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Se quejan de costoso y mal servicio: ‘Programa de reciclaje de LA resultó una basura’

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Decenas de activistas le exigen al concilio de Los Ángeles que tome acción en el programa de basura RecycLA, que ellos mismos han estado prometiendo desde hace meses que los residentes se empezaron a quejar.

Miembros de la Coalition Do not Waste LA, organizaciones ambientales, laborales y religiosos anunciaron una alianza para pedirle a la ciudad que se resuelva el problema.

Los organizadores comunitarios argumentado que las tarifas para recoger la basura se ha redoblado o triplicado para algunos residentes, mientras que los camiones de carga siguen llegando tarde para recoger el desperdicio.

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“Realmente pido el liderazgo de la ciudad que respalde este programa con todo y sus retos que actualmente tiene, y poder garantizarle a los residentes mejores servicios y una comunidad más limpia”, dijo Rusty Hicks, secretario tesorero ejecutivo de la Federación del Trabajo (AFL-CIO).

El programa ha estado plagado de problemas desde que comenzó hace más de un año, con clientes que informan costos exorbitantes y mal servicio.

El sistema de acarreo de residuos fue aprobado por el Concejo Municipal a fines del 2016, y entró en funcionamiento el 1 de julio de 2017, con el objetivo de expandir oportunidades de reciclaje para miles de empresas y edificios de apartamentos.

Asimismo, la ciudad les pidió a los proveedores cambiar sus camiones viejos por transporte nuevo, para evitar la emisión de contaminantes.

El programa tiene siete compañías que manejan un estimado de $3.5 mil millones en acarreo de residuos comerciales en Los Ángeles bajo RecycLA.

Cada compañía es asignada como el único transportador de basura para sitios comerciales y complejos multifamiliares en más de 11 zonas de la ciudad.

Los problemas en el sistema RecycLA comenzaron poco después de que se activara, aseguran los activistas.

A pesar de que la ciudad sabe de los problemas, señalan que aún no han hecho nada para mejorar el servicio.

“No estamos pidiendo que quiten el programa porque la idea fue buena. Estamos pidiendo simplemente que los recolectores hagan su trabajo y que cobre lo que es justo”, dijo Ceci Cortez, residente y activista.

“En pocas palabras el programa de reciclaje resultó una basura, pero los residentes no tenemos que pagar por la mala organización del servicio de recolección. Así cómo espera la ciudad que la comunidad participe”, agregó.

Tras las quejas, el Departamento de Obras Públicas se defendió al mostrar estadísticas, en las que sostienen hay una disminución de hasta el 68 por ciento en las quejas, sobre el servicio de recolección de enero 2018 a febrero del 2018.

En una conferencia de prensa el mes pasado, el concejal Mitch O’Farrell dijo que no creía que los contratos debían cancelarse o que la ciudad no necesitaba acciones legales aún, pero sugirió que pronto podría ser una opción.

“Estoy muy abierto a tener todo sobre la mesa para ver este contrato”, dijo O’Farrell, agregando estar estupefacto del desastre que se ha desarrollado, ya que aseguró que las compañías le garantizaron un trabajo exitoso.

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