Anuncio

Las víctimas del tiroteo masivo en San José no fueron al azar, señala el sheriff

A witness to Samuel Cassidy’s deadly rail yard shooting says the gunman appeared to target certain people: ‘He had a specific agenda.’

Share via

Mientras la ciudad de San José prepara un velorio por las nueve víctimas de un tiroteo masivo, han surgido nuevos detalles sobre los momentos previos a sus muertes.

Nuevos informes han revelado que el tirador pudo haber focalizado sus ataques a las víctimas, quienes tenían entre 29 y 63 años de edad. Fueron encontrados en dos edificios en la Autoridad de Tránsito del Valle (VTA, por sus siglas en inglés) el miércoles.

“Nos parece que le dijo a una de las personas allí: ‘No voy a dispararte’”, expuso el jueves Laurie Smith, sheriff de Santa Clara, a Associated Press (AP). “Y luego atacó a otros individuos. Así que imagino que hubo algún tipo de idea sobre a quién quería disparar”.

Anuncio

Un testigo señaló que el tirador “tenía una lista de personas a las que iba a matar ayer”.

“Les disparó a algunas personas y dejó vivir a otra, luego volvió a atacar a todos”, aseguró Kirk Bertolet, de 64 años, quien ha trabajado para la VTA durante 12 años y estuvo de guardia durante el tiroteo el miércoles.

Bertolet agregó que el pistolero, quien ha sido identificado como Samuel Cassidy, de 57 años, luego “caminó fríamente hacia algunas personas que salían del otro edificio, después entró ahí y encontró sus objetivos. Mató a la gente que quería asesinar”.

Smith le comentó al programa “Today” que Cassidy, quien había estado empleado en el VTA durante al menos ocho años, fue “muy deliberado, muy rápido” durante el tiroteo.

Las autoridades mencionaron inicialmente que lo encontraron con dos pistolas semiautomáticas y 32 cargadores repletos, pero luego actualizaron ese número a tres pistolas. Smith le dijo a la AP que se dispararon 39 tiros y que las pistolas de 9 mm que tenía parecían ser legales, aunque los cargadores de alta capacidad, que contienen 12 balas, son ilegales en California.

La ex esposa de Cassidy, Cecilia Nelms, señaló que él había hablado de matar a personas en el trabajo hace más de una década.

“Nunca le creí y jamás sucedió. Hasta ahora”, comentó a AP tras el ataque.

Según un mensaje que circuló dentro del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) después del tiroteo, Cassidy fue registrado e interrogado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en 2016, cuando regresaba de Filipinas, como informó por primera vez el Wall Street Journal. Los oficiales encontraron materiales en sus bolsas que incluían escritos sobre su odio hacia su patrón.

Los funcionarios del DHS se negaron el jueves a comentar sobre la información recopilada antes del tiroteo. No está claro si los datos encontrados en la búsqueda de 2016 se transmitieron a otras agencias federales o locales en ese momento.

La violencia del miércoles, que ha sido descrita como una disputa en el lugar de trabajo, dejó a la ciudad tambaleándose mientras la comunidad lloraba a las víctimas y exigía respuestas sobre lo sucedido.

Las víctimas que murieron en el lugar han sido identificadas como Paul Delacruz Megia, de 42 años; Taptejdeep Singh, 36 años; Adrián Balleza, 29 años; José Dejesús Hernández III, 35 años; Timothy Michael Romo, 49 años; Michael Joseph Rudometkin, 40 años; Abdolvahab Alaghmandan, 63 años; y Lars Kepler Lane, 63 años. Una víctima, Alex Ward Fritch, de 49 años, murió en el Santa Clara Valley Medical Center.

Las autoridades estaban investigando el momento del ataque. Las primeras llamadas al 911 sobre el tiroteo llegaron a las 6:34 a.m. del miércoles. Tres minutos después, se informó de un incendio en la casa de Cassidy en Angmar Court, a ocho millas de distancia.

Smith indicó que los funcionarios están operando bajo la suposición de que él actuó solo y “prendió algún tipo de dispositivo para que se activara [y prender fuego a su casa] en un momento determinado, probablemente para coincidir con su tiroteo”, aunque señaló que la idea puede cambiar a medida que continúa la investigación.

El oficial Russell Davis comentó el jueves que los oficiales estaban trabajando para obtener una orden de cateo para la casa de Cassidy, que resultó gravemente dañada por el incendio.

“Vamos a utilizar todo lo que podamos y tomar la mayor cantidad de pruebas posibles”, señaló.

Los perros detectores de bombas también encontraron materiales en el patio ferroviario para fabricar artefactos en lo que se presume que es el casillero de Cassidy, incluidos cables detonadores y “los precursores de un explosivo”, informó Smith.

Russell indicó que los funcionarios están trabajando para determinar un motivo.

“Con base en el desarrollo reciente de la investigación, podemos decir que el sospechoso era un empleado de VTA que había estado muy descontento durante muchos años, lo que puede haber contribuido a por qué se dirigió a los empleados”, señaló.

John Courtney, presidente de Amalgamated Transit Union local 265, uno de los cuatro sindicatos que representan a los trabajadores de VTA, dio a conocer en Facebook que estaba conmocionado y profundamente entristecido por la noticia. Agregó que el sindicato estaba trabajando para brindar apoyo y asistencia a las familias de las víctimas y otras personas afectadas por el tiroteo.

Courtney también describió las condiciones de trabajo estresantes en la agencia. En un comunicado de prensa emitido antes del tiroteo, el presidente del sindicato señaló que había tensión por la reducción de las pautas de distanciamiento social y expresó su preocupación de que los trabajadores no hubieran recibido compensación por peligros o, asimismo, pago de héroe durante la pandemia de COVID-19.

Bertolet indicó que la VTA está compuesta por “trabajadores manuales” que comúnmente se mostraban difíciles entre sí.

Comentó que creía que Cassidy se había descarrilado debido al trato en el trabajo.

“Mató a su líder y a las otras personas en su cadena de mando”, explicó. “Supongo que cualquier conflicto, cualquier animosidad que tuviera hacia esos individuos, se desquitó con ellos ayer”.

Durante una conferencia de prensa el jueves, los miembros de la junta y los funcionarios de la VTA expresaron conmoción y tristeza.

“Las palabras no son suficientes para justificar el dolor por el que estamos pasando”, subrayó el superintendente de transporte de tren ligero de VTA, Naunihal Singh. “Estoy enojado, triste. No tengo palabras. Al mismo tiempo, estoy tratando de encontrar razones”.

Singh también dijo que se mostró el carácter de sus compañeros de trabajo que intentaron salvar a otros durante el ataque. La familia de una víctima, Taptejdeep Singh, reveló que ayudó a sus compañeros a esconderse antes de que le dispararan.

El concejal de la ciudad de San José, Raúl Peralez, habló como miembro de la junta de VTA y como amigo de una de las víctimas, Rudometkin.

“Personalmente, mi corazón está roto”, expresó. “Y, honestamente, tomará mucho tiempo, no para mí, sino para todos nosotros, poder sanar”.

El alcalde de San José, Sam Liccardo, escribió en Twitter que se llevará a cabo un velorio por las víctimas a las 6 p.m. el jueves en City Hall Plaza.

“Este es un momento para que nos unamos y estemos en duelo”, señaló.

Caltrain ofrecerá transporte gratuito al evento, anunció la concejal Dev Davis.

Cassidy era conocido por los vecinos como un tipo “muy extraño, muy tranquilo” en su vecindario de clase trabajadora, comentó Ramón Crescini, de 64 años, un contratista retirado que vive muy cerca.

Se divorció hace más de una década. Nelms, su ex esposa, le comentó a Mercury News que tenía un temperamento voluble y que a menudo se quejaba de que sus compañeros de trabajo y familiares tenían vidas más fáciles que él.

En abril de 2009, Cassidy recibió una orden de restricción contra una exnovia de 45 años, a quien el Times no menciona porque es víctima de una presunta agresión sexual.

En una entrevista con KRON-TV la madrugada del jueves, Smith informó que Cassidy se quitó la vida cuando los agentes lo confrontaron. Las autoridades declararon el miércoles que no intercambiaron disparos con él.

“Fue un cobarde. Hizo un acto cobarde”, señaló Smith.

En una conferencia de prensa el miércoles, el gobernador Gavin Newsom subrayó que hay una “similitud y un entumecimiento tras estos incidentes” después de reunirse con los familiares de las víctimas. Preguntó cuándo terminará la violencia.

“¿Qué diablos está pasando en Estados Unidos?”, cuestionó Newsom. “¿Qué diablos nos pasa? ¿Cuándo vamos a bajar las armas?”.

En declaraciones al programa “Today”, Smith expresó una incredulidad similar.

“¿Qué podría impulsar a alguien a tomar este tipo de acción? No lo sabemos en este momento”, señaló.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

Anuncio