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Los residentes negros tienen ahora el mayor riesgo en cuanto al COVID-19 en Los Ángeles

A person receives a COVID-19 shot.
Hadizatou Toure, de 35 años, recibe la vacuna de Pfizer contra COVID-19 de la enfermera registrada Janice Taylor en Los Ángeles, en abril.
(Al Seib / Los Angeles Times)
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En un cambio preocupante, los residentes negros de Los Ángeles ahora tienen el mayor riesgo de infección, hospitalización y muerte por COVID-19 en comparación con cualquier grupo racial o étnico, según muestran nuevos datos.

Desde los primeros meses de la pandemia, los latinos en el condado han sido el grupo más afectado; la tasa de mortalidad por coronavirus entre los residentes latinos superó la de todos los demás grupos raciales y étnicos por primera vez hace 11 meses, y se mantuvo a la cabeza tanto en la segunda como en la tercera ola de la pandemia.

Pero en las últimas semanas, ha habido un cambio inconfundible, y ahora los residentes negros tienen el doble de probabilidades que los latinos y el triple de probabilidades que los habitantes blancos y asiático-americanos de morir a causa del COVID-19. Los residentes negros también tienen el doble de posibilidades de contraer el coronavirus en comparación con los residentes blancos o latinos de Los Ángeles, según los datos presentados por el Departamento de Salud Pública.

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Durante un período reciente de seis semanas, hubo un promedio diario de 45 casos de coronavirus recién diagnosticados por cada 100.000 residentes negros. Sin embargo, por cada 100.000 habitantes blancos y latinos, había aproximadamente 25 casos de coronavirus recién diagnosticados por día entre esos residentes; y por cada 100.000 habitantes asiático-americanos, había 11 nuevos casos de coronavirus diarios.

En términos de muertes por COVID-19, por cada 100.000 residentes negros, hubo un promedio de aproximadamente 1 fallecimiento por día entre los habitantes negros durante el mismo período. En contraste, por cada 100.000 residentes latinos, hubo alrededor de 0.5 muertes diarias entre los habitantes latinos; por cada 100.000 residentes blancos y asiático-americanos, hubo 0.34 decesos al día entre esos grupos poblacionales.

Esas tasas son mucho más bajas que durante el pico de la pandemia. Los casos diarios de coronavirus en general siguen disminuyendo en Los Ángeles y se encuentran en sus niveles más bajos desde marzo de 2020. La tasa más reciente de positividad al virus en el condado es un pequeñísimo 0.5%.

No obstante, los datos más nuevos son una señal de advertencia de lo que podría suceder si las tasas de vacunación no mejoran drásticamente entre los residentes negros.

Solo el 40% de los habitantes negros de 16 años o más han recibido al menos una dosis en Los Ángeles, el porcentaje más bajo de cualquier grupo racial o étnico. Entre los residentes latinos de edad similar, el 48% está al menos parcialmente vacunado, al igual que el 62% de los habitantes blancos y el 71% de los estadounidenses de origen asiático.

“Quién se está infectando y quién está en el hospital es probablemente un reflejo de tasas más bajas de vacunación en algunas de nuestras comunidades más afectadas. Esto va a significar que tenemos que continuar llevando el antígeno a los lugares donde la gente vive y trabaja, y debemos esforzarnos para brindar información de alta calidad sobre la vacuna a quienes tengan preguntas sobre su seguridad y eficacia”, explicó Bárbara Ferrer, directora de salud pública de Los Ángeles.

Las tasas de inoculación relativamente más bajas entre los residentes negros y latinos han sido durante mucho tiempo una señal de advertencia para los funcionarios. Si muy pocos habitantes negros y latinos se vacunan antes de que California reabra completamente su economía, estas comunidades de color, en virtud de tener más personas no inoculadas, seguirán teniendo un mayor riesgo de brotes de COVID-19 y, consecuentemente, de decesos.

“Donde tengamos tasas de vacunación más bajas, será cada vez más probable que esas, desafortunadamente, sean personas que se infecten más fácilmente, terminen siendo hospitalizadas y trágicamente puedan fallecer”, expuso Ferrer. “Si no podemos reducir la brecha de inoculación con la rapidez necesaria, creo que veremos una vez más esta tragedia en torno a la desproporcionalidad de quién tiene los resultados más devastadores en la salud”.

Las señales de advertencia no solo están apareciendo en Los Ángeles. En la capital de la nación, los residentes negros representan el 45% de la población, pero ahora comprenden el 82% de los nuevos casos de coronavirus durante el período más reciente de 10 días, según un análisis del Washington Post. Mientras que el 19.8% de los habitantes negros en Washington han sido completamente inoculados, el 28.8% de los residentes blancos están completamente vacunados.

La Dra. Kirsten Bibbins-Domingo, presidenta del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la UC San Francisco, expresó su consternación por la disparidad en Washington en un tuit. “Las consecuencias de no concentrarse en los más afectados durante la pandemia son devastadoras”, escribió.

Las encuestas muestran que los funcionarios deben hacer más para llevar información a las comunidades negras y latinas sobre cómo y dónde pueden vacunarse. Una encuesta de la Kaiser Family Foundation encontró que los residentes negros y latinos tenían el doble de probabilidades que los habitantes blancos de no tener información sobre dónde obtener la vacuna.

Los adultos negros y latinos eran más propensos que los adultos blancos a preocuparse por faltar al trabajo debido a la inoculación, no poder recibir la vacuna en un lugar de confianza, tener que pagar por el antígeno (aunque sea gratis) y tener dificultad para conseguirla, así como obtener transporte a un sitio de vacunación, encontró la Kaiser Family Foundation. Los adultos jóvenes negros y latinos también tienen más probabilidades que los adultos jóvenes blancos de querer “esperar y observar” antes de recibir la vacuna contra COVID-19, encontró la fundación.

Como resultado, los funcionarios han estado tratando de establecer más clínicas de inoculación móviles en áreas donde las personas carecen de fácil acceso al transporte. Los Ángeles también ha creado un sitio web para que la gente solicite que se establezca una clínica de vacunación en su lugar de trabajo, organización o evento especial.

El presidente Biden ha dicho que los empleadores pueden obtener créditos fiscales por proporcionar tiempo libre y remunerado a los trabajadores que necesitan recibir la vacuna y lidiar con efectos secundarios leves, como fiebre o fatiga, que son comunes un día después de recibir la inyección.

Los funcionarios estatales y locales han comenzado a buscar premios para renovar el interés en las vacunas.

En Los Ángeles, los funcionarios anunciaron un sorteo en el que el gran premio son boletos de temporada para los Kings o el Galaxy. Puede ser elegible si recibe su primera dosis contra COVID-19, o si lleva a alguien para que reciba su primera inyección mientras usted adquiere la segunda, de viernes a jueves, en las clínicas de vacunación administradas por el condado, la ciudad de Los Ángeles o St. John’s Well Child & Family Center, que opera en las comunidades más afectadas por la pandemia.

En todo el estado, el gobernador Gavin Newsom anunció el programa “Vax for the Win” que tiene como objetivo entregar $116.5 millones en efectivo y otros premios para las personas vacunadas. El gran premio ofrece la oportunidad de que 10 residentes de California ganen $1.5 millones cada uno.

Los funcionarios esperan que los programas ayuden a que las personas tengan un incentivo adicional para ser inoculados.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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