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Uno de los políticos más poderosos de Los Ángeles busca a su hijo desamparado, cámara a cuestas

Herb Wesson, que se postula para supervisor del condado de Los Ángeles, tiene un nuevo anuncio de campaña en el que se le ve buscando en Skid Row a su hijo desamparado, Doug.

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Es un video de campaña con el sentimiento de una película de Hallmark Channel. Un padre preocupado camina por las calles de Skid Row, cargando una foto de su hijo e interrogando a extraños para preguntarles si lo han visto.

Se ve la tensión en la cara del hombre, y la alegría cuando salta a la calle llena de tiendas de campaña, para reunirse con su hijo desamparado.

Este tipo de escenario se desarrolla en privado para innumerables familias locales, en un condado donde casi 60.000 personas no tienen hogar y la mayoría de ellas termina viviendo a la intemperie.

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Pero este padre preocupado es uno de los políticos más poderosos de Los Ángeles: el presidente del Concejo Municipal, Herb Wesson, y ex presidente de la Asamblea de California. El hijo a quien busca es Doug, de 50 años.

Wesson, el candidato, espera que el video de campaña cuidadosamente elaborado lo impulse a un puesto vacante en la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles, en marzo próximo. Ya es conocido como un político consumado. El anuncio, de 90 segundos de duración, lo muestra como un padre resuelto, tratando incansablemente de recuperar a un hijo con problemas.

El video, narrado por su esposa, tiene como objetivo hacerle saber a la opinión pública que él está íntimamente familiarizado con una situación que afecta a muchas familias en el Segundo Distrito de Supervisión en el sur de Los Ángeles, que él se postula para representar. También que comprende los problemas y el dolor de los hijos rebeldes, las enfermedades mentales, la adicción y la angustia.

Es un movimiento inteligente en un ciclo electoral en el que la falta de vivienda es el problema más fuerte y apremiante del condado. Su experiencia significa que tiene participación directa en el tema.

Pero mi cinismo está un poco molesto por la idea de organizar una búsqueda en Skid Row con cámaras a cuestas. ¿Cuándo ser transparentes sobre las experiencias de vida personales se convierte en tratar de manipular a los votantes?

Los problemas de Doug comenzaron cuando tenía poco más de 20 años, con un diagnóstico de trastorno bipolar y depresión intratable. Así comenzó a “automedicarse”, comentó Wesson. Breves periodos de estabilidad eran seguidos por largas desapariciones.

Wesson pasó mucho tiempo buscando en Skid Row a lo largo de los años. “Cuando iba allí al principio, tenía miedo”, aseguró. “Pero ya no”. Se familiarizó con los residentes del lugar, quienes tal vez no le decían dónde se hospedaba su hijo, pero se encargaban de reunirlos.

“Tuve una tasa de éxito del 35% en hallarlo”, continuó Wesson, de 68 años. “Es difícil de describir, pero hay una comunidad allí y se cuidan entre ellos”.

Durante décadas, sólo compartió los problemas de su hijo con un pequeño grupo de amigos y familiares. “En un momento, quería actuar como si nada sucediera, como si él no existiera”, admitió. Pero a medida que la crisis de los desamparados creció en Los Ángeles, pasaba más tiempo hablando con los residentes que habían perdido a sus seres queridos en las calles.

“Escuchas sus historias y quieres compartir, quieres relacionarte”, expuso. “Pero no puedes hacerlo si guardas un secreto”.

Hace unos años, el tratamiento médico y el apoyo familiar de Doug finalmente parecieron entrar en acción. “Le iba bien”, contó Wesson. “Tenía un pequeño departamento con un compañero de cuarto. Tenía novia, fuimos a bodas, a eventos familiares, a una fiesta de cumpleaños para mi esposa. Pensé que todo había cambiado; que lo peor había quedado atrás”.

Eso llevó a Wesson a pensar en compartir la historia de su familia. Su hijo había estado sobrio y estable durante casi dos años. Pero después Doug recayó y desapareció en las calles. “No lo volvimos a ver en siete semanas”, comentó su padre. Y los recorridos volvieron al calendario nuevamente.

“Cuando esto le sucede a la familia”, dijo, “pasas por una montaña rusa de emociones. Primero estás enojado. ‘¿Cómo pudiste hacernos esto? Piensas: ¡Entrené a tu equipo de fútbol! ¡Tu madre hizo la prueba PTA!’”. “Luego viene: ‘Dios mío, ¿cómo estará sobreviviendo? ¿Habrá comido? ¿Se estará congelando allí afuera?’. Entonces razonas: ‘¿Qué más podría haber hecho? ¿Debería haber exigido más disciplina?’”.

“Y a pesar de todo, él está avergonzado, nosotros estamos avergonzados”, reflexionó Wesson. “Nadie piensa, cuando cría a un niño, que van a terminar en Skid Row”.

Wesson es candidato para el puesto de la Junta de Supervisores que Mark Ridley-Thomas ha ocupado durante más de una década. Este último ahora se postula para asumir el cargo del Distrito 10º en el Concejo Municipal que Wesson tuvo durante 14 años.

El presidente del Consejo de la Ciudad de Los Ángeles, Herb Wesson.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)

La carrera de la Junta de Supervisores se vio marcada en las últimas semanas por el escrutinio sobre las cláusulas de suspensión de renta proporcionadas a otro hijo de Wesson en un edificio de apartamentos vinculado a un desarrollador con un proyecto importante en su distrito del concejo. Él negó cualquier mal proceder.

Mientras miraba el anuncio de Wesson, me preguntaba si los votantes verían algo más en él que a un padre bueno y amoroso, porque las escenas de miseria y desorden también resaltan lo que muchos consideran un talón de Aquiles del presidente del concejo: el fracaso para abordar la crisis de la falta de vivienda con la urgencia que merece.

Es una falla que se refleja en todos los niveles de gobierno, y nuestros líderes tienen que responder por ella.

Le pregunté a Wesson: ¿De quién es la responsabilidad de asegurarse de que las personas como Doug estén a salvo, protegidas y que reciban la ayuda que necesitan mientras luchan contra sus propios demonios?

“Creo que todos tenemos que asumir la responsabilidad”, dijo. “Me haré cargo y diré que tomaré mi parte de la responsabilidad”.

Él considera su video de campaña como parte de ese proceso. “Mientras más personas sepan cómo es realmente, más se comprometerán a resolverlo realmente”, consideró.

Lo que ha experimentado a través de las luchas de su hijo lo preparó para comprender el problema de la falta de vivienda de una manera que desconocía antes, expuso. Estas son las lecciones que aprendió:

1. Los familiares deben dejar de esconderse. La adicción es una enfermedad continua, algo con lo que tiene que lidiar todos los días. La vergüenza dificulta la curación.

2. Hay que estar listo cuando un adicto está dispuesto a aceptar ayuda. Y no hay suficientes programas de tratamiento de adicciones o salud mental para satisfacer la necesidad.

3. Los servicios para desamparados son irregulares y el proceso para conectar a las personas con ellos es difícil de manejar. Si el presidente del Ayuntamiento no puede encontrar ayuda para su hijo, con todos los recursos a su disposición, imaginemos lo perdida que debe sentirse la gente común.

4. Los mejores expertos pueden estar en las calles, no en centros de estudios o edificios gubernamentales. Es necesario escuchar a las personas con experiencia vivida y combinar sus puntos de vista con lo que recomienden los profesionales.

Ser el padre de Doug cambió mi perspectiva “significativamente”, remarcó Wesson. “Es un desafío encontrar lo que es correcto para ellos... racionalizar el proceso de recuperación para que no perdamos gente en las calles”.

Fue una decisión familiar filmar las visitas a Skid Row, aclaró Wesson. Esperaban que, compartir su historia pudiera convencer a otros a hablar, a pesar de que también podía lucir como si explotara el dolor de su hijo para obtener ganancias políticas. “Necesitábamos hacer algo radical. Lo que quería lograr era personalizarlo, que la gente supiera cómo es”.

Por ahora -o al menos cuando hablé con Wesson- Doug está nuevamente perdido en las calles. La reunión en el video de la campaña duró tres días, comentó su padre. Entonces Doug se fue a ver a su novia. “Estábamos tratando de llevarlo a rehabilitación, pero desapareció por varias semanas”.

Luego padre e hijo se volvieron a conectar el fin de semana antes del Día de Acción de Gracias.

“Estuvo aquí el sábado y desapareció el domingo”, dijo Wesson. “Pero lo encontraré de nuevo”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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