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En EE.UU, los adultos jóvenes son hoy el grupo con más casos de COVID-19, según los CDC

En EE.UU, los adultos jóvenes son hoy el grupo con más casos de COVID-19
Jóvenes sin mascarilla hacen fila en el exterior de un restaurante en Miami Beach, Florida, en junio pasado. Los veinteañeros son ahora el grupo más grande de estadounidenses diagnosticados con COVID-19, según investigadores de los CDC.
(Chandan Khanna / AFP/Getty Images)
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Cuanto más dura la pandemia de COVID-19, más jóvenes se vuelven sus víctimas.

Un nuevo estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informa que la edad promedio de los individuos con COVID-19 en EE.UU disminuyó durante la primavera y el verano (boreal), y los veinteañeros representan ahora más casos que las personas de cualquier otro grupo etario.

Los hallazgos sugieren que si Estados Unidos quiere controlar su brote de coronavirus, necesitará más cooperación de los adultos jóvenes.

En mayo, la edad promedio de los residentes del país con COVID-19 era de 46 años. Para julio, había bajado a 37 y luego aumentó ligeramente a 38, en agosto.

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En mayo, los veinteañeros constituían el 15.5% de los casos confirmados de COVID-19 en todo el país. En ese momento, seguían a los treintañeros (que representaban el 16.9% del total de casos), así como a aquellos en sus 40 y 50 años (ambos grupos etarios representaban otro 16.4% de los casos).

Pero en junio, los veinteañeros habían llegado al primer puesto, con el 20.2% de todos los casos. Esa cifra subió al 23.2% en julio y luego volvió a descender al 21% en agosto.

La proporción de casos entre los estadounidenses de 30 años también aumentó en junio y julio, pero en agosto, había caído ligeramente por debajo del nivel observado en mayo.

Mientras tanto, la tasa de episodios entre los adultos mayores de 40 años disminuyó de manera constante hasta fines de julio, según el estudio.

La tendencia hacia pacientes de COVID-19 más jóvenes se produjo a medida que aumentaba el número total de casos nuevos. En mayo, se diagnosticó COVID-19 a 604.570 estadounidenses de todas las edades. En julio, la cifra superó el millón, un incremento del 71%.

Los investigadores de los CDC que produjeron el informe se basaron en tres tipos de datos: contaron los casos confirmados de COVID-19 en informes de los departamentos de salud estatales, examinaron datos del Programa Nacional de Vigilancia Sindrómica para identificar a los pacientes que acudieron a las salas de emergencia de hospitales con síntomas de COVID-19, y analizaron los resultados de pruebas de coronavirus procedentes de 37 estados.

La tendencia hacia los pacientes más jóvenes fue evidente en las tres fuentes de datos, indicaron los investigadores.

El incremento de episodios de COVID-19 entre individuos en sus 20 años fue sorprendente. En mayo, 93.741 estadounidenses entre las edades de 20 y 29 fueron diagnosticados con la enfermedad. Esa cifra aumentó a 149.761 en junio; 240.105 en julio y 189.366 en agosto.

Los estadounidenses treintañeros constituyeron el segundo grupo más grande de casos nuevos de COVID-19. Entre los de 30 a 39 años se confirmaron 101.917 casos en mayo, 130.415 en junio; 183.487 en julio y se agregaron 148.500 en agosto.

Con el tiempo, estas infecciones en adultos jóvenes parecieron propagarse a los adultos mayores y más vulnerables en ciertas partes del país, escribieron los investigadores.

En el sudeste de EE.UU, un aumento en la tasa de positividad de la prueba para individuos entre 20 y 30 años fue seguido nueve días después por un alza en el índice de positividad para sujetos de entre 40 y 50 años. Seis días después de eso, las personas de 60 años en adelante también tuvieron una tasa de positividad más alta.

En el sudoeste, el aumento en la tasa de positividad de menores de 60 años fue seguido unos cuatro días después por un incremento del nivel de positividad para los mayores de esa edad. El mismo patrón se observó en los estados del centro-sur, aunque el retraso fue de siete días.

Esta secuencia de eventos ofrece “evidencia preliminar de que los adultos más jóvenes contribuyeron a la transmisión comunitaria de COVID-19 a los adultos mayores”, escribieron los investigadores. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado observaciones similares”, agregaron.

Hay varias explicaciones plausibles de por qué este podría ser el caso, escribió el equipo de los CDC. Los adultos más jóvenes tienen más probabilidades de trabajar en restaurantes, tiendas, guarderías y otros lugares que los ponen en mayor riesgo de exposición al coronavirus. Al mismo tiempo, es posible que sean más arrogantes en las reuniones sociales y más laxos en cuanto a la necesidad de distanciamiento físico.

Sumado a todo lo anterior, el hecho de que los adultos más jóvenes sean más propensos a tener síntomas leves de COVID-19, o incluso infecciones asintomáticas, significa que son más proclives a propagar el virus sin siquiera notar que están enfermos.

La edad promedio de aquellos con resultados positivos en las pruebas de coronavirus comenzó a disminuir antes de que hubiera una baja en la edad media de todas las personas examinadas. Eso esencialmente descarta la posibilidad de que la caída etaria observada en los pacientes pueda deberse a un incremento de pruebas entre los más jóvenes, escribió el equipo de los CDC.

Los hallazgos subrayan la necesidad de que los funcionarios de salud se dirijan a los adultos jóvenes con “mensajes de prevención apropiados para la edad” sobre la importancia de prevenir la propagación del COVID-19, enfatizaron los autores del estudio (¿Paul Rudd estará de acuerdo?).

El estudio fue publicado este miércoles en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los CDC.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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