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Las frutas de San Quintín con sabor agridulce; trabajadores amenazan ampliar boicot

Los trabajadores agrícolas mexicanos, sosteniendo un letrero que dice “Somos trabajadores, no esclavos”, marcharon a San Quintín en marzo para protestar contra los bajos salarios y el maltrato.

Los trabajadores agrícolas mexicanos, sosteniendo un letrero que dice “Somos trabajadores, no esclavos”, marcharon a San Quintín en marzo para protestar contra los bajos salarios y el maltrato.

(Archivo/Los Angeles Times)
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La pisca de fresas, frambuesas y arándanos todavía tiene un sabor agridulce. Los trabajadores que levantan el producto en el valle de San Quintín, en el estado de Baja California, ganan alrededor de 9 dólares diarios y desde hace cinco meses vienen luchando por una mejora salarial.

Junto al aumento de salario piden que les paguen las horas extra, se mejoren los beneficios y las condiciones en que viven los trabajadores, la mayoría de ellos originarios de diferentes estados del interior de la república mexicana.

“No se ha respetado ningún acuerdo”, denunció Fidel Sánchez, vocero de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social, entidad que viene abogando para que en vez de 150 pesos ($8.93) se les pague 200, es decir el equivalente a 11.91 dólares al día.

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La Alianza convocó a un paro laboral el 17 de marzo pasado, después de cinco días los trabajadores agrícolas comenzaron a regresar a los cultivos de forma paulatina; aunque los líderes volvieron a la mesa de negociación, los resultados no son satisfactorios.

No obstante, el boicot que se inició en agosto contra las empresas Berrymex y Driscoll en las ciudades de San Francisco, Oakland y Sacramento, en donde se comercia los productos de San Quintín, podrá extenderse al Sur de California.

“Una cosa es lo que la Alianza comenta y otra la que dicen los trabajadores; según las exigencias de la ley nosotros estamos cumpliendo con todas las prestaciones”, señaló Willy Hedrick, director de operaciones de Berrymex, empresa que en temporada alta contrata hasta 4,500 empleados.

En el último acuerdo entre las partes en conflicto, a principios de junio, se definió que los salarios se fijarían con base a la capacidad de las empresas productoras, es decir que el pago máximo sería de 180 pesos ($10.72), el intermedio de 165 ($9.82) y el más bajo de 150 ($8.93).

El problema, según los líderes comunitarios, es que ese salario no es neto, porque con los descuentos de ley los ingresos son menores.

“Es un retroceso”, manifestó Rogelio Méndez, director estatal del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), organización con base en California que sigue de cerca esta lucha, al abogar por los migrantes oaxaqueños.

En el valle de San Quintín, según el censo de población de 2010, viven alrededor de 92,177 personas, en su mayoría oriundos de estados como Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Chiapas.

De acuerdo a diversos estudios, a inicios de los ’90 se comenzaron a asentar los primeros campamentos en esta región, los que luego dieron lugar a la creación de colonias, pero sin las condiciones adecuadas, careciendo de drenaje y pavimentación en las calles.

“Los asentamientos se han acumulado, pero no ha habido un incremento de salario proporcional a la inflación”, puntualizó Laura Velasco, investigadora y autora del libro “De Jornaleros a Colonos: Residencia, Trabajo e Identidad en el Valle de San Quintín” (2014).

En esta región operan alrededor de 130 empresas, cuyos productos son llevados al mercado estadounidense, por esa razón la Alianza y el FIOB van a definir la extensión del boicot, medida en la que cuentan con el apoyo del poderoso sindicato AFL-CIO.

“Los trabajadores reciben salarios de hambre, no pueden sobrevivir”, señaló Gaspar Rivera, director del Centro Laboral de UCLA. “Les están dando tiempo a las partes, pero si no se resuelven las demandas se van a escalar las acciones”.

Desde que inició el conflicto laboral, al menos 3 mil trabajadores han sido despedidos por participar en las protestas, algo que según los empleadores es un “descanso temporal”.

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