Anuncio

¿Cómo ayudar a los angelinos sin hogar durante los meses más fríos?

Hombre desamparado duerme en la acera en Wall Street
Un hombre desamparado encuentra en la acera un lugar seco para dormir sobre Wall Street, en el centro de Los Ángeles, el 2 de marzo de 2019.
(Luis Sinco/Los Angeles Times)
Share via

Si bien es posible que no marquemos nuestras estaciones con los cambios climáticos tradicionales como en otras partes del país, en el Estado Dorado no siempre hay sol radiante ni hace 70 grados, como puede atestiguar cualquiera que viva aquí.

En 2019, The Times informó que más personas sin hogar murieron debido al frío que en las ciudades de San Francisco y Nueva York juntas.

Las temperaturas comienzan a bajar y llegan las tormentas.

Así es cómo los angelinos pueden ayudar a una de las poblaciones más vulnerables de la ciudad.

Anuncio

Compartir es demostrar interés

Los extremos en cualquier termómetro pueden representar serias amenazas para la salud y el bienestar de las personas sin hogar.

Cat Kim, directora de la junta de SELAH Neighborhood Homeless Coalition, comentó que se puede brindar ayuda muy valiosa simplemente compartiendo cualquier artículo adicional para invierno que se tenga. Puede llevarlos en su automóvil para dárselos a las personas sin hogar que vea o dejarlos en organizaciones sin fines de lucro, como SELAH, para su distribución.

Se requieren:

  • Gorros
  • Guantes térmicos
  • Calcetines gruesos (preferiblemente de lana, son buenos para absorber la humedad)
  • Mantas calientes
  • Chamarras abrigadoras
  • Zapatos cerrados
  • Calienta manos
  • Lonas y carpas

El condado de Los Ángeles reabrió sus refugios de invierno el 1 de noviembre para personas desamparadas. Permanecerán abiertos las 24 horas del día hasta el 31 de marzo de 2022, pero el espacio es limitado.

Según la Autoridad de Servicios para Personas sin Hogar de Los Ángeles, había 66.436 desamparados en el condado en 2020. Actualmente, el Estado Dorado solo tiene 433 camas disponibles en sus refugios de invierno.

Ahmad Chapman, director de comunicaciones de LAHSA, espera que el número aumente en los próximos meses. Se pueden abrir albergues adicionales, agregó, si las condiciones climáticas lo requieren.

Durante las temporadas de calor extremo, el condado opera centros de enfriamiento para ofrecer refugio de las temperaturas sofocantes. Pero cuando se trata de períodos de frío extremo y tiempo inclemente, consideró Jeanne O’Donnell, gerente de programas de la Oficina de Manejo de Emergencias del Condado de Los Ángeles, el problema no es brindar breves respiros, sino albergue durante la noche.

No solo es un tema para el invierno

Las necesidades básicas de las personas no cambian con las estaciones. Y entre la gente que se encuentra sin hogar, los alimentos, el agua y los productos de higiene siempre escasean, remarcó Kim.

Los donantes deben enfocarse en proporcionar alimentos ricos en carbohidratos, vitaminas y proteínas, agregó. El acceso a estos importantes nutrientes es limitado para quienes no tienen vivienda.

Otras contribuciones útiles incluyen:

  • Comida blanda, ya que las personas sin hogar carecen de acceso a la atención dental regular.
  • Fruta fresca, especialmente variedades fáciles de transportar y almacenar, como los plátanos.
  • Bebidas en polvo para preparar, como Emergen-C, que proporcionan electrolitos y refuerzan el sistema inmunológico del cuerpo.
  • Kits de higiene con toallitas corporales y mascarillas contra el COVID-19.

¿Qué más se puede hacer?

Si bien los suministros son necesarios y apreciados, Mayer Dahan, fundadora del Dream Builders Project, una organización sin fines de lucro que ensambla y distribuye paquetes de atención a las personas sin hogar, remarcó que esos son solo un primer paso.

Ya sea que se involucre en el trabajo de alguna organización o simplemente salga por la puerta de su casa y encuentre a la primera persona a la que pueda ayudar, dijo, las comunidades deben movilizarse para asistirse mutuamente.

Kim sugirió realizar una colecta de suministros en su vecindario. Las organizaciones de ayuda mutua y las entidades sin fines de lucro estarán más que felices de aceptar sus donaciones si no se siente cómodo de acercarse a gente sin vivienda directamente.

“Ayudar a las personas es parte de la naturaleza humana”, añadió Dahan. “Somos un país de gran riqueza y necesitamos encontrar el espacio para retribuir”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio