócrata Rose Kapolczynski, quien fue asesora principal de campaña de la ex senadora Bárbara Boxer. “A fin de cuentas, los votantes saben que el gobernador no es perfecto, pero está cumpliendo con lo que más quieren, que es la reapertura del estado”.

Dadas las bajas tasas de infección por coronavirus y los altos niveles de vacunación de California, es probable que la decisión de Newsom, de rescindir las restricciones, garantice que los bloqueos y los errores políticos que alimentaron el disentimiento se desvanezcan para cuando los votantes acudan a las urnas, exponen los observadores políticos. La recuperación del estado, combinada con el deseo de los californianos de seguir adelante con sus vidas, también le quita fuerza a la iniciativa.

El anuncio de Newsom, en abril, de que planeaba reabrir las actividades en California el 15 de junio fue recibido con reacciones mixtas por parte de algunos, a quienes les preocupaba que estuviera haciendo una apuesta arriesgada en un estado que ya había soportado ciclos de flexibilización y refuerzo de restricciones, y por otros que esperaban que aumentara la vacunación para contener el virus antes de esa fecha.

El Dr. Robert Wachter, profesor y presidente del Departamento de Medicina de la UC San Francisco, consideró que la variante Delta podría generar otro pico de casos en el otoño, pero cree que es poco probable que California experimente el mismo tipo de brotes repentinos que siguieron a las reaperturas previas. “Tomando todo en cuenta, pienso que fue una fecha inteligente y que, en realidad, ha funcionado bastante bien”, destacó.

Wachter y otros expertos en salud otorgan a California y su gobernador altas calificaciones de liderazgo durante la pandemia en comparación con otros estados.

California se encuentra entre el tercio más bajo de los estados del país en cuanto a tasas de mortalidad por COVID-19 per cápita, con números más bajos por cada 100.000 habitantes que Florida y Texas, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

“Creo que lo más importante que sucedió es que parecía que se trataba de estándares bien pensados y con base científica, que tomaban en cuenta la mejor información que teníamos en ese momento”, remarcó Wachter. “Por supuesto, a algunas personas no les gustaba eso, pero él salvó muchas vidas”.

Aunque el cronograma parece estar funcionando a favor de Newsom, eso no significa que no surjan otros problemas imprevistos. “Parece que el gobernador ahora no tiene problemas, pero eso podría cambiar”, anticipó Darry Sragow, un veterano estratega demócrata. “Y podría cambiar muy rápidamente. Él lo sabe”.

La fecha de la revocatoria no se ha fijado, y Sragow advirtió que, si bien los asesores de Newsom quieren presionar para anticipar las elecciones, la finalización del verano podría afectar la participación de los votantes si los padres están preocupados por el retorno de sus hijos a la escuela. Los peligros políticos menos probables -como una respuesta fallida a un desastre natural o cortes de energía generalizados, o alguna otra falla importante en el gobierno- también podrían presentar desafíos.

La aparición de un oponente demócrata popular antes del día de las elecciones también podría sacudir la carrera.

Ningún rival demócrata conocido anunció planes para postularse para gobernador. El partido demócrata del estado y la campaña del gobernador desalentaron la idea de un candidato reemplazante dentro de sus propias filas, por temor a que los votantes estén más inclinados a destituir a Newsom si hay otro demócrata en la boleta electoral.

Si se retira Newsom y no hay un reemplazo popular demócrata, los republicanos podrían tener el camino abierto hacia el puesto más alto en California. “Si las cosas siguen sin contratiempos, el gobernador estará bien”, consideró Robin Swanson, estratega demócrata. “Si hay oponentes o eventos inesperados, entonces podría ser más complicado”.

Para Orrin Heatlie, uno de los principales defensores de la campaña de destitución, sería un error descartar la enconada animosidad que algunos votantes de California todavía tienen hacia Newsom, incluso por el cierre de escuelas públicas y los miles de millones de fondos de los contribuyentes perdidos por los pagos del estado a las reclamaciones de desempleo fraudulentas.

Heatlie cree que Newsom está repartiendo millones en premios para atraer a los votantes y mantener a raya a los demócratas. “Está actuando como un jefe de la mafia que distribuye dinero a sus leales seguidores para tratar de ganárselos o para mantener su fidelidad”, afirmó. Los californianos, añadió, todavía recuerdan la devastación económica que sufrieron debido a los cierres y ahora temen que se imponga la inoculación y que se ordene a las personas llevar “pasaportes de vacunación” para demostrar que han sido vacunadas, algo que el gobernador negó repetidamente.

Mark Baldassare, presidente y director ejecutivo del Public Policy Institute of California (PPIC), se muestra escéptico de que el sólido apoyo a Newsom entre los votantes de California disminuirá antes de las elecciones. La gran mayoría de los californianos ya han tomado una decisión sobre él, opinó.

En la encuesta más reciente del instituto, dada a conocer en mayo, el 55% de los posibles votantes de California aprobaron el trabajo de Newsom como gobernador, en comparación con el 35% que lo desaprobó. Es casi exactamente el mismo nivel donde se encontraba Newsom antes de la pandemia de COVID-19, según una encuesta de PPIC publicada en febrero de 2020.

Solo el 4% de los votantes de California estaban indecisos en su sentir acerca de Newsom en mayo. El sondeo de ese mes también fue una mala noticia para los defensores del intento de destitución: el 40% de los posibles votantes la apoyaba, mientras que el 57% quería mantener en el poder al gobernador. Solo el 3% estaba indeciso.

“La carga de la prueba recae en los partidarios [de la remoción], que deben dar a las personas una razón para hacer cambios”, dijo Baldassare. “Hasta ahora, según nuestras encuestas, no lo han logrado”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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