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La Guadalupana le salva la vida a creyente pentecostés; miles de devotos también dan las gracias

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A los 43 años de edad, una enfermedad atacó a Vivian Medina a tal grado de dejarla casi ciega y sin poder caminar o alimentarse asimisma. Sin embargo, a pesar de no ser católica, la señora afirma que la Virgen de Guadalupe le salvó la vida.

Estas son algunas de las historias milagrosas que se escuchar de parte de millones de feligreses en vísperas de la celebración a la Guadalupana este 12 de diciembre, fecha en la que los devotos aseguran se le apareció varias veces al indio Juan Diego, en la ciudad de México en 1531 para finalmente realizar el milagro de las rosas.

Aquí en la región angelina, ya empezaron desde noviembre las peregrinaciones, los danzantes que la honran con sus bailes típicos, los fieles que van a sus iglesias con ofrendas florales y los que llegan con imágenes de la virgen y escapularios para su bendición. Y todos ellos esperan ansiosos la misa y cantarle sus mañanitas.

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“Es una celebración de fe”, dice Medina, ahora de 70 años de edad.

Medina pide ayuda

Para la madre soltera de cuatro hijos menores de 12 años de edad, saber que tenía esclerosis múltiple fue impactante.

“Ya tenía 16 años sufriendo con los síntomas de la enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal. Pero saberlo me causó mucha preocupación y tristeza”, dice Medina.

“La enfermedad llegó a tal grado de imposibilitarme y tenía que dejar de trabajar. Corrí a mi padre en busca de apoyo, pero este me rechazó. Me dijo que tenía que practicar de lleno mi religión pentecostés o que de otra forma me fuera”, platica la señora frente un altar a la virgen que tiene en sus trabajo.

Con casi 100 años de religión pentecostés en su familia, Medina entró a una iglesia en Los Ángeles para llorar sus penas.

“Me gustaba la paz que se sentía, veía a los santos como figuras bonitas y además quería hacer enojar a mi padre porque siempre había dicho que de convertirme a otra religión, me iría al infierno”, dice la señora.

En una de esas visitas, Medina vio un hombre hincado enfrente de una imagen. Ella no alcanzaba a ver cuál era esa imagen en la que este se refugiaba. Cuando el señor se levantó y se fue, la señora se hincó y por primera vez vio a la virgen.

En sus pies había una placa que leía: “¿Por qué tienes miedo, acaso no estoy aquí que soy tu madre?”.

El apoyo que Medina había pedido de su padre, finalmente lo había encontrado en esas palabras.
“Me solté a llorar y desde entonces supe que la iglesia católica era mi lugar”.

Y enseguida, afirma Medina, empezó a ocurrir el milagro.

La historia católica

Hacia el año de 1531, en los primeros días de diciembre, el indio Juan Diego caminaba por un cerro cuando la Virgen se le apareció. La bella mujer se presentó ante el indio y le pide que sea su mensajero. Que acuda al obispo Fray Juan de Zumárraga para expresarle su deseo de construir un templo en el cerro del Tepeyac”, dice el doctor Humberto Ramos, director de vida parroquial de la Iglesia de San Marcelino en la ciudad de Commerce.

Con la fe que lo caracterizaba, Juan Diego visitó al obispo y le contó lo sucedido, pero el obispo no le creyó. No obstante, al día siguiente después de hacerle varias preguntas a Juan

Diego, este le pidió una señal de la virgen para poder creerle.
Juan Diego regresa a la Virgen y le expresa la incredulidad del obispo. La virgen entonces manda a que el próxima día regrese por la señal, pero ese día Juan Diego se queda todo el día con su tío Juan Bernardino, quien estaba a punto de morir.

Juan Diego sale a buscar al siguiente día a un sacerdote para que visite a su tío en el lecho de la muerte. Aun cuando este toma otro camino, la Virgen se le aparece una vez mas y le pide que corte unas rosas aun cuando no es época.

El indio obedece y las guarda en su manto, las lleva ante el Obispo y al extender el manto, aparece la imagen de la Virgen María impresa en su tilma. Al regresar Juan Diego a su casa, su tío se ha curado.

Con este mensaje, “la Virgen se acerca a todo el que invoca a su nombre y les recuerda que ella está presente para amarlos. Les recuerda encima de todo, que es necesario el acercamiento con Dios”, dice Ramos.

Se realiza el milagro

Medina tardó varias años en hacerse devota completamente, pero su fe poco a poco fue creciendo y con ello su enfermedad fue minimizándose hasta entrar en remisión.

Hace 12 años, la señora hizo su confirmación y su primera comunión.

“La Virgen me dio paz, amor y compasión para otros. Mi madre se hizo católica y dos hermanos míos me siguieron los pasos”, dice Medina. “Sin el amor de Virgen yo no estuviera viva hoy en día”, agrega.

Las celebraciones

“Este año el lema de la procesión para el 6 de diciembre fue ‘Madre de misericordia’… que hace eco del mensaje de Papa Francisco, que indica que es un año de Dios misericordiosos”, indica Ramos, quien también se encuentra en la mesa directiva que organiza las celebraciones.

“Lo cierto es que muchos aseguran que la Virgen es la cara materna de Dios. Sus mensajes no condenan, no juzgan solo piden paz”, sostuvo Ramos.

En honor a la Virgen, la Arquidiócesis de Los Ángeles celebro varios eventos desde noviembre y siguen hasta el 12 de diciembre. Asi que para el 11 a las 9 p.m. se realiza la celebración anual en la catedral con una misa y un rosario. Para las 11 p.m. hay un mariachi y las mañanitas a la media noche.

“Tenemos una madre que nos ama y esta fiesta no me la voy a perder”, dice Medina.

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