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Algunas morgues y funerarias de Los Ángeles no tienen espacio para los muertos

A woman in a mask gestures to a whiteboard with multiple columns packed with writing in various colors.
La directora de Continental Funeral Home, Magda Maldonado, observa un tablero con docenas de nombres de los muertos que aún no han sido enterrados o incinerados, en el este de Los Ángeles, el 20 de diciembre.
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)
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A medida que los hospitales del sur de California se llenan de personas contagiadas con COVID-19, también los lugares donde terminan algunos de esos pacientes. Los operadores de morgues y funerarias dicen que tienen que rechazar a las familias en duelo, porque no cuentan con la capacidad para manejar más cuerpos.

“Lo que nunca me ha pasado, incluso desde el comienzo de esto”, comentó Rob Karlin, el propietario y director de la funeraria de Los Angeles Funeral Service en Culver City, “es que ahora les estoy diciendo a las personas que me llaman: ‘Lo siento. No podemos ayudarlo. Estamos al máximo de capacidad’”.

Karlin fundó una empresa de ataúdes en 1996 y el servicio funerario en 2005. “Nunca he estado en una posición en la que tuviera que decir: ‘Lo lamento. No puedo ayudarte’”, señaló.

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En Los Ángeles, 7.181 personas fueron hospitalizadas el martes con COVID-19, un récord de un solo día, según el departamento de salud del Condado. Una quinta parte de esos pacientes estaban en unidades de cuidados intensivos (UCI). Los ingresos a los centros de salud representan un incremento de más de tres veces desde el pico del aumento de virus en julio, indicó la dependencia.

El Condado registró 227 decesos por COVID-19 el martes.

Karlin atribuyó sus problemas de capacidad, tanto al aumento de casos, como a una desaceleración en el proceso de enterrar a los muertos. Obtener certificados de defunción, recuperar los cuerpos del forense, embalsamarlos: “Todo está tardando más”, expuso.

A man in a white gown and mask stands alongside one of the corpses that are stacked on shelves.
El conductor de Continental Funeral Home, Manuel Aguilar, maneja a una de las víctimas de COVID-19 almacenada en un refrigerador móvil fuera de las instalaciones el 21 de agosto.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Los embalsamadores, agregó, están tratando a todos los cuerpos como si hubieran sido infectados con COVID-19. “Están tomando precauciones adicionales y usan mucho blanqueador”, explicó. “Existe una incertidumbre sobre cuánto tiempo es peligroso el coronavirus en un cadáver. No lo sé. Hay tantas cosas que desconocemos”.

Jennifer Bagues, la gerente general de Felipe Bagues Mortuary en Boyle Heights, tuvo que comenzar a rechazar a familias esta semana. El pequeño depósito de cadáveres en 1st Street, que fue fundado por su bisabuelo, no puede albergar más de 20 cuerpos.

“Estamos saturados”, comentó.

Bagues estima que el 75% de las llamadas que ha recibido en las últimas dos semanas han sido de familias cuyos parientes han muerto por COVID-19. Últimamente, se ha dado cuenta de que algunas familias están regresando para enterrar a un segundo ser querido. Ella programó un servicio este fin de semana para un esposo y una esposa que murieron a causa de coronavirus, el quinto que ha organizado desde que comenzó la pandemia, explicó.

Bagues explicó que la desaceleración burocrática había contribuido a problemas de capacidad, ya que la morgue tenía que albergar los cuerpos de las personas que debían ser enviadas de regreso a sus países de origen por un período de tiempo más largo. Aunque puede obtener la mayoría de los permisos y certificados en línea, la documentación necesaria para enviar un cuerpo fuera del país debe presentarse en persona o por correo, señaló. Normalmente, los edificios del Condado estarían abiertos y un empleado podría entregar los papeles en persona, pero con el cierre de las oficinas gubernamentales por la pandemia, se ve obligada a enviar los formularios por correo. El proceso se ha ralentizado mucho, pero los cuerpos siguen llegando.

Decirle a las familias en duelo que no pueden llevarse a sus seres queridos es “desgarrador”, comentó Bagues. “Creo que mi padre se revolcaría en su tumba si me escuchara decir eso”.

En St. Francis Medical Center en Lynwood, el personal de las funerarias no puede llegar lo suficientemente rápido para sacar los cuerpos de la morgue del hospital, dijo Scott Byington, enfermero del centro de salud. Ellos visitan el nosocomio varias veces al día para recoger tantos cadáveres como puedan, pero el espacio limitado en las funerarias ha creado un retraso. Cualquier lugar abierto se llena rápidamente con más pacientes fallecidos, indicó Byington.

Al comienzo de un turno reciente, le dijeron al enfermero que había suficientes camillas para nueve personas más en la morgue del hospital. Seis horas después, varios pacientes habían muerto y los espacios estaban llenos, informó.

“Estábamos llamando al depósito de cadáveres para que vinieran y se llevaran los que pudieran”, dijo. “Nuestra morgue ha estado saturada todo el tiempo”.

El personal de la morgue ha informado que solo puede aceptar cadáveres para la cremación, ya que eso ocupa menos espacio, señaló Byington. Es un índice sombrío del número de víctimas de la pandemia.

“Nunca hubiera pensado que vería algo como esto”, agregó.

El médico forense de Los Ángeles comenzará a ayudar a almacenar cadáveres porque hay demasiados en los hospitales y depósitos, señaló el miércoles la supervisora del Condado, Hilda Solís.

“Es una realidad tan sombría”, puntualizó Solís, “pero me veo obligada a decir esto porque ha llegado al nivel en el que necesitamos mostrar el verdadero precio de lo que este virus ha cobrado y cómo puede continuar”.

A partir del lunes, se espera que seis miembros de la Guardia Nacional de California ayuden a la oficina del médico forense a manejar la gran cantidad de cadáveres. Apoyarán en las funciones de gestión y administración hasta fines de enero, que se extenderán si es necesario, indicó Solís.

La morgue del Condado tiene actualmente espacio para otros 386 cuerpos, “ciertamente más que suficiente, esperamos, para satisfacer las necesidades” de los hospitales públicos locales, señaló la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del Condado.

Ella suplicó a la gente que se quede en casa y evite reunirse para las celebraciones de Año Nuevo.

“Es absolutamente necesario que controlemos este aumento”, indicó. “Si no lo hacemos, entonces el comienzo de 2021 será peor que el final de 2020”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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