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En busca de un gobierno “responsable” piden agregar supervisores a la junta del condado de L.A.

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Activistas piden agregar nuevos asientos a la junta de supervisores del condado de Los Ángeles al mismo tiempo que un senador latino presenta una enmienda para llevar a cabo la acción.

Actualmente, cada uno de los cinco supervisores representa a más de 2 millones de habitantes, lo que para varias personas restringe a estos políticos a ponerle atención a las necesidades de sus residentes.

Con esta preocupación en mente, el senador Tony Mendoza (D-Artesia) y el senador Scott Wilk (R- Santa Clarita) han sometido una enmienda que incrementa el número de cinco supervisores a siete. De aprobarse la modificación, cada político estaría cuidando los intereses de al menos 1.4 millones de residentes.

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Mendoza sostiene que el sistema de gobierno tiene en pie un poco más de 150 años, una política que es obsoleta.

“Los condados con millones de residentes merecen un gobierno que sea receptivo, transparente y responsable. Aumentando la representación y creando un puesto de dirección profesional, abordaremos múltiples asuntos y mejoraremos activamente el gobierno local para todos los californianos”, dice el senador en su declaración.

En apoyo a la enmienda se encuentra el senador Bob Hertzberg (D-Van Nuys).

“Si fuera un estado, el condado de Los Ángeles sería el octavo estado más grande de la nación, el equivalente de Carolina del Norte”, señala Hertzberg a la vez que enfatiza que no le podría pedirle a Carolina del Norte que renuncie a su gobernador para ser dirigida por una junta de cinco miembros.

Perla Arguello, activista comunitaria señala que es hora del cambio.

“Ya en años pasados, se peleó para que el Este de Los Ángeles se convirtiera en su propia ciudad porque hay mucha gente y la comunidad está cansada de no ser escuchada”, dice Arguello. “Si esto no sucedió, creo que es justo que cada supervisor responda por una cifra de habitantes menor sin excusas”, agrega la señora.

Vicente Mórales, activista de Mejores Comunidades en el este de Los Ángeles, añade que la ecuación es la misma que la de un salón de clases.

“Entre menos estudiantes tiene el maestro, mejor oportunidad de atenderlos a todos de forma individual. No solo queremos el cambio, también lo necesitamos”, dice Mórales.

Sin embargo, algunos supervisores del condado ya han mostrado desacuerdo, entre ellos la supervisora Sheila Kuehl y la supervisora kathryn Barger.

“Por qué tendríamos que pedirle a los electores de California de otros 57 condados votar por el gobierno de Los Ángeles”, dice Kuehl a los habitantes preguntando también si los que están en el norte de California desean en realidad votar sobre la enmienda “a cientos de millas al sur”.

“Desde 1962, los electores del condado de Los Ángeles han tenido cuatro oportunidades para expandir el número de supervisores y ellos mismos han rechazado la propuesta”, agrega Kuehl.

Al otro lado de la moneda, la supervisora Hilda Solis indica que “el condado de Los Ángeles se opone a cualquier propuesta legislativa que modifique el tamaño actual de la Junta de Supervisores. Sin embargo, también debemos reconocer que el condado incluye 88 ciudades y áreas no incorporadas con un número alto de comunidades diversas”.

“Como la única latina en la junta, creo que la representación justa es crítica para asegurar el servicio de la más alta calidad y para entender completamente las necesidades de nuestras diversas ciudades y áreas no incorporadas. Esta llamada a la igualdad de representación para nuestras comunidades es más urgente que nunca”, añade Solis.

Por su parte, el supervisor Mark Ridley Thomas aún se encuentra evaluando la propuesta del estado, indica uno de sus voceros.

Si este proyecto avanza como una medida en la votación estatal, la decisión estará sobre los votantes del estado en 12 meses.

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