Patrulla Fronteriza en San Diego dice que ve a más migrantes que necesitan ser rescatados
La agencia espera desalentar a más destacando que los contrabandistas abandonan a los migrantes en condiciones peligrosas
OTAY MESA, California — A medida que los migrantes desesperados intentan cruzar cada vez más la frontera sur de Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza del sector de San Diego dice que el número de rescates, muertes y lesiones en la región también se ha disparado.
La agencia celebró una demostración destinada a disuadir a los migrantes de correr riesgos peligrosos. También promocionó nuevas balizas de rescate para quienes se pierdan o sean abandonados por los contrabandistas en la peligrosa montaña de Otay.
Las balizas, instaladas en enero de 2021, permiten a los migrantes indocumentados pedir ayuda pulsando un botón rojo, que se ilumina y activa el poste guía, notificando a la Patrulla Fronteriza de las personas en peligro. Hay cuatro balizas colocadas en las zonas de la región con el terreno más accidentado.
En los 12 meses que terminaron el 30 de septiembre de 2020, los agentes de la Patrulla Fronteriza del sector de San Diego realizaron 45 rescates y se encontraron con 14 muertes en la región.
Desde el 1 de octubre de 2020, los agentes ya han realizado 41 rescates y se han encontrado con 29 muertes a lo largo del tramo de 60 millas de la frontera suroeste en la región de San Diego, según Scott Garrett, jefe adjunto de la Patrulla Fronteriza.
“Estas cifras no tienen en cuenta las llamadas casi diarias al 911 y otras llamadas de asistencia de migrantes perdidos tras ser abandonados por sus contrabandistas”, añadió Garrett.
Aunque los datos exactos del número de lesiones que se comunican a la Patrulla Fronteriza no estaban disponibles de inmediato, Garrett dijo que las lesiones también están aumentando, ya que los contrabandistas abandonan a los migrantes en condiciones climáticas peligrosas o si no pueden seguir el ritmo del resto del grupo.
La agencia realizó la demostración de un rescate con helicóptero por parte de su unidad de Búsqueda, Trauma y Rescate de la Patrulla Fronteriza (BORSTAR), un grupo de 30 agentes con formación especial en medicina de emergencia.
El equipo utiliza un perro adiestrado para encontrar a personas perdidas y lesionadas y, cuando es necesario, una grúa lanzada desde un helicóptero para sacarlas de la montaña.
De pie en la cima de los 1500 metros, el agente supervisor de la Patrulla Fronteriza, James Robinson, ve una historia en cada pico y valle del horizonte.
Robinson, uno de los miembros del equipo BORSTAR, señala hacia la carretera 94, al norte de Tecate, y recuerda “una de las llamadas más desgarradoras en las que he estado” en el cañón de Grapevine Creek.
Una familia de cuatro migrantes, entre ellos dos niños pequeños, se vio abrumada por la velocidad de las llamas durante los incendios forestales de 2007.
Sobrevivieron. Pero la semana pasada, dijo Robinson, señalando una dirección diferente, hubo una migrante abandonada en el calor extremo que “no tuvo tanta suerte”.
“Murió sola en el desierto”, dijo Robinson. “Los migrantes que hacen el viaje a través de la frontera reciben información errónea sobre los peligros a los que se enfrentarán”.
Los activistas migrantes señalan la militarización de la región fronteriza y el endurecimiento de las medidas de seguridad fronteriza como la causa del aumento de las lesiones y las muertes.
Eso incluye la política del Título 42 de la administración del presidente Trump —continuada por la administración del presidente Biden— que da a los funcionarios fronterizos el poder de expulsar inmediatamente a las personas que aprehenden de vuelta a México o a sus países de origen, lo que a menudo conduce a repetidos intentos de cruzar.
“Mientras que los contrabandistas son parcialmente culpables de llevar a los migrantes por rutas peligrosas, la Patrulla Fronteriza impulsa una narrativa que intenta absolverlos de toda responsabilidad por las barreras estructurales que están empujando a los migrantes a tomar medidas más extremas para cruzar”, dijo Pedro Ríos, el director del Programa Fronterizo México-Estados Unidos del Comité de Servicio de Amigos Americanos.
Cuando se le pidió que respondiera a esa crítica, Garrett dijo que reconoce que la mayoría de las personas que intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México sin documentación buscan una vida mejor y huyen de la violencia, pero dependen de los contrabandistas para cruzar, que están motivados por la codicia y el poder.
“Los contrabandistas son los que los ponen en riesgo, no la Patrulla Fronteriza. Nosotros estamos ahí para ayudarles”, dijo.
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