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Columna: Como primer secretario de Salud latino, Becerra trabajará en equipo con Biden y sabrá dar fuertes peleas

California Atty. Gen. Xavier Becerra is President-elect Joe Biden's nominee for secretary of Health and Human Services.
El procurador general de California, Xavier Becerra, es el candidato del presidente electo Joe Biden para el puesto de secretario de Salud y Servicios Humanos. Becerra no es un novato ingenuo que necesita entrenamiento en Washington, escribe el columnista George Skelton.
(Associated Press)
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En Xavier Becerra, el presidente electo Joe Biden suma un jugador de equipo, un político inteligente y un gerente competente, que sobresale por estar en el lugar correcto en el momento adecuado.

También es un tipo realmente agradable, que no será un alborotador de la administración, pero puede ser duro en una pelea.

Sumado a ello, está listo para Washington; no es un novato ingenuo que necesita entrenamiento para D.C.

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Pero, a diferencia de muchos en el ámbito de la política, él no es una figura que busque la atención de los medios de comunicación.

El fiscal general de California es indudablemente un liberal, pero no un radical de extrema izquierda, como alegan algunos republicanos del Senado.

Becerra dijo una vez que apoyaba “Medicare para todos”. Pero ¿qué significa eso? Los izquierdistas que abogan por el tema no se refieren al verdadero Medicare, que se complementa con un seguro privado; lo que quieren es una cobertura médica exclusivamente pública.

Becerra también afirmó que favorece la propuesta práctica y más moderada de Biden para expandir la Ley de Cuidados de Salud Asequibles (Obamacare) con una “opción pública” de seguro financiado por el gobierno.

Esa es solo una de las batallas complicadas y acaloradas que enfrentará Becerra como secretario de Salud y Servicios Humanos de Biden, una madeja de programas que atraen intereses e ideologías en competencia feroz y pueden abrumar a quien intente liderarlo.

La agencia en expansión gasta más de $1.4 billones al año y es responsable de la cobertura de salud de más de 100 millones de estadounidenses, principalmente a través de Medicare y Medicaid.

Becerra, de 62 años, parece estar a la altura de su mandato de cuatro años como “policía principal” de California, donde dirigió una gran burocracia y tuvo 12 períodos anteriores como miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en representación del centro de Los Ángeles. También fue presidente del Caucus Demócrata y ayudó a maniobrar el avance de Obamacare en la Cámara.

Hijo de inmigrantes mexicanos de clase trabajadora, Becerra sería el primer secretario de salud latino de Estados Unidos, si el Senado lo confirma. También fue el primer procurador general latino de California.

Fue una decisión inteligente de Biden optar por él para el puesto después de que dos posibles nominadas anteriores arruinaran sus posibilidades de convertirse en prestigiosas miembros del gabinete.

La gobernadora de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, copresidenta del equipo de transición de Biden, estaba ansiosa por dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), según noticias publicadas. En cambio, le ofrecieron el puesto de secretaria del Interior y lo rechazó, lo cual molestó a los principales asesores del presidente electo. Ella terminó con las manos vacías, al menos hasta ahora.

La gobernadora de Rhode Island, Gina Raimondo, estaba a punto de que le ofrecieran el cargo en el HHS, también según versiones de prensa. Pero tiene hijos en edad escolar y no estaba interesada en mudarse a Washington. También le preocupaba el terreno: qué papel tendría en la lucha contra la pandemia y la vacunación de los estadounidenses. Entonces, la gobernadora anunció públicamente que no quería el puesto.

Entonces, el equipo de Biden se dirigió rápidamente a Becerra, quien ya había sido preaprobado y estaba en la lista corta de candidatos posibles para procurador general de Estados Unidos.

Becerra no dudó: aceptó la oferta, dándose cuenta de que la oportunidad de convertirse en un secretario de gabinete suele ser un regalo invaluable que se da una sola vez en la vida. Eres poderoso y te tratan como a la realeza, especialmente como un participante destacado en una nueva administración. No es bueno volverse exigente con el trabajo o pelear por el terreno antes de ser nominado.

Biden mostró fuerza al mantenerse firme y no ceder a las preferencias de las dos gobernadoras.

Becerra estaba en el lugar correcto en el momento justo, tal como lo estuvo en 2016, cuando el entonces gobernador Jerry Brown lo eligió para ocupar el puesto de fiscal general que había dejado Kamala Harris. La exprocuradora acababa de ser elegida para el Senado de Estados Unidos, un cargo que usaría como trampolín hacia la vicepresidencia.

Justo antes de las elecciones generales de 2016, Becerra estaba en Sacramento haciendo campaña por dos candidatos al Congreso. En una recepción, se encontró con una exconocida de Washington: la fallecida Nancy McFadden, la principal asistente de Brown. Hablaron durante un buen rato. Harris tenía todas las probabilidades de ganar el escaño del Senado, y Brown no se había decidido por un reemplazo. McFadden comenzó a pensar: “¿Y si fuera Xavier?”.

McFadden le sugirió el nombre de Becerra a Brown, quien quedó impresionado con el currículum y la inteligencia política del congresista, reconoció más adelante. El gobernador habló con Becerra por teléfono y le ofreció el puesto. “No fue una decisión difícil”, dijo McFadden. “Simplemente tenía sentido”.

También tenía mucho sentido que el demócrata renunciara a su escaño en la Cámara y regresara a su ciudad natal de Sacramento para convertirse en procurador general del estado. Donald Trump había sido elegido presidente y los republicanos controlarían ambas cámaras del Congreso.

Becerra probablemente llamó la atención de Biden al presentar más de 100 demandas federales contra la administración Trump, de todo tipo: los intentos de la administración de hundir Obamacare, sus políticas antiinmigración, los esfuerzos para socavar las protecciones ambientales de California y debilitar los intentos del estado para combatir el cambio climático.

Becerra avanzó constantemente en la Corte.

Los críticos pensaron que estaba demasiado obsesionado con demandar al mandatario saliente. “No nos despertamos buscando pelear, pero cuando la administración Trump amenaza a nuestra gente, nuestros valores y recursos, estamos listos”, aseguró Becerra.

El procurador también fue criticado por muchos republicanos, por escribir títulos y sumarios oficiales de propuestas electorales con un sesgo demócrata. Tienen razón; ello podría atribuirse a que es un jugador de equipo dentro del partido.

Algunos especulaban que el gobernador Gavin Newsom seleccionaría a Becerra para reemplazar a Harris como senador. Pero eso no iba a suceder, y Becerra ni siquiera estaba haciendo campaña por el escaño en el Senado. Él supuso -podría pensarse que correctamente- que la bancada será para el secretario de Estado, Alex Padilla, un leal a Newsom desde hace mucho tiempo.

Quizá la primera tarea de Becerra ahora debería ser enseñarle a su futuro jefe a pronunciar su nombre. Biden erró dos veces al presentar a su nuevo nominado frente a la audiencia televisiva nacional.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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