Los casos de coronavirus aumentan en otros sitios; ¿qué pasará en el condado de L.A.?

Después de disminuciones dramáticas en los casos de coronavirus, el condado de Los Ángeles alcanzó otra meseta esta semana, en medio de la propagación de la subvariante BA.2 de Ómicron, altamente infecciosa.

BA.2 provocó nuevos aumentos de casos en otras áreas, desde un alza significativa en Gran Bretaña que derivó en un incremento de hospitalizaciones y muertes, y el aparente comienzo de una ola en Nueva York y Massachusetts.

Todavía no se han visto tendencias similares en el condado de Los Ángeles o en California en general, y los funcionarios no pueden decir con certeza qué sucederá.

Aunque es posible que California pueda ver un eco de lo que ocurre en Gran Bretaña, algunos expertos también sugieren que el aumento invernal de Ómicron en el estado, que puso bajo presión a muchos hospitales en el sur de California y el Valle Central, podría brindar cierta protección contra un posible oleada de BA.2.

A nivel nacional, la disminución de nuevos casos de coronavirus puede haber terminado en los últimos días. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. informaron alrededor de 26.000 nuevos episodios por día, un número que se ha mantenido esencialmente estable en la última semana. Es la cifra más baja desde julio, pero aún por encima del aumento previo a Delta, de unos 12.000 casos por día, en junio.

El director de salud pública del condado de Los Ángeles señaló que la mejor manera de prepararse para las próximas semanas es ponerse al día con las vacunas y los refuerzos, y usar mascarillas en lugares públicos cerrados.

“Sabíamos que era probable que los casos dejaran de disminuir porque todavía hay transmisión. Hay personas que se exponen aún”, comentó la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, durante una sesión informativa, el jueves. “Personalmente, desearía que estuviéramos en un nivel más bajo, pero hemos visto una disminución significativa, y esa es la buena noticia”.

BA.2 ya provocó una nueva ola de infecciones en otras partes de Europa y Asia. Todavía puede ser bastante mortal en áreas donde las tasas de vacunación son relativamente bajas, como es el caso entre la población anciana de Hong Kong. Un aumento devastador en los casos llevó a Hong Kong a quedarse sin ataúdes.

Se cree que BA.2 es entre un 30% y un 60% más contagiosa que la variante original de Ómicron, que se extendió por California el invierno pasado. Ahora se estima que BA.2 es la versión dominante del coronavirus que circula en todo el país, lo cual subraya la necesidad de mantener la precaución, destacó Ferrer.

“Dado el mayor riesgo de propagación de BA.2, es importante que tomemos medidas ahora para maximizar la protección”, indicó. “De manera alentadora, la [Organización Mundial de la Salud] informó que en países con altos niveles de vacunación, especialmente entre los más vulnerables al COVID-19, el reciente aumento de casos aún no se tradujo en altas tasas de hospitalizaciones o muertes”.

Pero Ferrer advirtió que el condado de Los Ángeles todavía necesita de más personas vacunadas y reforzadas. En el área, 1,7 millones de mayores de cinco años no han recibido una sola dosis y otros 2,8 millones de residentes de 12 años en adelante no tienen su primer refuerzo.

Según un recuento del condado, que no incluye los casos notificados tarde debido a un retraso, el condado de Los Ángeles tiene un promedio de 725 casos de coronavirus por día, o 50 casos por semana por cada 100.000 residentes, considerado en el borde entre un nivel moderado y sustancial de transmisión. La última vez que los casos fueron consistentemente tan bajos fue en el verano pasado, cuando California todavía disfrutaba de su reapertura económica total.

El número de pacientes hospitalizados con COVID-19 también cayó a uno de los niveles más bajos de toda la pandemia. El jueves, 287 de esas personas fueron hospitalizadas en todo el condado. En el apogeo del aumento de Ómicron en enero, las hospitalizaciones por COVID-19 alcanzaron un máximo de 4814.

Sin embargo, el índice de casos del condado dejó de caer constantemente hace aproximadamente una semana. La tasa más reciente, de 50 casos a la semana por cada 100.000 residentes, fue más alta que la de 44, de la semana anterior. La previa a esa fue de de 60; y antes, de 77.

Una tasa por debajo de 50 se considera un nivel moderado de transmisión, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. Por debajo de 10 se considera un nivel bajo de transmisión.

Las tendencias varían según la región, y las tasas de casos a mediados de marzo se vieron influenciadas por una acumulación de casos notificados tardíamente que reflejaban infecciones del aumento invernal de Ómicron. “El Departamento de Salud Pública de California está al tanto de estos retrasos en los reportes, que afectan el recuento de casos en muchas partes del estado”, comentó funcionarios de salud del condado de Los Ángeles el 21 de marzo.

El condado de Orange todavía ve caer sus tasas de casos. Durante la semana que terminó el jueves, el tercer condado más poblado de California reportó 26 casos por semana por cada 100.000 residentes. La tasa de la semana anterior fue de 47, y de 52 la previa a esa.

En el Área de la Bahía de San Francisco, la tendencia es esencialmente plana. La tasa más reciente fue 64, idéntica a la de la semana anterior, pero más alta que la tasa de 53 de la previa.

Algunas partes del país donde BA.2 dominó anteriormente han visto un aumento sostenido de casos. La tasa de la ciudad de Nueva York es de 104; la semana anterior, fue de 83. Pero las hospitalizaciones siguen disminuyendo allí.

Dos estados líderes son Nueva York y Massachusetts, donde BA.2 comprende más del 80% de los casos nuevos, según el Dr. Eric Topol, director del Scripps Research Translational Institute en La Jolla.

En un tuit, Topol comentó que la ola de BA.2 en Nueva York y Massachusetts estaba comenzando con un índice de casos de aproximadamente un tercio del observado cuando comenzó la primera ola de Ómicron, el otoño pasado. Topol señaló que es demasiado pronto para saber qué tan grande será una ola de BA.2, pero sugirió que será “probablemente mucho menor” que la primera ola.

En Gran Bretaña, los funcionarios de salud estimaron un número récord de nuevas infecciones por coronavirus en una sola semana. La Oficina de Estadísticas Nacionales proyectó que uno de cada 13 residentes dio positivo por coronavirus en Inglaterra entre el 20 y el 26 de marzo; mientras que en Escocia, uno de cada 12.

La BBC informó que algunos hospitales en Gran Bretaña están bajo presión. En Escocia, algunos registran un número récord de pacientes con coronavirus positivos, aunque pocos de ellos están gravemente enfermos.

Pero no todos los países europeos sienten un aumento impulsado por BA.2. La tasa de casos de España se ha mantenido esencialmente estable durante todo marzo.

Aunque una infección de Delta no proporcionó necesariamente mucha protección contra Ómicron, la supervivencia reciente de la subvariante anterior BA.1, probablemente brinde protección adicional a corto plazo contra BA.2.

La experiencia reciente del condado de Los Ángeles no es necesariamente una sorpresa. Como señaló Ferrer: “Cada vez que hemos reducido las restricciones o los niveles de protección que se requieren, siempre hemos visto un repunte”. “Nuestro trabajo en este momento es asegurarnos de que esto no derive en un aumento significativo en los casos porque eso realmente sería, de alguna manera, un paso que se puede evitar”, destacó.

Durante el último mes y medio, el condado de Los Ángeles relajó sus reglas de uso de mascarillas al aire libre, levantó una orden para que los residentes usen cubrebocas en lugares públicos cerrados y rescindió el requisito de que los clientes proporcionen prueba de vacunación contra el COVID-19 en bares, bodegas, cervecerías, destilerías, clubes nocturnos y salones cerrados.

El viernes, California también eliminó el requisito de que los asistentes muestren prueba de vacunación o resultado negativo como condición para ingresar a eventos bajo techo con más de 1000 personas, como conciertos, convenciones y concursos deportivos.

Dada la amplitud con la que se han relajado las reglas, los funcionarios señalan que es vital monitorear de cerca las métricas que podrían apuntar a un resurgimiento del virus.

Una indicación temprana de un aumento potencial en los casos confirmados de coronavirus implica la detección de niveles virales en las aguas residuales. Hasta el momento, no hay una indicación clara de un aumento elevado del virus en las aguas residuales en el condado de Los Ángeles, informó Ferrer. Algunos datos mostraron un aumento potencial en los niveles de coronavirus en las aguas residuales provenientes de la ciudad de Los Ángeles recientemente, pero también es posible que solo representen una gran fluctuación y no sean indicativos de una tendencia. “Ha habido mucha variación en la concentración de aguas residuales que se observó durante las dos primeras semanas de marzo. Y no está claro para nosotros en este momento si esto es realmente una tendencia al alza”, señaló Ferrer.

“Si vemos estos aumentos continuos”, agregó, “podría ser una alerta temprana de que los casos pronto podrían aumentar”.

Ferrer destacó que otra señal temprana de problemas sería un alza repentina en las visitas a las salas de emergencia relacionadas con el coronavirus, que en el pasado han precedido a los aumentos en los casos informados.

La buena noticia es que hasta el domingo, solo el 3% de las visitas a la sala de emergencias en el condado de Los Ángeles estaban relacionadas con el coronavirus, detalló Ferrer. “Esta es otra señal positiva de una transmisión más baja, que a pesar de los aumentos de BA.2 que estamos empezando a ver, todavía no están dando como resultado aumentos en las visitas [a emergencia] relacionadas con el COVID-19”, afirmó la funcionaria.

Ferrer instó a las personas a ponerse al día con sus vacunas, incluido un segundo refuerzo para los mayores de 50 años que corren más riesgo de complicaciones por COVID-19 en caso de infectarse.

Hay complicaciones significativas que pueden enfrentar los sobrevivientes de una infección por coronavirus, como el COVID prolongado y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes. Eso “realmente debería darnos a todos otra razón para redoblar los esfuerzos y evitar infectarnos tanto como sea posible”, añadió Ferrer, incluido el uso de mascarilla en lugares públicos cerrados, lo cual sigue siendo muy recomendado por los funcionarios de salud estatales y del condado de Los Ángeles.

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