California levantará el mandato de uso de mascarilla a partir del 11 de marzo

El uso de mascarilla en espacios interiores dejará de ser obligatorio en las escuelas y guarderías de California a partir del 11 de marzo, una medida largamente debatida y muy esperada que llega mientras el estado continúa saliendo de la ola Ómicron.

Aunque el anuncio del lunes es solo la última medida para flexibilizar las estrictas políticas de California sobre el uso de la mascarilla, puede acabar siendo la más importante a corto plazo, ya que podría permitir a millones de alumnos de primaria y secundaria asistir a las aulas sin cubierta facial por primera vez en meses. Y, en otra medida importante, las autoridades de California dijeron que a partir del martes se recomendará “encarecidamente”, pero ya no se exigirá, el uso de mascarilla a las personas no vacunadas en la mayoría de los lugares cerrados.

Queda por ver qué impacto tendrá la medida en el estado. Las autoridades locales tienen la opción de mantener las normas de uso de mascarilla si creen que están justificadas, y más de 1.000 distritos escolares se enfrentan a tomar sus propias decisiones sobre cuándo dar ese paso, dependiendo de las órdenes de salud del condado y de los acuerdos laborales.

Los Angeles Unified, el sistema escolar más grande del estado parece estar obligado por un acuerdo con su sindicato de profesores a exigir el uso de cubierta facial al menos hasta el final del presente curso escolar. Pero los funcionarios del distrito podrían, si lo desean, llevar el asunto de nuevo a la mesa de negociación.

Enviar a los niños a la escuela sin mascarilla es tanto una cuestión de creencias personales como de política. Mientras que el acalorado discurso en línea y las protestas en persona en los campus y en las reuniones de los consejos escolares quizá hayan pintado la imagen de que los padres de California están universalmente dispuestos a alejarse del uso obligatorio de cubrebocas, la realidad es menos clara, según los resultados de una encuesta realizada a principios de febrero por el Instituto de Estudios Gubernamentales de la UC Berkeley y copatrocinada por el L.A. Times.

En esa encuesta de casi 9.000 votantes de California, casi dos tercios, incluida la mayoría de los padres, apoyaron el mandato de uso de mascarilla en las escuelas K-12.

Sin embargo, la decisión de pasar del uso obligatorio de las mascarillas a la recomendación, subraya el progreso que ha hecho California en el cambio de la última ola de COVID-19 - e ilustra una evolución más amplia en el pensamiento del estado a medida que la pandemia pasa de ser una emergencia a una carga menos perturbadora que puede ser manejada de manera más realista.

“California continúa ajustando sus políticas basándose en los últimos datos y en la ciencia, aplicando lo que hemos aprendido en los últimos dos años para guiar nuestra respuesta a la pandemia”, dijo el gobernador Gavin Newsom en un comunicado el lunes. “Las mascarillas son una herramienta eficaz para minimizar la propagación del virus y de futuras variantes, especialmente cuando las tasas de transmisión son altas. No podemos predecir el futuro del virus, pero estamos mejor preparados para ello y seguiremos tomando medidas basadas en la ciencia para que California siga avanzando”.

California es una especie de excepción en Estados Unidos en cuanto a los mandatos de uso de mascarilla en las escuelas, según un rastreador mantenido por Burbio, una empresa de medios de comunicación que agrega datos.

Antes del anuncio del lunes, California y Hawái eran los únicos que mantenían los mandatos de uso de mascarilla en espacios interiores en las escuelas. En otros cinco estados, la relajación de los mandatos de portar cubierta facial aún no había entrado en vigor, incluidos Washington y Oregón, cuyos gobernadores se unieron a Newsom el lunes en el anuncio de la actualización de las normas de uso de cubrebocas.

La mayoría de los estados ofrecen a los funcionarios locales flexibilidad a la hora de tomar decisiones sobre el uso de mascarilla en las escuelas. Tres estados han prohibido con éxito los mandatos escolares, mientras que otros ocho se encuentran en un limbo legal sobre la cuestión.

Al menos algunos distritos escolares de California han optado recientemente por desafiar la política de uso de cubierta facial vigente en el estado. Los funcionarios estatales no han parecido dispuestos a responder con sanciones, pero las compañías de seguros han notificado a los funcionarios locales que podrían asumir costosos riesgos legales si sus sistemas escolares incumplen las normas estatales.

Las mascarillas han sido durante mucho tiempo el distintivo más visible de la respuesta a la pandemia en California, y la obligación generalizada de ponérselas en lugares cerrados o concurridos ha sido a la vez una fuente de consuelo para los precavidos contra el COVID y un blanco de feroces burlas por parte de los críticos.

Tracking the coronavirus in L.A. County

The latest maps and charts on the spread of COVID-19 in Los Angeles County, including cases, deaths, closures and restrictions.

Pero en un entorno en el que la transmisión del coronavirus está disminuyendo rápidamente y en el que tantas personas tienen al menos cierto grado de protección porque han sido vacunadas, las autoridades dicen cada vez más que esa capa adicional de protección -aunque sigue siendo beneficiosa- no tiene por qué ser obligatoria.

Se seguirá exigiendo que todo el mundo se cubra la cara en determinados entornos identificados por el estado o el gobierno federal, como el transporte público o los centros sanitarios, los centros penitenciarios y los refugios para personas sin hogar o de emergencia.

Los funcionarios estatales señalan que las jurisdicciones sanitarias locales podrán seguir manteniendo normas más restrictivas. Sin embargo, no se sabe cuántas decidirán hacerlo.

La medida adoptada por California a principios de este mes de levantar el mandato universal de cubrirse la cara en interiores, puesto en marcha para enfrentar la ola de Ómicron, fue ampliamente adoptada. Solo un puñado de condados y ciudades decidieron no seguir inmediatamente la iniciativa del estado de permitir a las personas vacunadas estar sin mascarilla en entornos públicos interiores.

Entre los que se resistieron se encuentran los condados de Santa Clara y Los Ángeles, las regiones más pobladas del norte y el sur de California respectivamente. Aunque Santa Clara está dispuesta a relajar sus normas en interiores este mismo miércoles, el condado de Los Ángeles podría estar aún a semanas de hacer lo mismo.

Las autoridades sanitarias del condado de Los Ángeles dijeron inicialmente que levantarían el requisito local después de que la región alcanzara una “transmisión moderada”, según la definición de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU, y se mantuviera así durante siete días. Eso significaría registrar menos de 730 nuevos casos de coronavirus al día durante un período semanal.

Sin embargo, el viernes los CDC flexibilizaron sus propias orientaciones sobre cuándo los ciudadanos deben llevar mascarilla en lugares públicos cerrados, pasando de un sistema centrado en las tasas de positividad de los casos y las pruebas de coronavirus a un conjunto de criterios que también tienen en cuenta el impacto de COVID-19 en los hospitales.

Bajo este nuevo marco, los CDC recomiendan el uso universal de mascarilla en interiores solo en áreas donde el nivel de COVID-19 en la comunidad se considera alto. Según las mediciones de la semana pasada, el condado de L.A. entra en esa categoría, pero datos más recientes indican que el condado podría ser reclasificado en el nivel moderado este mismo lunes.

Los funcionarios de salud del condado de Los Ángeles han informado que planean revisar la última orientación y presentar algunas opciones para una nueva política de uso de mascarillas en la reunión de la Junta de Supervisores del martes. Dijeron que luego consultarían con grupos empresariales y laborales, y un nuevo plan de uso de cubierta facial podría quedar más claro a finales de esta semana.

De acuerdo con la información publicada por los CDC, el cambio en el uso de las métricas basadas en la hospitalización, así como las tasas de casos, refleja los niveles más altos de inmunidad de la comunidad a COVID-19 - particularmente dada la administración generalizada de vacunas y la disponibilidad de refuerzos.

“Las medidas comunitarias deben centrarse en minimizar el impacto de la enfermedad grave por COVID-19 en la salud y la sociedad”, dijeron los CDC en una presentación de diapositivas, “previniendo la enfermedad médicamente significativa, minimizando la carga en el sistema de salud, [y] protegiendo a los más vulnerables a través de las vacunas, la terapéutica y la prevención de COVID-19”.

Pero los CDC sugirieron que los funcionarios de salud utilicen los datos locales -como las tasas de vacunación y los resultados de la vigilancia de las aguas residuales- para ayudar a determinar sus propias medidas de prevención.

Algunos expertos también siguen recomendando el uso universal de mascarilla incluso después del anuncio de los CDC, citando el hecho de que los niños más pequeños todavía no son elegibles para la vacunación y la necesidad de proporcionar protección adicional para los residentes inmunocomprometidos.

“Aunque es posible que las mascarillas ya no sean necesarias en interiores en muchas partes de EE.UU, sabemos que llevar una cubierta facial bien ajustada es una forma eficaz de protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades, incluidos los más vulnerables, del COVID-19, especialmente en entornos interiores cuando no es posible el distanciamiento físico”, dijo el Dr. Gerald Harmon, presidente de la American Medical Assn. en un comunicado.

El redactor del Times John Myers ha contribuido a este informe.

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