Criticada por arrestos masivos de manifestantes, la ciudad de L.A. dice que no impondrá cargos criminales o multas
La decisión sigue a las quejas de muchos de los arrestados de que pasaron horas con esposas de plástico en autobuses abarrotados sin justificación
Enfrentados a las crecientes críticas por los arrestos de cientos de manifestantes pacíficos, los principales funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en Los Ángeles dijeron que no perseguirán sanciones penales o financieras contra los manifestantes.
La decisión sigue a las quejas de muchos de los arrestados de que pasaron horas con esposas de plástico en autobuses abarrotados sin justificación, dejándolos con lesiones y potencialmente exponiéndolos al coronavirus. Muchos de ellos fueron detenidos la semana pasada por violar las reglas del toque de queda o por no dispersarse después de que la policía de Los Ángeles declarara ilegal su protesta.
Una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles del Sur de California y Black Lives Matter L.A. alega que el toque de queda reprimió ilegalmente las protestas protegidas constitucionalmente y violó la libertad de movimiento de las personas.
Las organizaciones también denunciaron videos que muestran a los agentes de policía respondiendo con violencia contra los manifestantes, incluidas las macanas y proyectiles.
Esos activistas dijeron que la nueva postura de la ciudad no resuelve todas las preocupaciones descritas en la demanda. Agregaron que los funcionarios no deberían exagerar las repercusiones, sino desestimar los cargos de inmediato.
“Teniendo en cuenta lo que hemos visto esta semana con respecto a cómo LAPD hizo cumplir el toque de queda - los numerosos videos y reportes de noticias sobre fuerza excesiva y tácticas de emboscada – cualquier decisión del fiscal de la ciudad para obligar a las personas a defenderse de los cargos de toque de queda equivaldría a sanciones de represión policial”, expuso Adrienna Wong, abogada principal de ACLU.
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Aunque las autoridades de la ciudad dijeron que esos manifestantes no enfrentarán cargos criminales, no está claro cómo planean resolver sus casos.
El fiscal de la ciudad, Mike Feuer, señaló que el proceso será “no punitivo” y “fuera de los tribunales”, y el jefe de policía de Los Ángeles, Michel Moore, comentó que los funcionarios se inclinan por la indulgencia para cualquier persona que no sea sospechosa de vandalismo.
Moore dijo que el proceso se centrará en educar a los arrestados sobre la justificación legal del toque de queda y las órdenes de dispersión, “para que las personas estén más preparadas para comprender sus responsabilidades si se encuentran en una situación similar en el futuro”.
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Moore y Feuer declinaron dar más detalles, pero dijeron que el lunes estaría disponible más información.
La policía y los fiscales aún están investigando casos contra personas acusadas de delitos más graves.
Rob Wilcox, portavoz de Feuer, dijo que la oficina del fiscal de la ciudad había recibido por parte de la policía al menos 30 casos de saqueo. El Departamento de Policía de Los Ángeles ha formado un grupo de trabajo con otras agencias, incluidos el FBI y el Departamento de Policía de Santa Mónica, para recopilar pruebas y presentar cargos adicionales.
“En última instancia, las personas que cometieron delitos importantes como saqueo, robo, vandalismo, incendio provocado y asalto con grandes lesiones corporales serán responsables de sus acciones”, manifestó el Departamento de Policía de Los Ángeles.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ordenó un toque de queda nocturno cinco noches seguidas después de que las protestas en el centro y el distrito de Fairfax se vieron empañadas por incidentes de saqueos e incendios hace una semana. En ocasiones, los toques de queda se emitieron y cambiaron rápidamente, causando confusión.
La policía utilizó los toques de queda, así como las órdenes que declararon ilegales las grandes reuniones, como justificación para dispersar a la gente de las calles en cantidades mayúsculas, posiblemente miles, en medio de un esfuerzo de movilización.
Algunos aplaudieron la represión por restablecer el orden, pero otros la criticaron como una respuesta dura a las protestas legítimas por la muerte de George Floyd en Minneapolis y otros asesinatos policiales de personas negras en ciudades de Estados Unidos.
Los toques de queda también fueron utilizados por el condado de Los Ángeles y los municipios vecinos, así como por otras ciudades importantes que experimentaron disturbios y protestas similares en todo el país. Los condados de Los Ángeles y San Bernardino también fueron blanco de la demanda de ACLU y Black Lives Matter L.A.
La fiscal del condado de L.A.,Jackie Lacey, cuya oficina manejaría las infracciones de toque de queda en partes del condado sin la oficina del fiscal local, declaró que “tampoco va a proseguir” casos por el toque de queda.
Ella señaló que apoya la 1ra Enmienda y que su oficina tiene casos más importantes.
El oponente de Lacey en la próxima carrera electoral, George Gascón, ha pedido que todos estos casos sean desestimados.
El alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, dijo que su agencia realizó 475 arrestos y remitiría sus casos a los fiscales locales y se los dejaría a ellos para determinar el curso de acción correcto.
La demanda dio voz a muchos en las calles que rechazaron la legitimidad de los toques de queda. Moore reveló que habló personalmente con los detenidos que rechazaron por completo la idea de que la policía tenía justificación para arrestarlos por protestar pacíficamente.
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Muchos atribuyeron a la demanda de ACLU y Black Lives Matter L.A. con el poner fin al toque de queda. Los litigios en torno a arrestos masivos han cambiado el rumbo antes y han obligado a la ciudad a pagar costosos acuerdos. Estos le costaron a la ciudad casi $13 millones después de una protesta del Primero de Mayo en 2007 y $2.45 millones tras arrestos en las manifestaciones de Occupy L.A. en 2011.
Moore señaló que el levantamiento del toque de queda esta vez tuvo más que ver con la naturaleza cada vez más pacífica de las protestas en la ciudad, que continuaron este fin de semana sin mayores incidentes.
“Tan pronto como tuvimos una noche tranquila, [y] vimos caer los robos de negocios y volver a niveles más razonables, ya no era necesario ese control”, dijo Moore.
Al principio, todos los manifestantes detenidos por una violación de toque de queda fueron esposados y transportados a un centro de procesamiento, a veces a millas de donde la persona fue arrestada. Algunos pasaron horas a bordo de los autobuses.
Moore comentó que el proceso sirvió para sacar a las personas de situaciones que el Departamento de Policía consideraba inseguras, tanto para los oficiales como para los manifestantes, y permitió que el departamento restableciera el orden en las calles.
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Agregó que el departamento mantuvo a los arrestados fuera de las instalaciones penitenciarias después de escuchar las preocupaciones de los líderes de la comunidad sobre los infractores de toque de queda expuestos al coronavirus. En las últimas dos noches de órdenes de toque de queda, señaló Moore, la policía liberó a algunos infractores en el acto después de una breve detención.
La forma en que LAPD manejó a los infractores será parte de una revisión mucho más amplia y continua de las acciones del departamento, dijeron las autoridades, incluida la evaluación de si la respuesta de la policía en este histórico momento fue mucha o poca.
“Entiendo las críticas de ambos lados, lo aprecio; estoy comprometido a investigar y determinar para presentar a esos críticos una revisión de lo que ocurrió”, manifestó Moore. “Ya hemos comenzado el proceso de recopilación de información”.
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Los críticos dicen que la aplicación del toque de queda afectó injustamente a las personas sin hogar y a aquellos que venían e iban a trabajar, a pesar de que se suponía que ambos grupos estaban exentos de la orden.
Amanda Young, de 27 años, de San Pedro, dijo que ella y un amigo fueron arrestados por infracciones de toque de queda mientras protestaban pacíficamente después de que la policía los rodeó cerca del Ayuntamiento de Los Ángeles el martes por la noche.
“Fue realmente extraño porque todos gritaban, ‘¡Vete a casa!’, pero nadie te dejaba ir”, reveló. “¿Cómo puedes darme una orden y luego no permitirme cumplir con esa orden?”.
Young, que trabaja en la recepción de un hospital de animales, dijo que le preocupa una fuerte multa, y los funcionarios que anunciaron que no se aplicarán esas sanciones no la hicieron sentir mejor de inmediato.
Un miembro del consejo de negocios dice que el saqueo durante las protestas en el centro de L.A. dañaría desproporcionadamente a la clase trabajadora y a la gente de color.
“Creo que lo creeré cuando lo vea, porque hasta donde yo sé, todavía tengo que ir a la corte el 4 de noviembre”, expuso.
La policía de Los Ángeles también está cancelando otras respuestas de emergencia y ha cambiado su estrategia para hacer frente a las protestas, dijo Moore.
Por ejemplo, el sábado, la policía rastreó 35 marchas y protestas diferentes en la ciudad, apuntó. Para la gran mayoría, la policía dejó a los manifestantes solos, colocando a los agentes a un par de cuadras de distancia en caso de que fueran necesarios, comentó el jefe.
La policía había sido criticada por reunir grandes cantidades de uniformados en torno a las protestas anteriores y las crecientes tensiones con los manifestantes. También han sido acusados de fuerza excesiva, incluso en muchos incidentes captados por la cámara. Varios de esos incidentes están ahora bajo revisión.
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Cuatro oficiales involucrados en sacar a una persona de un vehículo en Van Nuys después de romper la ventana lateral del conductor han sido asignados a tareas administrativas en espera de una investigación, reveló Moore. Aseguró no estar al tanto de que otros oficiales hubieran cambiado su estado debido a incidentes relacionados con las manifestantes.
El concejal de la ciudad Mike Bonin durante el fin de semana envió una carta a Moore exigiendo una investigación amplia “no solamente de casos individuales, sino de políticas subyacentes y decisiones estratégicas” por parte de la policía.
Moore señaló que la Guardia Nacional se iba de la ciudad el domingo, pero que cerca de 250 personas permanecerían en espera en una instalación militar cercana.
El jefe de policía dijo que los oficiales de Los Ángeles también están comenzando a desmovilizarse. Alrededor de la mitad de los agentes de la fuerza tendrían sus primeros días libres en una semana los lunes y martes, y la otra mitad los miércoles y jueves, precisó.
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