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¿Aumenta el riesgo de la enfermedad de Lyme?: Garrapatas en las playas de California

A deer tick as seen through a microscope
Una garrapata de venado, un portador común de la enfermedad de Lyme, bajo un microscopio.
(Associated Press)
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Millones de personas disfrutan de las playas de California en los meses más cálidos. Al parecer, las garrapatas portadoras de la enfermedad de Lyme también.

El hallazgo surgió después de cuatro años de trabajo de campo en el área de San Francisco, en California, y la región vinícola cercana, que involucró la recolección de unas 3.000 garrapatas occidentales de patas negras.

La abundancia de arácnidos chupadores de sangre sorprendió a algunos biólogos y expertos, en parte porque no está claro qué animales pueden estar propagándolos.

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La forma en que estas garrapatas sobreviven, se alimentan y reproducen en las áreas costeras sigue siendo un misterio, destacó Dan Salkeld, ecologista de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, quien dirigió el estudio. El anfitrión mamífero favorito de las garrapatas, la ardilla occidental gris, no frecuenta los paisajes costeros con pastos.

Aunque la investigación aún no se dio a conocer, podría ser importante para evaluar si la enfermedad de Lyme, una infección potencialmente debilitante transmitida por garrapatas, está en alza en el Área de la Bahía y en todo el estado.

Linda Giampa, presidenta de la Bay Area Lyme Foundation, no tiene dudas de que la enfermedad se ha afianzado con más fuerza. “Definitivamente está aumentando con las garrapatas”, destacó Giampa, cuya organización financió la investigación. “Es ecología básica”.

Otros, incluido Salkeld, consideran difícil determinar una tendencia a largo plazo. “Observar los patrones de casos humanos a lo largo de los años no es sencillo; bien puede haber variaciones anuales, y el panorama puede complicarse por el cambio climático, los cambios en la información o la vigilancia de la enfermedad de Lyme, etc.”, afirmó. “Es difícil determinar una trayectoria particular de casos humanos”.

Aún así, California tiene una incidencia mucho menor de garrapatas portadoras de enfermedades que otras partes del país, particularmente la costa este, donde hasta la mitad de todas las garrapatas pueden ser portadoras.

Por el contrario, las encuestas en los condados de Mendocino, Sonoma, Napa, Marín, Santa Clara, Santa Cruz y Monterey indican una incidencia del 4% de la bacteria que causa la enfermedad de Lyme en las garrapatas que se encuentran en los bosques, pastizales y matorrales de playa.

Según Giampa, también hay focos más al sur, en Malibú, Manhattan Beach y Newport Beach. “Sé que está allí”, destacó, citando un estudio en curso que su organización financia en el sur de California.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que aproximadamente 476.000 personas contraen la enfermedad cada año. La mayoría de los casos ocurren en el noreste, los estados del Atlántico medio y el medio oeste superior.

Los primeros síntomas de la enfermedad, causada por una bacteria conocida como Borrelia burgdorferi, incluyen fiebre, escalofríos, fatiga y dolores musculares e inflamación de los ganglios linfáticos. Si no se trata, puede causar artritis, articulaciones inflamadas, parálisis facial, irregularidades cardíacas, inflamación del cerebro y dolor de nervios.

La enfermedad generalmente se aborda con un tratamiento estándar de antibióticos. Es tan común en la costa este que los médicos recetan antibióticos por precaución a los pacientes que reportan haber sido picados por garrapatas. En California, sin embargo, donde la condición no está tan bien estudiada o no es tan usual, su reconocimiento se retrasa.

Ahí es donde el grupo de Giampa intenta marcar la diferencia, financiando investigaciones como la de Salkeld para comprender mejor el comportamiento y la ecología de la garrapata occidental de patas negras y para estudiar la incidencia de las bacterias que causan Lyme en ellas.

La organización patrocinó un estudio de ciencia ciudadana, publicado en 2019, para el cual personas de todo el país recolectaron y enviaron garrapatas a un laboratorio en Arizona para su análisis. Entre 2016 y 2018, el equipo analizó más de 21.000 garrapatas de 49 estados y encontró varias capaces de albergar la enfermedad de Lyme en 24 estados, incluidos algunos que tienen poblaciones de garrapatas de patas negras occidentales o garrapatas de venado, el huésped común en el este y en el medio oeste superior.

En enero, un estudio comprobó que a lo largo de la costa oeste es probable que la garrapata de patas negras occidental amplíe su rango a medida que crece la población y cambia el clima.

Seemay Chou, bioquímico de la UC San Francisco, ahora trabaja con Salkeld y un equipo, para examinar otras enfermedades en las garrapatas, incluidos los virus.

“Realmente estamos tratando de sondear más a fondo las regiones del norte de California” en busca de otros microbios en las garrapatas, intentando descubrir enfermedades transmitidas por estos ectoparásitos, que sean menos reconocidas.

A medida que la huella de estas garrapatas infecciosas se expande, es fundamental saber cómo y dónde lo hace, sugieren los investigadores y activistas, algunos de los cuales emplean una jerga para describir cómo los arácnidos están en una “cruzada” en busca de “alimento de sangre”.

Para Richard Ostfeld, ecólogo del Cary Institute of Ecosystem Studies, con sede en Millbrook, Nueva York, los humanos a menudo crean entornos donde las garrapatas y sus huéspedes prosperan. En la costa este, donde el experto realiza la mayor parte de su investigación, el huésped ideal para las garrapatas del venado son los ratones, y les encantan los suburbios.

En toda la costa oeste, las garrapatas de patas negras prefieren las lagartijas y ardillas y, tal como indica esta nueva investigación, a un huésped aún no identificado que frecuenta los matorrales de la playa. Según Ostfeld y Salkeld es poco probable que los lagartos sean ese huésped, porque llevan un agente biológico que neutraliza las bacterias.

A Ostfeld no le sorprendió encontrar garrapatas junto al océano, y señaló que prefieren ambientes húmedos. Otros investigadores han escuchado que las garrapatas son cada vez más frecuentes en todo el estado, incluso con las condiciones de sequía actuales. “No entiendo qué ocurre”, expresó Salkeld.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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