Los medicamentos opioides en la mira; la sobredosis de calmantes causó 165 mil muertes

Un promedio de 28 muertes diarias ocurrieron entre 1999 y 2014 por sobredosis de medicamentos opioides (Analgésico muy efectivo que produce sueño y puede provocar dependencia y tolerancia); es decir que en ese período fallecieron 165 mil personas que recibieron un calmante recetado por un médico, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Los CDC buscan revertir estas fatalidades, por esa razón emitieron una guía que incluye 12 recomendaciones para que médicos prescriban dosis más bajas, asimismo que evalúen los beneficios y los daños a los pacientes dentro de 1 a 4 semanas de iniciar la terapia con opioides.

Entre las directrecis, se contempla que en primera opción se consideren otras alternativas, como ejercicio y fisioterapia, de modo que los médicos echen mano de los analgésicos “sólo si se prevén beneficios esperados para el dolor y la función de ser mayores que los riesgos para el paciente”.

En el 2012 se recetaron en todo el país 259 millones de calmantes derivados del opio, medicamentos que a largo plazo también causan adicción.

Bryn Wesch, jefe de finanzas de Novus Medical Detox Center, celebra las regulaciones de las autoridades federales; sin embargo, afirma que no son suficientes, al revelar que el 91% de los pacientes que sobrevivió a una sobredosis obtiene otra prescripción en menos de un año.

“Claramente, hay fallas en el sistema, si un paciente que tomó una sobredosis de opiáceos se le sigue recetado analgésicos”, aseguró Wesch, enfatizando que se necesitan “regulaciones más fuertes y su aplicación son esenciales para garantizar la seguridad del paciente y el tratamiento adecuado”.

En contraparte, Bob Twillman, director ejecutivo de la American Academy of Pain Management, se pronunció sobre el impacto de las recomendaciones de la CDC, al señalar que se tiene que anteponer la condición de los pacientes que utilizan los medicamentos para reducir el dolor.

El experto cuestiona que las autoridades hayan sugerido tener precaución cuando las dosis de opioides supere los 50 miligramos por día, equivalente a una dosis de morfina; asimismo, critica que se deba recetar raramente más de 90 miligramos por día.

Twillman agrega que las medidas establecidas pueden interpretarse como dosis máximas, de igual manera les causa preocupación porque “puedan evitar que algunas personas con dolor de recibir dosis adecuadas de opioides cuando estas dosis pueden ser beneficiosas”.

Al final, la aplicación de las regulaciones pasarán por el campo político debido a las grandes campañas que impulsa la industria farmaceútica, indicó Mario Matute, terapeuta y miembro de la junta de directores del Hospital Pacifica of the Valley, ubicado en el Condado de Los Ángeles.

A juicio de Matute, en las muertes por sobredosis tiene que ver la falta de control de la CDC; asimismo, agrega que cuando un paciente ve al siquiatra desde el principio le prescribe medicamentos sicotrópicos, “te introduce a los narcóticos que son adictivos”.

“Si empiezan a poner algunas restricciones va a tomar tiempo para ver que sucede, porque la industria farmaceútica al ver las regulaciones van a invertir en el cabildeo, ya que es una industria multimillonaria”, concluyó el terapeuta.