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“Hemos pasado el punto de contención”: La lucha contra el coronavirus entra en una nueva fase

Grand Princess by the Golden Gate Bridge
Los pasajeros del Grand Princess que muestren signos de coronavirus se espera que permanezcan en California, mientras que otros serán enviados a una base militar en el área de San Antonio.
(Scott Strazzante / San Francisco Chronicle)
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Mientras un crucero con casi 3.000 viajeros varados se prepara para atracar el lunes en el puerto de Oakland, altos funcionarios de salud advirtieron que el país ha entrado en una nueva etapa en el tratamiento del mortal coronavirus, en la que ya no es posible la contención.

“Ya hemos pasado el punto de contención”, dijo el Dr. Scott Gottlieb, comisionado de la Administración de Alimentos y Drogas durante los dos primeros años de la administración del presidente Trump, en el programa “Face the Nation” de CBS.

“Tenemos que implementar amplias estrategias de mitigación. Las próximas dos semanas realmente van a cambiar la cara de este país. Lo superaremos, pero será un período difícil. Nos enfrentamos a dos meses, probablemente, de dificultades”, manifestó Gottlieb.

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El Cirujano General de Estados Unidos Jerome Adams dijo que pasar a una fase de mitigación significa que las comunidades verán más casos y necesitarán empezar a pensar si tiene sentido cancelar grandes reuniones, cerrar escuelas y hacer más factible que los empleados trabajen desde sus casas.

Eso es lo que pasó el domingo, con más cierres de escuelas, advertencias contra reuniones de grupos y la cancelación de grandes eventos, como el BNP Paribas Open, un torneo de tenis de Indian Wells programado para comenzar esta semana.

“Y eso va a ser diferente en Seattle de lo que va a ser en Jackson, señorita”, señaló Adams en el “Estado de la Unión” de CNN. “Pero las comunidades necesitan tener esa conversación y prepararse para un mayor número de casos para que podamos prevenir más muertes”.

Horas más tarde el domingo, los funcionarios de salud en el centro de Washington informaron de la 19ª muerte del estado atribuida a COVID-19, la primera fuera del área de Seattle.

El residente de Quincy, Wash., cuyo género no fue revelado, estaba “en sus 80 años”, habían dicho anteriormente los funcionarios, y murió en el Hospital Central de Washington en Wenatchee. La persona no había viajado fuera del país recientemente, y era el único residente del condado de Grant que había dado positivo en la prueba de la enfermedad.

El Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, dijo que las personas mayores o con problemas de salud subyacentes también deberían considerar evitar las grandes multitudes y los viajes.

“Si eres una persona mayor con una condición subyacente, si te infectas, el riesgo de meterte en problemas es considerable”, expuso Fauci en “Meet the Press” de NBC.

“Así que es nuestra responsabilidad proteger a los vulnerables. Cuando digo proteger, quiero decir ahora mismo. No esperar a que las cosas empeoren. Es decir que no haya grandes multitudes, que no haya viajes largos. Y, sobre todo, que no suban a un crucero”.

Los comentarios de los funcionarios actuales y anteriores marcaron un gran cambio, al reconocer que el país ya ha superado el punto de poder contener el brote y necesita dar un giro a los agresivos esfuerzos para mitigar la propagación del virus.

Los funcionarios de la administración Trump habían tratado anteriormente de restar importancia al riesgo que supone para los estadounidenses el brote de coronavirus.

En California, los funcionarios dijeron que el crucero Grand Princess atracaría el lunes en el puerto de Oakland y esbozaron planes para las casi 3.000 personas a bordo del barco, de las cuales unas 1.000 son de California. Hicieron hincapié en que nadie a bordo sería liberado inmediatamente al público en general.

Todos esos pasajeros estarán en cuarentena durante 14 días en instalaciones militares, dijo el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

El puerto de Oakland fue elegido porque es uno de los pocos muelles que pueden acomodar un barco del tamaño del Grand Princess, y porque era el más fácil “para sellar, mover con seguridad a los pasajeros hacia sus destinos de aislamiento y proteger la seguridad del público”, declaró la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California en un comunicado.

El domingo, el gobernador Gavin Newsom dijo que el barco atracaría el lunes en el puerto comercial de Oakland para desembarcar a todos los pasajeros y a aquellos que necesiten atención médica.

El gobernador preveía que la operación duraría hasta tres días, pero subrayó que la situación era “fluida” y podría durar más tiempo, en parte porque el puerto no se ocupa regularmente de cruceros y sólo habría pequeñas ventanas de oportunidad para que entrara en el puerto, en función de las mareas y las corrientes.

Newsom precisó que después de que los casos médicos desembarcaran, los residentes de California serían sacados del barco primero, y la mayoría serían enviados a la base de la Fuerza Aérea de Travis, en el cercano condado de Solano, para iniciar una cuarentena de 14 días.

Es la misma base donde los pasajeros del Diamond Princess fueron retenidos recientemente después de que ese barco tuvo un brote del virus, y donde se ha sospechado que la comunidad ha propagado el COVID-19. El resto de los residentes de California serán enviados a la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Miramar en San Diego.

El resto de los pasajeros americanos serán enviados a la Base Conjunta de San Antonio Lackland en Texas o a la Base de la Reserva Aérea de Dobbins en Georgia, mientras que los pasajeros extranjeros serán dirigidos a sus países de origen a través de vuelos chárter desde el Aeropuerto Internacional de Oakland. Newsom destacó que los pasajeros de cruceros que viajen por aire no tendrán contacto con los viajeros regulares.

Los miembros de la tripulación estarán en cuarentena a bordo, con el barco saliendo del puerto de Oakland. La mayoría de la tripulación son extranjeros, y Newsom reveló que muchos son más jóvenes, un grupo demográfico con menos riesgo de COVID-19.

Expuso que se habían identificado 12 casos positivos de COVID-19 en pasajeros del crucero anterior, que fue de San Francisco a México, e incluía a un hombre del condado de Placer que luego murió a causa del virus. La línea de cruceros y los funcionarios de salud de California no están de acuerdo en si el hombre contrajo la enfermedad a bordo o si se infectó antes del viaje.

Los funcionarios de salud también están monitoreando a 1.540 pasajeros en el crucero anterior del Grand Princess a México, manifestó Newsom.

El detallado relato del gobernador sobre los próximos pasos dio consuelo a algunos en el barco que se sentían frustrados por la falta de información.

La pasajera canadiense Karen Spoon reveló antes de la rueda de prensa que “se siente cada vez más frustrada porque mi propio gobierno no ha dicho mucho... Estoy empezando a sentir los efectos del encierro”. Después de escuchar que el gobernador de California manifestó que los vuelos chárter la repatriarían, Spoon dijo: “Si eso es correcto, entonces ¡yupi!”

Debbie Loftus, una pasajera de Wisconsin, dijo que estaba complacida de que Newsom hablara directamente con los pasajeros y pensó que la conferencia de prensa, que ella vio, representaba un “cambio de actitud”. “Es bueno que ahora nos dé la bienvenida a California. Hace unos días, no nos quería cerca de su estado”, declaró Loftus.

Loftus dijo que quedaban muchas incertidumbres que le causan ansiedad.

“Todo esto va a ser una experiencia nueva, ir a una base militar en Oakland, subir a lo que supongo que no va a ser una aerolínea comercial o... ir a un lugar en el que nunca he estado”, consideró. “No estoy segura de cómo serán los alojamientos y cuánto tiempo estaremos allí. Sí, me provoca un poco de ansiedad, pero lo manejaremos minuto a minuto”.

La madre y la tía de Matt LaGesse se encuentran en el navío, y él ha estado intentando durante días conseguir información, con poca suerte. LaGesse reveló que estaba enojado por los comentarios del presidente sobre la posibilidad de mantener a los pasajeros a bordo, y lo que sentía era una falta de planificación y liderazgo en torno a la crisis.

A pesar de los detalles dados por Newsom, seguía frustrado y con la incertidumbre de no saber que vendría después. LaGesse señaló que no ha sido contactado sobre el plan de desembarco por las autoridades o la línea de cruceros.

“Como miembro de la familia e hijo de una madre que realmente, realmente amo... Estoy asustado, nervioso y decepcionado”, manifestó el domingo. “Esperas que tu liderazgo... ofrezca un mensaje claro para poder entender el plan”.

Al menos 21 personas a bordo del barco han confirmado casos de COVID-19, que es causado por el coronavirus que se originó a finales del año pasado en China.

Princess Cruises inicialmente declaró que el atraque comenzaría el domingo, luego lo pospuso al lunes después de “una nueva revisión por parte de las autoridades estatales y federales”.

Newsom expuso que el número de californianos que dieron positivo en la prueba de COVID-19 saltó de 88 el sábado a 114 el domingo, pero enfatizó que se esperaba que la cifra aumentara a medida que las pruebas estuvieran más disponibles.

Newsom precisó que California tiene kits de pruebas para 8.000 personas y que un laboratorio privado - Quest Diagnostics en San Juan Capistrano - también tendrá la capacidad de realizar 2.000 pruebas adicionales cada día a partir del lunes, si es necesario.

También hay 15 laboratorios públicos que procesan pruebas, incluyendo una instalación en Richmond, donde se realizaron pruebas para los pasajeros del Grand Princess.

Newsom dijo que California ha hecho hasta ahora pruebas a unas 788 personas para detectar el virus, pero esperaba que esa cifra aumentara drásticamente en los próximos días con la nueva capacidad.

“No hace falta decir que si eres mayor, tienes condiciones preexistentes... yo recomendaría altamente, casi exigiría, que no viajes en un crucero”, subrayó Newsom.

El Departamento de Estado también anunció el domingo que todos los ciudadanos estadounidenses deberían evitar por el momento viajar en crucero, señalando que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han citado un aumento del riesgo de infección por COVID-19 en tales buques, y que muchos países han denegado los derechos de puerto de entrada e impedido que los pasajeros desembarquen.

Los pasajeros a bordo del Grand Princess partieron hacia Hawái el 21 de febrero. Se suponía que el barco debía dirigirse a Ensenada, pero el brote de coronavirus a bordo hizo que el barco se dirigiera a San Francisco. Llegó a la costa de California el jueves, pero no pudo atracar.

Antes de la excursión a Hawái, el barco tomó un desafortunado crucero a México. Uno de los pasajeros, un hombre de 75 años del condado de Placer, se enfermó durante el viaje y se convirtió en el primer californiano en morir de COVID-19. En total, una docena de casos de coronavirus en California han sido relacionados con los pasajeros de ese crucero.

@gadgetgirl6
Nos acaban de decir que atracaremos en el puerto de Oakland mañana y que el embarque tomará un par de días. Como vivimos en California, nos llevarán a una instalación federal en el estado para ser examinados. No se sabe cuánto tiempo ni dónde. ¿Algún abogado de ACLU puede decirnos nuestros derechos?

Los pasajeros del barco están ansiosos por desembarcar, pero siguen frustrados por las muchas incógnitas que quedan.

Debra Gooch Healer, una pasajera de Napa, dijo que todo lo que sabía era que sería llevada a una instalación federal en California, más no sabe dónde será eso o cuánto tiempo tendrá que permanecer allí.

“Cualquier abogado de ACLU que pueda decirnos nuestros derechos...”, escribió.

Ella y otros también se quejaron de que se les obligaba a permanecer en sus habitaciones, y que los suministros de alimentos se habían agotado.

La Unión Americana de Libertades Civiles del Norte de California respondió a través de Twitter que el gobierno debería “hacer todo lo posible” para garantizar la protección de los derechos de los pasajeros, incluido el derecho a apelar cualquier confinamiento obligatorio.

Más recientemente, el condado de Riverside anunció su primer caso “adquirido localmente” del virus, una persona que está siendo tratada en Eisenhower Health en Rancho Mirage, declaró el Sistema de Salud de la Universidad de Riverside - Salud Pública en un comunicado. Los funcionarios de salud pública siguen investigando cómo la persona se contagió el virus y están trabajando para contactar a otros individuos que puedan haber estado expuestos.

La persona fue llevada inmediatamente a una sala de aislamiento y no tuvo contacto con otros pacientes, señaló Michael Connors, prevencionista de infecciones en Eisenhower Health.

La persona, que es un adulto mayor, no había viajado recientemente ni había estado en contacto con un caso confirmado de COVID-19, manifestó un miembro de la familia.

La persona se enfermó hace una semana y media y fue llevada al hospital el 1 de marzo, según el miembro de la familia, fue puesta en un respirador y en coma inducido el jueves, reveló. El ventilador fue retirado el domingo, y la paciente está ahora consciente y al parecer recuperándose, dijo el miembro de la familia.

El anuncio del resultado positivo se produjo dos días después de que los funcionarios de la escuela Murrieta dijeran que 71 estudiantes habían sido puestos en cuarentena y que una escuela secundaria sería cerrada y limpiada porque un empleado fue examinado por el coronavirus.

La persona que dio positivo en el condado de Riverside no tiene ninguna conexión conocida con las escuelas del Condado, manifestó el sábado el oficial de salud pública Dr. Cameron Kaiser.

Kaiser declaró una emergencia de salud pública local el sábado.

Expuso que la declaración podría afectar a los eventos locales. El festival de música de Coachella y el Stagecoach están programados para tener lugar en Indio en abril. Kaiser dijo que no hay un umbral claro para recomendar la cancelación de reuniones tan grandes, y que cada una será evaluada “caso por caso”.

Otro residente del condado de Riverside que fue evacuado del crucero Diamond Princess frente a las costas de Japón y luego puesto en cuarentena en la Base Aérea de Travis, dio positivo para el virus. Esa persona sigue recuperándose en un hospital del norte de California y no ha regresado al condado de Riverside desde que dejó el crucero, según el comunicado.

También el domingo, el condado de Contra Costa anunció cinco nuevos casos de COVID-19, cuatro de los cuales no tenían antecedentes conocidos de viajes fuera de EE.UU o de contacto con un caso confirmado. Esos cuatro residentes fueron hospitalizados, según los Servicios de Salud de Contra Costa en un comunicado de prensa.

La quinta persona tuvo un contacto cercano con otro individuo que previamente dio positivo para COVID-19 y está aislada en su casa, señalaron las autoridades.

Los escritores del Times David Lauter, en Washington, Richard Read, en Seattle, y Karen Kaplan contribuyeron a este informe.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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