Anuncio

El coronavirus se propaga entre los trabajadores de las agencias estatales de California, provocando “pánico” en los empleados

California DMV field office in Glendale
Antes de que el DMV cerrara todas sus 170 oficinas de campo en respuesta al COVID-19, un empleado habla con los clientes el 24 de marzo fuera de la oficina de Glendale. Algunos trabajadores están preocupados porque el estado tardó en protegerlos del virus, que ha infectado al menos a 157 de sus colegas.
(Kent Nishimura / Los Angeles Times)
Share via

Dos semanas después de que el Departamento de Vehículos Motorizados de California cerró sus oficinas al público en respuesta a la pandemia de COVID-19, el director de la agencia envió un memorando a los empleados que confirmó lo que muchos de ellos sospechaban.

“Hubo casos de empleados del DMV con COVID-19 en varias oficinas en el estado, incluido el edificio de la sede de Sacramento”, escribió Steve Gordon, director del DMV en un mensaje a los empleados el 9 de abril, y agregó que las oficinas se estaban desinfectando y se notificó a las autoridades correspondientes “mientras que maximizamos el teletrabajo en la medida de lo posible”.

La respuesta al mensaje de Gordon provocó “pánico”, reveló un trabajador del DMV, que pidió no ser identificado debido a la falta de autorización para hablar en público. El hecho de que el DMV no ha informado dónde fueron asignados todos los empleados infectados, los trabajadores de toda la agencia están preocupados por las oficinas que pueden haber estado expuestas, dijo el empleado.

Anuncio

“Todos tenían miedo, querían volver a casa y no regresar al edificio”, relató el empleado.

Decenas de empleados de agencias estatales, incluido el DMV, han sido infectados por COVID-19 en California, lo que aumenta el temor y la incertidumbre en la fuerza laboral, ya que algunos funcionarios dicen que el estado ha tardado en protegerlos y ha considerado demasiados servicios como esenciales, que requieren de personas que permanezcan en el trabajo.

Al menos 157 trabajadores estatales, incluidos 11 empleados de la Patrulla de Carreteras de California, han informado que tienen el virus, según funcionarios estatales. Pero los líderes sindicales dicen que el número real de infecciones es mayor porque el estado sólo rastrea los casos que los empleados informaron por sí mismos y subrayan que no tiene información completa sobre cuántos trabajadores han dado positivo.

La propagación confirmada del virus a más de 26.000 californianos ha provocado que muchas agencias estatales, incluido el DMV, cierren oficinas al público y permitan que algunos empleados trabajen desde sus hogares, sin embargo, hay quejas generalizadas de que el gobierno estatal actuó demasiado lento para trasladar a las personas al teletrabajo.

En los casos en que aún se espera que los empleados se reporten a la oficina, muchos trabajadores están reportándose enfermos o deciden usar las horas de licencia familiar para poder quedarse en casa a cuidar a los niños que están fuera de la escuela, según los delegados sindicales entrevistados en múltiples agencias estatales.

Para aquellos que todavía están en el trabajo, hay quejas persistentes de que quienes entran en contacto con el público y en oficinas abarrotadas no han recibido suficiente equipo de protección personal, incluidas mascarillas y guantes, según representantes de Service Employees International Union Local 1000, que representa 96.000 trabajadores del estado.

“Apreciamos que los funcionarios estatales y locales de California estén trabajando arduamente para ayudar a nuestros ciudadanos a mantenerse saludables y alimentarse”, dijo el portavoz de SEIU Brian Nash, quien calificó la respuesta del estado a las preocupaciones de los empleados como “inconsistente”.

Andrew LaMar, portavoz del Departamento de Recursos Humanos de California, informó que miles de empleados estatales están trabajando desde su casa, pero no respondió a las preguntas sobre la disponibilidad de mascarillas y otros equipos de protección.

“Para los trabajos que no se pueden realizar a través del teletrabajo, los empleados han recibido instrucciones de cumplir con las pautas de distanciamiento social e higiene para protegerse y prevenir la propagación del coronavirus”, manifestó LaMar.

La consternación por la seguridad de los trabajadores ha sido particularmente alta en el Departamento de Vehículos Motorizados del estado, que el gobernador Gavin Newsom describió una vez como “la cara minorista del gobierno”.

El 27 de marzo, el DMV dio el dramático paso de cerrar al público sus 170 oficinas locales después de que algunos empleados dieron positivo por COVID-19.

Los cierres ocurrieron después de que el DMV comenzó a requerir citas para visitar las oficinas del DMV, un cambio que no calmó los nervios de los empleados, incluidos varios que hablaron con el Times bajo condición de anonimato. Un empleado del Valle de San Joaquín dijo que había demasiado contacto cercano con los clientes, y un gerente de San José había dejado de ir a trabajar debido a problemas de salud y seguridad.

Desde entonces, el DMV ha cambiado a un sistema de oficina virtual en el que muchas transacciones pueden realizarse en línea con asistencia remota disponible de los empleados que trabajan en las oficinas de campo.

“El DMV está haciendo todo lo posible para mantener las instalaciones del DMV a salvo de la contaminación y / o propagación de COVID-19 y necesitamos el apoyo de todos”, escribió Gordon en el correo electrónico obtenido por el Times. “El DMV continúa siendo un servicio público esencial y agradezco su apoyo y comprensión mientras continuamos con estos esfuerzos”.

Aún así, numerosos empleados de la sede estuvieron ausentes de la oficina un día después de que el memorando de Gordon les notificara sobre nuevos casos de COVID-19, reveló un trabajador.

En la sucursal del Departamento de Servicios Sociales de California en Covina, el empleado David Jiménez señaló que la agencia ha tardado en trasladar a las personas a trabajar desde casa y proporcionar información clara sobre las opciones para tomarse un descanso.

“En mi departamento, la gente siente que el estado tardó un poco”, dijo Jiménez, un delegado de SEIU que procesa las solicitudes de beneficios por discapacidad, pero recientemente tuvo que tomarse un tiempo libre para cuidar a su hija de 20 meses después de que la guardería cerrara.

Consideró que la respuesta fue lenta a las quejas de los empleados sobre la falta de desinfectante para manos y la limpieza insuficiente de la oficina.

En un correo electrónico enviado a los empleados el lunes, un gerente de DSS manifestó que la “fecha de entrega más temprana” para el desinfectante de manos era el 15 de abril, mientras que para las toallitas, pañuelos y guantes era el 30 de abril. “Todavía no hay garantía de nada en este momento por parte de los vendedores”, decía el memo.

En otras agencias, los empleados están desafiando la determinación de que su trabajo es esencial, requiriéndoles que laboren fuera de casa. Esa disputa se desató en la Lotería de California, donde los trabajadores afirman que la agencia tardó demasiado en proteger a los empleados, incluido un representante de ventas que fue hospitalizado en estado grave debido al COVID-19.

“Hemos perdido la confianza en el liderazgo de la agencia para guiar la lotería durante esta crisis global, proteger a los trabajadores, a los minoristas y al público”, manifestó Paulina Vásquez, representante de ventas y delegada sindical, durante la última telereunión de la Comisión de Lotería el 30 de marzo. “Nos dejaron en la primera línea demasiado tiempo”.

Vásquez, quien aseguró que sufría los síntomas de COVID-19 pero que, como muchos otros no fueron examinados, señaló que los trabajadores de ventas que visitan a los minoristas permanecieron en el trabajo demasiado tiempo. Se les dijo que podían trabajar desde su hogar cuando Newsom emitió su orden el 19 de marzo para que los californianos se quedaran en casa y así detener la propagación del virus.

Se supone que los empleados del almacén de lotería deben permanecer en el trabajo, dijo, a pesar de que muchos bloques de boletos se devuelven sin vender. En un día de la semana pasada, sólo 13 de las 21 personas asignadas a uno de ellos estaban trabajando, y otras se tomaron días de enfermedad u otro tiempo libre, señaló un funcionario del sindicato.

Vásquez cuestionó la decisión de los funcionarios estatales de mantener las operaciones de lotería como un servicio esencial designado oficialmente. El Director de la Lotería, Alva Johnson, respondió durante la reunión que su agencia ha trabajado para mejorar la seguridad de los empleados y ha procesado a aquellos que necesitaban tiempo libre.

“Nos hemos estado adaptando a esta crisis y trabajando las 24 horas del día, los siete días de la semana, para abordar las necesidades de los miembros de nuestro equipo y nuestras comunidades”, manifestó Johnson a la comisión. “Hemos implementado una serie de cambios, a veces colocándonos entre las primeras agencias estatales en responder”.

Defendió la decisión de continuar las operaciones de lotería durante la pandemia dado que los votantes requerían que una gran parte de los ingresos se destinara a la educación.

“Es [una] función esencial proporcionar fondos a las escuelas de California”, subrayó.

Mientras tanto, la Patrulla de Carreteras de California ha visto a cuatro oficiales y siete trabajadores civiles dar positivo por COVID-19, según la portavoz Fran Clader.

Los oficiales han tomado medidas para protegerse del contagio, incluido el uso de mascarillas durante el servicio y la práctica del distanciamiento social “tanto como sea posible”, dijo Carrie Lane, directora ejecutiva de la Asociación de Patrulleros de Carreteras de California, que representa a los oficiales.

“El CHP tiene más de 150 oficinas desde la frontera de México hasta la frontera de Oregon”, señaló Lane. “Como tal, puede ser un desafío implementar cambios organizativos radicales de forma rápida y eficiente”.

El comisionado de CHP, Warren Stanley, también cerró la Academia de CHP el mes pasado, enviando a 177 cadetes a casa.

“No puedo aceptar el riesgo de que cualquiera de los cadetes o el personal se enferme y luego debamos enfrentarnos a tener que poner en cuarentena todo el campus”, dijo Stanley.

La pandemia también ha tenido un efecto en la Legislatura de California, que informó que un miembro del personal en una oficina del distrito dio positivo por COVID-19 el mes pasado. Los legisladores se retiraron temprano en respuesta al virus y esperaban reanudar los horarios de trabajo regulares el lunes, pero recientemente cancelaron la mayoría de las audiencias y reuniones hasta el 4 de mayo para extender los esfuerzos y reducir las infecciones.

A pesar del temor al virus, los trabajadores estatales se aseguran de que continúen los servicios públicos importantes.

El Departamento de Desarrollo del Empleo del estado ha sido inundado con más de 2.7 millones de nuevas solicitudes de beneficios de desempleo de personas que quedaron sin trabajo por la pandemia.

Newsom dijo el miércoles durante su sesión informativa pública diaria que los empleados de EDD que trabajaban largas horas tenían la opción de descansar el domingo de Pascua en lugar de continuar procesando las solicitudes de desempleo ese día.

“Quinientos de esos empleados estatales rechazaron ese tiempo libre porque se preocupan más por ti que por ellos mismos”, subrayó Newsom. “Entonces, aunque muchos de nosotros pudimos pasar tiempo con nuestra familia, ellos no lo hicieron”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio