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La clase sobre islamismo de Cal State San Bernardino se enfrenta con las preguntas de los estudiantes sobre los tiroteos

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El profesor Dany Doueiri parado al frente de su grupo en el salón de lectura, vestido con pantalón de mezclilla y una camisa polo color roja que sobresale de su suéter de color oscuro.

“Ustedes están viviendo un momento histórico”, le dijo Doueiri a sus alumnos de la clase el Mundo del Islam. “Esta noche es su noche, ustedes van a hablar”.

Cerca de 200 estudiantes de Cal State San Bernardino lo miraban, algunos dando sorbos a sus botes de Red Bull o a sus vasos rojos de Starbucks para estimular la última lectura del cuatrimestre.

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La lectura del lunes por la noche fue una variación del plan – no es algo inusual. Doueiri cambia el programa de clases casi cada semana, a menudo por los acontecimientos mundiales, como los recientes ataques en París o el Líbano.

El pasado miércoles, el asesinato de 14 personas cerca de casa, en el Centro Regional en San Bernardino, trajo un cambio aún más dramático en la lectura de Doueiri.

Al menos cuatro estudiantes o sus padres llamaron a Doueiri antes de la clase de la tarde del lunes, diciendo que no iban a asistir porque tenían miedo a las represalias en contra de la escuela.

Ocho años antes, un estudiante de Cal State San Bernardino llamado Syed Rizwan Farook estaba inscrito en la clase del Mundo del Islam. Doueiri tuvo que investigar para descubrir este hecho: No está seguro de haberle dado clases a Farook, y si lo hizo, no se acuerda de él.

Ahora la identidad de Farook y la de su esposa, Tashfeen Malik, está grabada a fuego en la historia reciente como el arquitecto de la peor masacre en Estados Unidos desde la masacre en la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newtown, Connecticut. Las autoridades federales han dicho que están investigando el ataque como un acto terrorista.


Por tal motivo, Doueiri estaba en clase a última hora del lunes ofreciendo algo más que la típica conferencia de clase.
“En este momento, algunos de ustedes tal vez estén traumatizados”, dijo Doueiri a la clase. “Sólo tenemos que ser cuidadosos en cómo expresamos nuestro dolor”.

Doueiri generalmente se centra en la enseñanza de una comprensión histórica del Islam y la cultura islámica, incluyendo conceptos erróneos acerca de los musulmanes que se esparcieron después de este tipo de ataques.
Pero no esperaba tener que enseñar a los estudiantes acerca de una masacre que se produjo a pocas millas de su escuela - perpetrada por un hombre que había tomado la clase en 2007.

Debido a que la clase del Mundo del Islam cumple un requisito de educación general, aproximadamente una sexta parte de los estudiantes la toman, dijo Doueiri. Él imparte la mayoría de las clases.
Cal State San Bernardino está a 9 millas de distancia del lugar de la masacre. Nadie resultó lastimado en el campus el miércoles, pero la universidad está inexorablemente ligada a los disparos.

Miles de estudiantes viajan de todo el condado y muchos alumnos trabajan en esa zona. Farook se graduó de la escuela con una licenciatura en ciencias de la salud ambiental en el 2010. Cinco de las personas que él y su esposa asesinaron fueron alumnos de la universidad.
Yvette Velasco y Shannon Johnson - dos de las personas que fallecieron la semana pasada durante una fiesta - caminaron por los mismos pasillos que Farook.
“Hay tantas intersecciones”, dijo el presidente de Cal State San Bernardino, Tomás Moráles. “Somos de San Bernardino”.

Doueiri, director del programa de lengua árabe de la universidad, desarrolló la clase en 2003 en respuesta a las llamadas de los miembros del campus y de la comunidad que querían entender el Islam después de los ataques del 9/11.
Muchos lo llaman “profesor Dany”. Tiene una relación estrecha con los estudiantes, bromea con ellos, recordándoles que los musulmanes como grupo no son violentos o de ideologías basadas en el odio. La noche del lunes, abrió una sesión para preguntas.

En la segunda fila un estudiante levantó la mano y preguntó a Doueiri por qué canceló el viaje de campo a un centro islámico local.
“Por razones de seguridad”, respondió Doueiri. No quería poner a sus estudiantes en peligro.
Mostró a la clase un video de líderes musulmanes criticando los ataques el día que estos ocurrieron - una señal de que la comunidad musulmana se pronunció rápidamente contra los asesinos. También fue un recordatorio de que los atacantes no representan a la mayoría de los musulmanes.

Uno de los estudiantes al fondo de la sala levantó la mano y le pidió un verso que demostrara que el Islam no aprueba la violencia.

Doueiri dijo el verso y lo repitió más tarde, cuando habló a cientos más en una vigilia en el plantel - “El que mata un alma mata a toda la humanidad,” parafraseó Doueiri.
Algunas de las preguntas fueron más complicadas.
Un estudiante preguntó si es posible que la gente pueda ver un comportamiento sospechoso y no reportarlo porque tenga miedo de ser percibido como prejuiciado.

“Sabes una cosa? Repórtalo,” dijo Doueiri, se escucharon risas en la sala. “Con eso no harás daño, harás un favor”.
Luego tomó un tono serio mientras las risas se apagaban. Farook “simplemente atacó a mi religión”, dijo Doueiri . “Estas personas hacen nuestra vida mucho más difícil “.
Otra estudiante preguntó: ¿Cuál es la diferencia entre informar comportamientos sospechosos y catalogar racialmente a los musulmanes, preguntó ella.

“Mira, hay una línea muy fina”, dijo Doueiri, añadió que el riesgo de que alguien pueda ser atacado por un terrorista musulman es mucho mayor que el riesgo real de ser atacado por uno de ellos en Estados Unidos.
No obstante, él no respondió la pregunta, en realidad.
En una entrevista después de la clase, Doueiri dijo que lo que debería haber dicho es lo siguiente: “El comportamiento sospechoso es una conducta que debe alertarlos, independientemente de la raza o el credo de una persona”.
Un musulmán orando como normalmente lo hacen, no debe constituir un comportamiento sospechoso, dijo Doueiri.
La clase debía salir de la sala de conferencias a las 6:30 p.m. para caminar a una vigilia en el plantel, pero a las 6:45 p.m., Doueiri seguía hablando. Finalmente recibió una llamada alrededor de las 6:50, pidiéndole que llegara a la vigilia a tiempo para dar su discurso en nombre de la comunidad musulmana local.
La clase aun tenía sus preparativos para el paseo al centro islámico - había café arábigo, bandejas de pan y postres de Medio Oriente. En lugar de llevarlo al centro islámico, lo llevaron al lugar de la vigilia.

Encuentre a Sonali Kohli en @Sonali_Kohli o por correo electronico en Sonali.Kohli@latimes.com.

Traducción: Diana Cervantes

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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