El uso de cubrebocas comienza a flexibilizarse, ¿deberían las escuelas de California seguir esa línea?
El siguiente paso para las escuelas está en discusión, ya que el uso de mascarillas en el interior de los edificios se reducirá el 15 de febrero en muchos lugares de California.
Los educadores y las familias se preparan para otra ronda de cambios en las políticas por la pandemia a medida que los funcionarios de California evalúan cuándo levantar los mandatos de uso de mascarilla para las escuelas, y algunos piden con entusiasmo que los estudiantes y el personal las retiren, mientras que otros solicitan seguir siendo precavidos.
Se estableció una flexibilización general de las reglas para el 15 de febrero, cuando California prevé levantar los mandatos de portación de mascarillas para los residentes vacunados en lugares públicos cerrados. Las disposiciones no afectarían inmediatamente al condado de Los Ángeles hasta que los funcionarios las modifiquen. Las órdenes de salud locales sobre las medidas de seguridad contra el COVID-19 pueden ser más estrictas que las pautas estatales.
Pero los funcionarios estatales no anunciaron lo que sucederá en las escuelas, un punto de tensión creciente entre algunos padres, y las autoridades escolares locales especulan sobre qué nuevas reglas se dictarán en lo que ha sido una larga serie de cambios en las políticas educativas contra la pandemia.
Crecen las presiones contradictorias en la UC sobre la conveniencia de seguir ofreciendo opciones de aprendizaje a distancia en medio de la continua pandemia. Algunos grupos de estudiantes están planeando huelgas.
Actualmente, el estado requiere que todos los estudiantes y el personal de K-12 usen mascarillas en espacios interiores, pero los mandatos escolares en todo el país están comenzando a relajarse. Apenas esta semana, las autoridades de Connecticut, Delaware, Nueva Jersey y Oregón también anunciaron plazos menos estrictos para los requisitos de cubrebocas en los colegios. El condado de Los Ángeles requiere que todos en los campus usen tapabocas tanto en espacios cerrados como en abiertos.
Algunos superintendentes escolares apoyan el levantamiento del mandato, siempre que la ciencia lo respalde. “Ésta sería una buena noticia para muchos estudiantes y familias”, comentó el superintendente Alex Cherniss, del Distrito Escolar Unificado de la Península de Palos Verdes. “Aquellos alumnos y el personal que quisieran continuar usando mascarillas podrían hacerlo, por supuesto. Aunque parece el siguiente paso lógico para todos los sectores y beneficiaría enormemente a la educación, siempre que las tasas de positividad del COVID-19 continúen disminuyendo”.
El superintendente del Distrito Unificado de Las Virgenes, Dan Stepenosky, anticipó que “apoyaría firmemente una reconsideración y relajación de ese requisito para las escuelas. Tenemos que continuar evolucionando nuestro pensamiento y enfoque de la pandemia”, destacó Stepenosky, cuyo sistema escolar se extiende a ambos lados de la frontera entre los condados de Los Ángeles y Ventura. “Las vacunas han estado disponibles desde hace algún tiempo y las métricas del último brote están cayendo drásticamente. Otra idea es que las escuelas con tasas de vacunación superiores al 65% puedan flexibilizar el uso de cubrebocas”.
La integrante de la Junta Escolar de Los Ángeles, Jackie Goldberg, duda en actuar rápidamente. “Todavía mantendría el uso de mascarillas en el interior, pero consideraría relajarlo al aire libre, si el 80 % de los estudiantes están vacunados en esa escuela”, indicó Goldberg, quien también estaba preocupada por la posibilidad de que el próximo Super Bowl en Los Ángeles propague la infección. “A nadie le gustan los cubrebocas”, agregó, “pero el COVID-19 no desaparece y no hay forma de evitar el contacto cercano en la mayoría de las aulas”.
En cambio, su colega, Nick Melvoin, está listo para ir más allá. “Por todo lo que hemos aprendido sobre cómo se propaga el virus y la rápida disminución de los casos que vemos, espero que la orientación actualizada permita que el distrito elimine el requisito de usar mascarilla al aire libre”, expresó. También quisiera ver pautas consistentes de los funcionarios estatales, del condado y del distrito, “para que haya menos confusión y molestias para las familias”.
Durante la pandemia, algunas escuelas han impedido en repetidas ocasiones que los inspectores de salud del condado de Los Ángeles accedan a sus instalaciones, lo que ha provocado citaciones y multas.
La salud de las comunidades debe ser la máxima prioridad, destacó el superintendente del Distrito Escolar Unificado de Lynwood, Gudiel R. Crosthwaite. “El uso de cubrebocas ha sido una medida de seguridad importante para nuestra zona, que hemos enfatizado al regresar a clases este año”, señaló. “Se han distribuido mascarillas de tipo KN95 al personal, y cada empleado recibe un suministro continuo para 10 días. A la vez, se han distribuido cubrebocas azules de grado médico a todos los sitios escolares para los estudiantes”.
Una madre de Encinitas, Jennifer Harris, espera con ansias hace tiempo la flexibilización del uso de mascarillas. “Apoyo firmemente la capacidad de los padres de tomar la mejor decisión para sus hijos, tanto para el uso de cubrebocas como para la vacunación”, enfatizó. “Las necesidades sociales, emocionales y académicas de mis hijos se han visto perjudicadas por el enmascaramiento forzado impuesto por el estado de California”.
Y no hay duda sobre la posición de una madre del condado de San Diego, Sharon McKeeman, quien encabezó un litigio para frenar los mandatos de uso de mascarillas para los alumnos, hasta ahora sin éxito. “Liberar las sonrisas de los estudiantes es una larga deuda”, destacó el lunes.
Pero otra madre de Los Ángeles, Jenna Schwartz, considera un error asumir que todos, o incluso la mayoría de los padres, sienten lo mismo. “Si bien el grupo antimascarilla es ruidoso, una abrumadora cantidad de padres aún apoya los mandatos de uso de mascarillas, y sospecho que veremos cierta oposición a levantar la disposición para actividades al aire libre, y ni qué hablar para espacios interiores”.
Los administradores de la Universidad Estatal de California están de acuerdo con un informe que afirma que los exámenes estandarizados son menos eficaces que las calificaciones de la escuela secundaria para predecir el éxito universitario.
Schwartz modera el sitio Parents Supporting Teachers, en el que las voces sobre estos temas abarcan una amplia gama de puntos de vista. Queda por ver cómo los sindicatos que representan a los maestros y otros empleados escolares se pronunciarán sobre el tema. United Teachers Los Angeles no hizo comentarios de inmediato. Tampoco el Local 99 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, que representa el mayor número de trabajadores educativos no docentes en el Distrito Unificado de Los Ángeles, el segundo sistema escolar más grande del país.
El superintendente de Santa Mónica-Malibú, Ben Drati, ha oído hablar de los campus pro y anti mascarillas. “Somos conscientes de que nuestros padres tienen sentimientos encontrados sobre este movimiento”, afirmó. “Muchos de ellos solicitan que mantengamos nuestros protocolos estrictos; otros nos instan a suspender el uso de mascarillas del personal y los estudiantes lo más rápido posible”.
“Hemos estado discutiendo estrategias con nuestro equipo de liderazgo y junta escolar, y estamos siguiendo este anuncio estatal muy de cerca. Esperamos con ansias el día en que podamos volver a ver las caras sonrientes de nuestros estudiantes y personal”.
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