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¿Airbnb gratis con su vacuna COVID-19? Los bomberos recibieron ofertas de premios, además de acceso prioritario

Los Angeles Mayor Eric Garcetti holds the Moderna COVID-19 vaccine.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, sostiene una dosis contra COVID-19 de Moderna durante el inicio de la campaña de vacunación para el Departamento de Bomberos de la ciudad.
(Gary Coronado / Los Angeles Times)
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¿Qué tal una tarjeta de regalo de Airbnb con su vacuna COVID-19 de alta prioridad?

¿O un sistema de seguridad para el hogar? ¿Una bicicleta nueva? ¿O un traslado gratis de Lyft?

Esos son algunos de los premios que ofrecen los altos mandos del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD, por sus siglas en inglés), quienes buscan atraer a un grupo inesperado: el personal del departamento que no está dispuesto a ser vacunado.

La renuencia de los bomberos de Los Ángeles se suma a la lista de trabajadores de primera línea en el estado que se niegan a recibir la vacuna, una tendencia que, según los expertos, podría tener graves implicaciones para la salud pública.

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La semana pasada, el Times informó que hasta el 50% de los trabajadores de la salud en algunas regiones se niega a vacunarse, citando una variedad de razones que incluyen la preocupación por los efectos secundarios y el escepticismo ante la ciencia.

Los bomberos están en la primera línea de la pandemia y muchos trabajan como paramédicos y técnicos de emergencia, expuestos regularmente a pacientes infectados. Más de 670 han dado positivo hasta ahora, una docena han sido hospitalizados y dos han muerto, más recientemente el capitán George Roque, de 57 años, un veterano de 22 años.

Para fomentar las vacunas, el jefe de Bomberos, Ralph M. Terrazas, y líderes de los sindicatos recibieron las dosis en un evento grabado en video que se distribuirá esta semana. Es “indoloro, rápido”, comentó. “Me siento bien. Aparte de esa pequeña sensibilidad, no me siento diferente”.

Y para un mayor estímulo, están los premios. Los bomberos vacunados participan en una rifa donde los obsequios incluyen cámaras de seguridad domésticas de la marca Canary, sistemas de entretenimiento Google Nest, bicicletas estacionarias Aventon y tarjetas de regalo para Airbnb y Lyft, según un memorando distribuido por Terrazas la semana pasada.

Los regalos serán financiados por LAFD Foundation, una organización sin fines de lucro que recauda dinero para apoyar al departamento, según el memorándum.

La campaña de influencia y los incentivos son necesarios porque la participación hasta ahora está lejos de ser universal, a pesar de que los bomberos fueron los primeros trabajadores de la ciudad en tener acceso a la vacuna. Solo 1.000 de 3.400 recibieron dosis en la primera semana, según el jefe.

“El Departamento de Bomberos es un reflejo de la sociedad”, señaló Terrazas. “Hay algunas personas que se muestran renuentes por miedo a lo desconocido”.

La duda sobre la vacuna persiste a pesar de la clara evidencia científica sobre la seguridad y eficacia, según expertos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Se realizaron ensayos con decenas de miles de participantes antes de que se aprobaran las inyecciones para un uso más amplio, y ahora se recomienda una vacuna para la mayoría de los adultos.

Los bomberos se encuentran entre los que corren mayor riesgo de contagio. Como parte de su labor, respondiendo a las llamadas al 911 y llevando a los pacientes a las salas de emergencia están en contacto rutinario con personas infectadas. Independientemente de si reciben una vacuna, deben usar equipo de protección en el trabajo.

Hay indicios de que las dudas están generalizadas en el cuerpo de bomberos. Más del 50% de ellos, en la ciudad de Nueva York, afirmaron que no recibirían la vacuna, según una encuesta interna realizada por su sindicato.

No se sabe completamente qué tan extendido está ese sentimiento aquí en Los Ángeles, pero los altos funcionarios dicen que están viendo y escuchando a los escépticos en las filas. Algunos explican que no se sienten cómodos siendo de los primeros en recibir la vacuna. Otros dicen que ya se han infectado, por lo que no sienten que la necesiten.

“Hay mentalidades generacionales. La de una persona de 20 años es diferente a la de un individuo de 50”, comentó Frank Lima, un capitán de LAFD y ex presidente del sindicato que representa a los bomberos de base.

Durante un turno reciente en una estación en Hollywood, se alentó a los bomberos a conducir al centro de la ciudad para vacunarse, solo cuatro de los 10 de guardia recibieron la inyección, incluido él mismo, informó Lima.

Animó a todos los miembros del sindicato a vacunarse, pero señaló que cree que los bomberos merecen decidir por sí mismos. “Mientras, lucharemos con uñas y dientes para darles todas las oportunidades”, comentó Lima. “Respetamos su derecho a tomar esa decisión”.

Terrazas dijo que ha hecho llamados personales para que se vacunen.

“Ayer estuve hablando con un bombero y le pregunté el por qué de su reticencia. Respondió que quería ver si había algún efecto secundario”, explicó Terrazas. “Le envié un enlace al sitio web de los CDC. Creo que verá que los datos muestran que es extremadamente raro tener un efecto secundario”.

Terrazas comentó que estaría observando esos números de cerca en las próximas semanas. Si la participación en la vacunación es baja, el jefe dijo que consideraría hacer obligatoria la inyección después de que las dosis reciban la autorización de los reguladores federales para un uso más amplio.

“Preferiría tener un cumplimiento voluntario”, señaló Terrazas. “Pero al final del día, existe la posibilidad de hacerlo a través de un mandato”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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