Anuncio

Joyas entre el asfalto: Jardines comunitarios se convierten en piezas valiosas para la comunidad

Share via

Entre los edificios, proyectos de desarrollo y autopistas congestionadas que caracterizan al Condado de Los Ángeles, también se encuentran alrededor de 125 jardines comunitarios, que mas que proporcionarle comida orgánica a la comunidad, les brindan un alimento para el alma y un sentido de propósito.

Sin estos espacios verdes, miles de participantes adultos no tendrían sus propios “lugares de juego y distracción”, ya que alrededor de la mitad de residentes del condado rentan apartamentos donde apenas cabe la familia.

Esto es lo que asegura Hermenegildo Ortega, un anciano de 72 años de edad retirado y cuya vida se centra en regar su huerto todas las mañanas.

Anuncio

Con dolor de espalda y a paso lento, Ortega se levanta a las 7 de la mañana para visitar Proyecto Jardín, a unas cuantas cuadras de su hogar en Boyle Heights.

“En este jardín comunitario yo me siento renacer”, dice Ortega entre bromas, pero sin dejar de regar unas lechugas. “He descubierto la joya que me hace sentir más saludable, con ganas de salir a la calle y de hacer amistades”, agrega.

Ortega asegura que durante mucho tiempo el dolor de su espalda le impedía salir de su apartamento, lo que le ocasionaba depresión. No obstante “el olor a tierra mojada, el sonido de los pájaros que visitan el jardín, la calma que se respira y el ambiente de paz, son medicinales”.

“Yo nací en el estado de Michoacán y desde niño aprendí a sembrar. Aquí en Estados Unidos trabajé en el campo durante mucho tiempo y fue un oficio que me gustó mucho. Tiempo después tuve otros trabajos, pero siempre me quedé añorando vivir en el campo”, dice el inmigrante.

Cuando se le pregunta a Ortega que haría si el jardín no existiera, este fija su mirada a los edificios de la ciudad y sostiene; “tal vez estaría en la cama, viendo televisión, adolorido, sin amistades y sin comida fresca en la mesa”.

Un poco más al norte, en la ciudad de Hollywood, se encuentra otra joya casi enterrado por la autopista 101.

Nery Reyes, de nacionalidad guatemalteca, es uno de los fundadores de Rosewood Community Gardens en 1999.

“Cuando vine a este país yo no sabía nada del campo, lo que sabía era que en mi vecindario había un lote baldío abandonado que no le estaba haciendo provecho al vecindario”, sostiene Reyes.

“Decidimos unos vecinos y yo juntar firmas y pedirle a los políticos convertir el lote en espacio verde. Años después tenemos alrededor de 25 huertos que le proporcionan comida a los participantes un lugar de recreación”, agrega.

Este jardín fue ciertamente un lugar de recreación y terapia para Reyes, quien admite haber sido alcohólico antes de hacerse cargo del lugar.

Estos jardines son espacios dedicados para los cultivos de vegetales u hortalizas en lotes generalmente baldíos dentro de zonas urbanas y administrados por miembros de esa vecindad.

“Me gustaba tomar con los amigos, pero sabía que no estaba bien. A eso de los 37 años de edad, me quedé a cargo del espacio verde y eso me ayudó mucho a alejarme de esa vida, pues hasta tomé clases y me convertí en maestro de jardinería urbana”, asegura.

Para estar a cargo de un espacio verde, “debes invertir mucho tiempo, estar al pendiente del equipo que entra y sale, estar al pendiente de las personas que llegan a pedir un espacio y saber sobre jardines”, agrega Reyes.

“Estos espacios no solamente me han beneficiado a mí o los participantes, también han beneficiado a los vecinos que pasan por el lugar apreciando un lugar verde y lleno de vida en una comunidad muy transitada”, dice Reyes.

El futuro de los jardines

La agricultura urbana es sin duda una tendencia emergente en todo el país, dice David De La Torre, encargado de Jardín de Rio, en Elysian Valley.

Esta moda le hace frente a los problemas de la comunidad; ya sea con los terrenos baldíos, la falta de tiendas con alimentos saludables y orgánicos o el problema de la obesidad.
Sin embargo, se encuentra también el aspecto psicológico, pues los jardines son más que espacios verdes para los vecindarios de bajos recursos, estos “lugares son joyas valiosas, son mágicos”.

“Aquí no existen las razas, los géneros, las creencias o inclusive la edad”, dice De La Torre, encargado de Jardín de Rio, en Elysian Valley.

“Aquí vez a las personas de edad avanzada conviviendo con los niños. Vez a las personas de diferentes etnias convertirse en amistades. Vez a la gente en armonía con un tema que les apasiona, la jardinería”, dice De La Torre.

Para obtener un huerto en esta localidad, la espera es de años, sostiene De La Torre, “ya que el que llega le es fiel a su pedacito de tierra en un condado donde la mayoría renta [vivienda] y no tiene el lujo de un patio”.

¿Pero con tanto proyecto de construcción, a dónde se dirigen los jardines? De La Torre responde: “estamos peleando por expandirnos, pues hay muchos más jardines que hace 10 años a nivel local”.

El horizonte luce verde

De La Torre tiene razón. La agricultura urbana en Estados Unidos se encuentra en sus niveles más altos en más de una década, según el último informe de la Asociación Nacional de Jardinería en el 2014.

El informe revela que los jardines comunitarios públicos se triplicaron de un millón en el 2008 a 3 millones en el 2013.

No obstante la jardinería también aumentó en los hogares con 37 millones produciendo sus propios alimentos en el 2008 a 42 millones en el 2013.

Esto representa un total del 17 por ciento de incremento en la última década, según el reporte.

Este hallazgo también muestra que la gente joven, en particular los milenios entre los 18 y 34 años de edad, son una población interesada en la agricultura urbana.

Según el reporte, en el 2008 habían 8 millones de jardines utilizados por milenios jardineros. No obstante para el 2013, la cifra incrementó a 13 millones, o sea un 63 por ciento.

Entre los grupos participantes, el incremento también se dio entre familias con niños con un incremento de 12 millones a 15 millones, o sea un 25 por ciento.

El reporte también incluye otras estadísticas importantes:

¿ Uno de cada 3 hogares están sembrando sus propios alimentos - los más altos niveles generales de participación y de gasto en una década.

¿ Los hogares con ingresos menores de 35 mil dólares que participaron en la jardinería de alimentos, crecieron a 11 millones, un aumento del 38 por ciento a partir de 2008.

¿ Los estadounidenses gastaron 3.5 millones de dólares en la jardinería de alimentos en el 2013, un aumento de 2.5 mil millones en el 2008.

Anuncio