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California experimentó su primer descenso en las muertes semanales por coronavirus, pero ¿es el punto de inflexión?

Lee Bloom, 39, of Los Angeles and his son Evan, 7, wear protective masks
Lee Bloom, de 39 años, de Los Ángeles, y su hijo Evan, de siete, usan máscaras durante una visita al Área de Recreación Estatal Kenneth Hahn, en Los Ángeles.
(Mel Melcon / Los Angeles Times)
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California registró su primer descenso semanal en las muertes por coronavirus reportadas, una señal prometedora aunque preliminar de progreso, mientras el gobernador Gavin Newsom se prepara para reabrir algunos negocios.

Hace quince días, California reportó la mayor cifra de decesos en una semana: 542 muertes de personas infectadas con coronavirus entre el 20 y el 26 de abril. La semana pasada, el número de fallecimientos semanales cayó por primera vez, casi un 9%, a 495 decesos durante el período de siete días que terminó el domingo, según un análisis de datos de The Times.

Si bien fue una mejora, la cifra de la semana pasada fue la tercera más alta en el transcurso de la pandemia.

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Abr. 29, 2020

Incluso las partes más afectadas del estado experimentaron cierto alivio. En el condado de Los Ángeles, que concentra el 55% de las muertes por COVID-19 en California -a pesar de tener sólo una cuarta parte de la población del estado- se redujo por primera vez: el número de decesos semanales: hubo 315 durante los últimos 15 días.

El área de la Bahía de San Francisco reportó 49 muertes la semana pasada, una disminución en comparación de los 61 reportados la semana anterior. El condado de San Diego informó 28 decesos la semana pasada, también una caída en comparación con los 40 registrados la semana anterior.

El Valle de San Joaquín reportó 22 muertes la semana pasada, una disminución en cuanto a las 25 reportadas la semana anterior, y el área de Sacramento inscribió cuatro decesos la semana pasada, en comparación con los 12 de la semana previa. La costa central tuvo tres muertes la semana pasada, mismo número que la semana anterior.

A nivel nacional, se informaron casi 13.000 fallecimientos la semana pasada, en relación con casi 14.000 de los siete días previos.

Pero California aún no tiene la disminución sostenida de 14 días que la Casa Blanca sugiere como un criterio clave antes de flexibilizar las órdenes de quedarse en casa. El estado reportó su mayor total semanal de casos durante el 20 y 26 de abril: 12,122. La semana pasada se informaron 9,967 incidentes, una disminución del 18%, pero el recuento fue el segundo total semanal más alto registrado durante la pandemia.

En todo el estado, la cantidad de hospitalizaciones se mantiene estable y plana, con quizá algunos signos iniciales de disminución, comentó este lunes una funcionaria de salud estatal, la Dra. Sonia Angell. El promedio diario estatal de pacientes hospitalizados con casos confirmados o sospechosos de COVID-19 fue de 4,822 la semana pasada, casi un 2% menos en relación con los 4.905 de la anterior.

Las hospitalizaciones han sido planas en los cinco condados del sur de California más cercanos a Los Ángeles, así como en el Valle de San Joaquín y el condado de San Diego. No obstante, muestran una tendencia notable a la baja en el Área de la Bahía de San Francisco, la región de Sacramento, la Costa Central y la región de Shasta Cascade, conformadas por los ocho condados en el noreste de California.

California, que informó más de 2,200 muertes, sufrió muchos menos decesos en comparación con los puntos críticos, como Nueva York y Nueva Jersey, que alcanzaron más de 24,000 y más de 7,000 respectivamente. Los expertos atribuyen a las reglas tempranas de distanciamiento social el éxito en esa tendencia. Newsom anunció este lunes que algunas tiendas minoristas en todo el estado podrían reabrir sus puertas para que los clientes recojan los productos en la acera, a partir de este viernes.

Los nuevos cambios son parte de un plan de cuatro etapas que el gobernador presentó la semana pasada para volver gradualmente a la normalidad en un estado de casi 40 millones de personas, cuyas vidas fueron severamente afectadas por la crisis sanitaria de COVID-19.

Sin embargo, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, indicó el lunes que diferentes ciudades deberán tomar distintas medidas para salir del cierre inducido por la pandemia, y que los funcionarios de la ciudad y el Condado aún están tratando de determinar cuál es el curso más seguro.

Sólo el tiempo dirá si la caída semanal es un descenso momentáneo o marca el comienzo de una disminución sostenida en los casos. Los expertos han advertido sobre un posible aumento en los casos y muertes a medida que los gobiernos flexibilicen la cuarentena, y sigue habiendo preocupación por una segunda ola de casos mortales más adelante en el año.

El COVID-19 continúa siendo una amenaza severa, ya que se ha convertido en la principal causa de muerte en el condado de Los Ángeles, superando a la enfermedad cardíaca coronaria, que ocupaba el primer puesto hasta ahora.

“Noventa y cinco por ciento de nosotros todavía no hemos sido infectados. Y hasta que haya una vacuna, la mayoría de los residentes en el condado de Los Ángeles pueden contagiarse en cualquier momento durante los próximos meses”, explicó la semana pasada la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer.

“Sin tomar medidas extraordinarias para reducir nuestra exposición a las personas infectadas y mantener nuestra distancia lo más posible, podríamos notar fácilmente un gran aumento en los nuevos casos”.

El Dr. Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA), aseveró el domingo en “Face the Nation”, de CBS, que es difícil predecir si la pandemia se ralentizará después de junio, o si podrían ocurrir grandes brotes a medida que los estados disminuyan la cuarentena en los domicilios.

Actualmente, la cifra de muertos a nivel nacional es de más de 68,000, según la Universidad Johns Hopkins, es decir que la enfermedad mató a más estadounidenses que la Guerra de Vietnam.

“Cuando pensamos cómo estaremos a fines de junio, es probable que tengamos más de 100,000 decesos a nivel nacional”, agregó Gottlieb en CBS.

“¿Pero qué sucederá cuando volvamos al otoño y las escuelas retomen las clases? Quizá veamos cómo este fuego lento explota en una nueva epidemia o en grandes brotes. Esa es la preocupación, que si no apagamos bien esto, y hay una infección lenta, el peligro pueda resurgir en cualquier momento”.

Los cuadros que siguen muestran las muertes, hospitalizaciones y los casos relacionados con el coronavirus por región: el sur de California, el Área de la Bahía de San Francisco, el Valle de San Joaquín, el condado de San Diego, el área de Sacramento, la costa central y la región de Shasta Cascade.

Sur de California

Población: 18.6 millones

Área de la Bahía de San Francisco

Población: 7.7 millones

Valle de San Joaquín

Población: 4.2 millones

Condado de San Diego

Población: 3.3 millones

Área de Sacramento

Población: 2.6 millones

Costa central

Población: 1.5 millones

Región de Shasta Cascade

Población: 585.000

El reportero de planta Lin informó desde San Francisco; Lee, periodista especialista en datos, desde Los Ángeles.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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