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El condado de Los Ángeles registra un récord de 44.000 nuevos casos de coronavirus

A nurse pauses for a moment while helping a COVID-19 patient sit up on her hospital bed.
Huy Vo, enfermera anestesista titulada, trabaja en la unidad de cuidados intensivos con un paciente con COVID-19 en el Martin Luther King Jr. Community Hospital el 31 de diciembre.
(Jae C. Hong / Associated Press)

El condado de Los Ángeles continuó informando el sábado de un elevado número de nuevos casos de coronavirus en medio de un aumento de Omicron.

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Las salas de emergencia de toda California se están viendo sometidas a una gran presión al tener que afrontar tanto a una avalancha de nuevos pacientes positivos al COVID-19 como a las personas que acuden a pedir pruebas, mientras los trabajadores sanitarios se ven cada vez más afectados por la variante Ómicron, que se está extendiendo rápidamente.

En el condado de Los Ángeles, las autoridades afirmaron que el sistema de salud está experimentando una importante escasez de personal por la transmisión desenfrenada del coronavirus.

Durante la semana que terminó el jueves, se registraron 973 nuevos casos de coronavirus entre el personal hospitalario, según el Departamento de Salud Pública del condado, un 47% más que la semana anterior.

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En total, el condado de Los Ángeles registró 43.712 nuevos casos de coronavirus solo el viernes, el mayor total de un solo día de la pandemia. El récord anterior, 37.215, se produjo el jueves. Estas cifras están muy por encima del pico diario medio del invierno pasado, cuando el condado del Estado Dorado tenía unos 16.000 nuevos contagios diarios.

El aumento de los infectados ha traído consigo un aumento en la demanda de pruebas de coronavirus, abrumando a los hospitales y a otros sitios.

El gobernador Gavin Newsom anunció el viernes que las tropas de la Guardia Nacional se desplegarían en todo el estado para ayudar con los exámenes.

“El plan de la Guardia Nacional desplegará a más de 200 miembros de la Guardia de California en 50 centros de Optum Serve en todo el estado, proporcionando personal clínico provisional mientras se contrata a trabajadores permanentes, añadiendo capacidad para las visitas sin previa cita, ayudando con el control de multitudes y sustituyendo las ausencias de mano de obra, todo ello en un esfuerzo por realizar más pruebas para más californianos. Otros elementos de la Guardia serán desplegados la próxima semana en funciones similares”, dijo la oficina del gobernador en un comunicado.

En el condado de Orange, unos cinco de sus 25 hospitales están pidiendo más empleados sanitarios al estado “porque están experimentando una escasez extrema de personal”, y se esperan más solicitudes, dijo la doctora Regina Chinsio-Kwong, subdirectora de salud del condado.

“Nuestros hospitales están llenos, y los departamentos de urgencias se están viendo muy afectados”, dijo el viernes.

Las salas de emergencia tienen un número limitado de camas y personal para trabajar. Chinsio-Kwong dijo que, anecdóticamente, ha oído que entre el 10% y el 20% de los empleados no están disponibles por razones relacionadas con el coronavirus, y lo calificó de “situación extrema”.

Las ambulancias están esperando hasta 52 minutos en los hospitales para dejar a los pacientes, muy por encima del límite de 30 minutos, dijo Chinsio-Kwong, la mayoría de los nosocomios han montado tiendas de campaña para aumentar la capacidad, y el Condado de Orange ha dejado de aceptar pacientes que requieren internarse de los condados vecinos.

Es posible que los centros médicos del condado de Orange tengan que empezar a suspender las cirugías programadas, como ya ha ocurrido en otros lugares de California, incluido el condado de Los Ángeles.

Sin embargo, hasta ahora los hospitales no están viendo una escasez crítica de camas disponibles en la unidad de cuidados intensivos, dijo Chinsio-Kwong.

Muchos condados están viendo un porcentaje creciente de personas que ingresan en los hospitales con una infección por coronavirus, pero que están siendo tratadas por algo distinto al COVID-19.

“Esto es muy diferente a lo que estábamos experimentando hace un año”, dijo el viernes el doctor Brad Spellberg, jefe médico del Centro Médico del Condado de Los Ángeles-USC. “Claramente, el número de pruebas positivas es realmente más alto que hace un año, pero la gravedad de la enfermedad promedio es sustancialmente menor”.

Durante la última oleada invernal, cerca del 80% de los pacientes con coronavirus en el servicio de urgencias del emblemático hospital público eran ingresados, y casi la mitad de ellos iban a la UCI, dijo Spellberg. Ahora, solo un tercio de las personas positivas al COVID-19 son internadas en el nosocomio y entre el 20% y el 25% de ellos van a la UCI.

“Eso da una idea de la magnitud”, dijo. “Por eso el año pasado fue mucho más estresante en muchos sentidos”.

Eso no significa que el hospital no atienda a pacientes con enfermedades crónicas o que las personas no estén conectadas a respiradores y muriendo como consecuencia del COVID-19, añadió. Casi todos esos enfermos no están vacunados.

Aunque algunas circunstancias han mejorado, no todo es más fácil. La naturaleza altamente transmisible de la variante Ómicron está contribuyendo a los desafíos de personal, ya que arrasa con la fuerza de trabajo y afecta a muchos que no están gravemente enfermos pero que deben permanecer en cuarentena en casa, subrayó Spellberg. Además, muchos empleados sanitarios de todo el país han renunciado, se han jubilado o se han cansado.

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“Estamos apretados en el hospital no tanto por una avalancha de pacientes, sino porque tenemos personas que llegan y un montón de camas ocupadas”, dijo.

Sin embargo, como la mayoría de los pacientes -sobre todo los vacunados- están menos enfermos, el hospital puede volver a utilizar las camas mucho más rápidamente.

La sala de urgencias del Centro Médico Downey de Kaiser Permanente se ha visto desbordada por los pacientes que buscan atención para la gripe y el COVID-19, según dijeron los funcionarios esta semana. El hospital ha estado casi saturado durante las últimas 48 horas, mencionó la portavoz de Kaiser Permanente del Sur de California, Jennifer Maravillas.

Kaiser está gestionando la dotación de personal empleando enfermeras itinerantes, ajustando las cirugías y procedimientos electivos y no urgentes, y haciendo uso de las opciones de telesalud.

En Arcadia, más de 100 empleados del Hospital Metodista del Sur de California no han podido asistir a trabajar debido a las infecciones por coronavirus, entre ellos, unos 50 enfermeros, declaró Clifford R. Daniels, vicepresidente senior y director de estrategia.

Hasta ahora, la oleada de Ómicron no ha enviado tantos contagiados al hospital de Arcadia como el año pasado: Daniels dijo que el nosocomio tenía unos 40 pacientes el viernes que habían dado positivo al coronavirus, menos de un tercio del número durante el devastador brote de hace un año.

Pero con el déficit de enfermeros, las esperas en la sala de urgencias son más largas y, en un momento dado, “un número extraordinario de ambulancias” estaban alineadas afuera esperando para descargar a los pacientes, dijo Daniels.

Para hacer frente a la situación, el Hospital Metodista retrasará los procedimientos electivos que estaban programados para la próxima semana.

El centro médico también está solicitando a las personas que no tienen síntomas pero que buscan pruebas de coronavirus a no acudir a su sala de emergencias, haciéndose eco de una petición de los funcionarios de salud pública en toda California.

En el condado de Orange, dijo Chinsio-Kwong, muchas personas que acuden en busca de pruebas son rechazadas después de decir que no tienen síntomas. “Y luego, por lo general, esos mismos pacientes volverán y dirán: ‘Oh, sí tengo un síntoma’”, subrayó.

“Es lamentable, porque los centros de urgencia y las emergencias están muy saturados”, dijo Chinsio-Kwong. “Está reduciendo el acceso a la atención para las personas que realmente necesitan ser examinadas”.

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Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU señalaron que los siguientes síntomas son señales de advertencia de emergencia de COVID-19 y justifican la atención médica inmediata: dificultad para respirar, dolor persistente o presión en el pecho, confusión, incapacidad para despertarse o mantenerse despierto; y piel, labios o uñas pálidos, grises o de color azul. Los CDC sugieren llamar a un proveedor de servicios médicos en caso de otros indicios que sean graves o preocupantes.

El invierno ya es una época difícil para los hospitales, dijo Chinsio-Kwong, que destaca por el aumento de los problemas de salud mental; las afecciones cardiovasculares, como los accidentes cerebrovasculares, los infartos de miocardio y el empeoramiento de la insuficiencia cardíaca; y las afecciones respiratorias, como la neumonía asociada a la gripe u otras enfermedades víricas.

Se recomienda a quienes tengan síntomas de COVID-19 pero no puedan someterse a una prueba a que sigan las directrices del Departamento de Salud Pública de California: aislarse en casa durante al menos cinco días después del inicio de los indicios, y terminar una vez que se obtenga un resultado negativo rápido en la prueba, o después del décimo día si todavía no se puede obtener una prueba.

Las personas expuestas a alguien que da positivo en la prueba del coronavirus están sujetas a órdenes de cuarentena si no están al día con sus vacunas de refuerzo o de vacunación, y deben permanecer en casa durante al menos 5 días después de la exposición. Pueden salir a partir del sexto día si obtienen un resultado negativo en la prueba rápida, o después del décimo día si no pueden realizar el test.

Hay algunos indicios para el optimismo, como la forma en que los recientes picos en Sudáfrica y el Reino Unido se revirtieron con bastante rapidez.

“No es descabellado pensar que pueda ocurrir algo similar aquí”, afirma Spellberg. “El número de personas que se han infectado ahora, combinado con el número de ciudadanos, al menos en el sur de California, que se han vacunado, ciertamente ofrece cierta esperanza de que podemos estar muy cerca del final de esta oleada”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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