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La vacuna contra el COVID-19 supera un obstáculo clave en California y en buena parte del oeste

In a blue-gloved hand, a masked nurse holds a vial of the Pfizer-BioNTech COVID-19 vaccine.
Una enfermera sostiene un frasco de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19, la semana pasada en el Guy’s Hospital de Londres.
(Frank Augstein / Associated Press)
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La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech superó otro obstáculo en California este domingo, cuando un grupo de trabajo formado por científicos y expertos respaldó su seguridad.

El conjunto, que representa a California, Nevada, Oregón y Washington, revisó la vacuna por separado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA, por sus siglas en inglés), que el viernes pasado emitió una autorización de uso de emergencia. El grupo hizo su recomendación a los gobernadores de los cuatro estados el domingo por la mañana, detallaron las autoridades en un comunicado de prensa.

La medida allanó el camino para distribuir las vacunas en California. La cuenta de Twitter del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) precisó el domingo por la noche que el primer lote de viales había llegado a Los Ángeles, y que habría más durante este mes y enero.

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“Mientras los envíos de la vacuna ya están camino a California”, expresó el gobernador Gavin Newsom en un comunicado, “trabajaremos mano a mano con los funcionarios de salud pública locales para distribuirla a la primera fase de receptores”.

La primera asignación de California, de aproximadamente 327.000 dosis, se enviará principalmente a hospitales de cuidados intensivos, para vacunar a los trabajadores de la salud, aunque algunos condados también destinarán una parte a los centros de enfermería especializada. Es posible que la vacuna esté disponible para todos los que la deseen hasta la primavera.

“Realmente estamos viviendo y escribiendo la historia en este momento”, expuso Desi Kotis, directora ejecutiva de farmacia de UC San Francisco Health, quien dirige el lanzamiento de la vacuna allí.

UC San Francisco Health espera recibir al menos 975 dosis el lunes o martes, seguidas de más envíos en la semana. Si los funcionarios del hospital obtienen la primera asignación para el martes —“lo cual es una gran esperanza”, indicó Kotis— planean comenzar a vacunar el miércoles por la mañana.

El envío inicial no será suficiente para cubrir a los aproximadamente 20.000 individuos afiliados al sistema de salud que necesitan ser vacunados, incluido el personal del Hospital Infantil Benioff, de UC San Francisco en Oakland, y múltiples consultorios afiliados; la fuerza policial de UC San Francisco; y estudiantes, personal e investigadores de la Facultad de Medicina de UC San Francisco. De ellos, UC San Francisco Health priorizó entre 10.000 y 11.000 personas que tienen un alto riesgo de exposición prolongada al coronavirus.

“No es solo un médico, un enfermero o un farmacéutico”, destacó Kotis. “Podría ser que un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional trabajen con un paciente con COVID. O un camillero, que mueve a los pacientes con COVID por el hospital y las clínicas. Es el trabajador de servicios ambientales, el de mantenimiento que limpia nuestras instalaciones”.

Otros a los que se les dará prioridad son los socorristas, las personas que trabajan en sitios de prueba de coronavirus o administran vacunas, estudiantes en rotaciones clínicas en áreas de alto riesgo, como el departamento de emergencias, e investigadores que trabajan activamente con pacientes o vacunas COVID-19, remarcó Kotis.

El hospital vacunará solo alrededor de un tercio de cualquier grupo de trabajo a la vez, por lo cual si los empleados sufren efectos secundarios y necesitan un día libre, quedan suficientes empleados para atender a los pacientes.

El Departamento de Salud Pública del estado seleccionó a UC San Francisco Health como un sitio de distribución de vacunas a principios de noviembre después de responder una serie detallada de preguntas sobre sus instalaciones, hasta el detalle de los números de serie en sus congeladores ultrafríos para almacenar la vacuna, explicó Kotis. El hospital también tuvo que dar fe de que estaría dispuesto a vacunar a pacientes y empleados que no estuvieran afiliados a UC San Francisco.

Según las últimas instrucciones de los funcionarios de salud, UC San Francisco planea usar las dosis iniciales únicamente en sus propios empleados y estudiantes, pero eso podría cambiar, y el centro médico está “listo para avanzar y hacer ese trabajo”, agregó Kotis.

“Si nuestro departamento de salud afirma que se debe vacunar a otras personas de los centros de atención a largo plazo, ya sean trabajadores o residentes, o de otros hospitales en el área, cumpliremos con ello”, enfatizó.

El sistema de salud espera vacunar a su fuerza laboral de alto riesgo a mediados de enero. Los estudiantes y el personal pueden optar por no participar. UC San Francisco luego pasará al segundo grupo de personas a inmunizar, que incluye a trabajadores esenciales y pacientes de mayor riesgo. Ya están en curso discusiones sobre cómo se priorizará a los individuos dentro de esos grupos, expuso Kotis.

La noticia de la recomendación del grupo de trabajo se conoció mientras las condiciones en los hospitales de California siguieron empeorando. Hubo 13.047 pacientes con COVID-19 internados este sábado, según datos informados por el estado el domingo. La cifra es casi seis veces más alta que hace dos meses, cuando había 2.226 pacientes.

El condado de Los Ángeles registró un aumento de las hospitalizaciones en aproximadamente la misma proporción, al internar a 4.203 pacientes el sábado, en comparación con 723 dos meses antes. Los funcionarios de salud pública del Condado informaron el domingo 29 muertes por COVID-19 y 12.731 nuevos casos de coronavirus, lo cual marcó el cuarto día consecutivo en que el número de nuevos casos superó los 11.000. Las altas cifras se produjeron aún cuando la cantidad de casos suele ser menor los fines de semana, porque algunos laboratorios no informan los resultados.

Mientras los camiones que transportaban la vacuna partían de la planta de fabricación de Pfizer cerca de Kalamazoo, Michigan, el domingo, los defensores intentaban disipar el escepticismo sobre un fármaco que podría salvar vidas.

El Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), remarcó que el nivel de escrutinio al que se había sometido la vacuna no tenía precedentes, y que los datos que detallaban su seguridad y eficacia estaban disponibles públicamente.

“Este es un resultado muy poderoso en un año increíblemente intenso para desarrollar esto”, afirmó Collins en “Meet the Press”, de NBC. “Y creo que todas las personas razonables, si tuvieran la oportunidad de dejar las murmuraciones a un lado y desatender todas esas terribles teorías de conspiración, dirían: ‘Quiero esto para mi familia; lo quiero para mí’”.

Collins reconoció que la sensación de que el desarrollo de la vacuna fue apresurado, más la “terrible polarización” en el país, creó un cierto escepticismo. Pero, afirmó, éste es infundado. También advirtió que el hecho de que se lance una vacuna no debe hacer descartar otros pasos de seguridad en materia de salud. “Las mascarillas seguirán siendo parte de nuestra vida”, comentó. “Tenemos que reconocer eso y no dar un paso atrás o empezar a bajar la guardia”.

Kotis se hizo eco de ese sentimiento. “Todavía tendremos que cumplir con las reglas, la mascarilla y la distancia, mantener las manos limpias y no festejar como en 1999 e ir a una gran rave mañana por la noche porque me vacuné”, indicó. “Tenemos que ser pacientes, y llevará tiempo. Pero la luz al final del túnel ya no es un tren que viene hacia nosotros. Es un brillante rayo de esperanza”.

Jay Inslee, gobernador demócrata de Washington, afirmó que la revisión de los cuatro estados debería tranquilizar a los residentes de la región. “Era crucial que los estados occidentales tuvieran su propio análisis independiente de la vacuna”, destacó en un comunicado, “para tener una confianza adicional en su seguridad y eficacia antes de comenzar a administrarla a nuestra gente”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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