Con la política de ‘Permanecer en México’ en el limbo, Trump envía tropas a la frontera de San Diego
Las evaluaciones en relación a la inmigración serán realizadas sólo por personal de la Patrulla Fronteriza
La administración Trump está enviando 80 soldados al puerto de entrada de San Ysidro en San Diego y otros 80 soldados a El Paso para ayudar a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU con la seguridad, dijeron funcionarios.
La medida es el resultado de la decisión de un panel de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos la semana pasada de bloquear temporalmente la política “Permanecer en México”, oficialmente conocida como los Protocolos de Protección de Migrantes, bajo la cual se han obligado a casi 60,000 solicitantes de asilo a esperar en México la finalización de sus casos de inmigración en EE.UU.
Cuando se emitió la orden judicial el 28 de febrero, grandes grupos se reunieron en México con el potencial de ingresar por la fuerza a Estados Unidos, dijo Ralph DeSio, el portavoz de CBP. Como resultado, la Patrulla Fronteriza cerró temporalmente el Puente Internacional Paso del Norte en el centro de El Paso y varios otros cruces fronterizos.
Esa tarde, en el puerto de entrada de San Ysidro, unos 30 inmigrantes inscritos en “Permanecer en México” esperaron con abogados durante varias horas y solicitaron que los procesaran en EE.UU según la orden del tribunal. Un supervisor de CBP levantó la voz durante un tenso intercambio con los abogados, pero el grupo de solicitantes de asilo fue ordenado y cuidaron de no bloquear el tráfico fronterizo.
“El equilibrio entre facilitar el flujo de comercio y viajes legítimos mientras se mantiene nuestra misión de seguridad fronteriza nacional, la seguridad del público y nuestro personal es delicado”, manifestó DeSio en un comunicado.
“Los puertos de entrada no están diseñados ni equipados para manejar grupos extremadamente grandes de viajeros que llegan al mismo tiempo, y el cierre temporal de un [puerto de entrada] se contempla como una opción extrema, según sea necesario para la seguridad tanto pública como fronteriza”.
Los inmigrantes que esperaban en la frontera fueron rechazados el 28 de febrero. El panel del Noveno Circuito acordó suspender temporalmente su propia orden y mantenerlo en vigencia hasta el miércoles para dar tiempo a la Corte Suprema de EE.UU para decidir si aceptará la apelación del gobierno.
Si el tribunal superior no decide para entonces, el Noveno Circuito dictaminó que la política “Permanecer en México” será bloqueada en los estados fronterizos dentro de su jurisdicción: California y Arizona. La orden no se aplica a los estados fronterizos del sur fuera de su jurisdicción: Nuevo México y Texas.
Para prepararse en la posibilidad de que fuera bloqueada, el Departamento de Defensa tiene una “fuerza de respuesta a la crisis” que puede proporcionar apoyo policial, de ingeniería y de aviación en puertos de entrada seleccionados, declaró DeSio.
“Continúa la preocupación de que grandes grupos intenten ingresar por la fuerza a través del puerto de San Ysidro”, señaló DeSio.
Describió el despliegue como “un elemento de los esfuerzos de seguridad fronteriza más amplios e integrales para ayudar a la CBP a garantizar la seguridad de todos, que incluye a viajeros, solicitantes de asilo, partes interesadas de negocios y nuestros propios empleados”.
El personal del Departamento de Defensa estará involucrado en cualquier acción relacionada con el nuevo brote de coronavirus, dijo.
Las evaluaciones en relación a la inmigración serán realizadas sólo por personal de la Patrulla Fronteriza.
No hubo detalles disponibles sobre cuándo podrían llegar las tropas o cuánto tiempo serían desplegadas en la frontera.
La administración Trump envió tropas a la frontera de San Diego en 2018 en respuesta a una caravana de migrantes que llegó a Tijuana.
En un momento, una manifestación en esa ciudad terminó con un gran grupo de migrantes corriendo por la valla fronteriza, y los oficiales de CBP respondieron con gases lacrimógenos.
Las tropas no participaron en el enfrentamiento, pero se desplegaron en el área para ayudar a reforzar las barreras fronterizas, incluidas las alambradas de púas.
La administración Obama envió alrededor de 1,200 soldados de la Guardia Nacional, incluidos 260 a San Diego, para salvaguardar la frontera como parte de la Operación Phalanx que terminó en 2012.
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