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La caída de Nury Martínez: Una oradora contundente afectada por sus propias palabras

Nury Martinez at a City Council meeting.
Nury Martínez se convirtió en la primera latina en ocupar el poderoso puesto de presidenta del Ayuntamiento de Los Ángeles. Renunció a ese cargo el lunes en medio de la indignación por una grabación de audio filtrada en la que hace comentarios racistas.
(Irfan Khan / Los Angeles Times)
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Cuando Nury Martínez crecía en Pacoima, hija de inmigrantes del estado mexicano de Zacatecas, observaba a los políticos desde lejos.

Eran hombres blancos judíos, dijo, incluso cuando el barrio se volvió cada vez más latino. Sus propios padres -su madre, costurera convertida en trabajadora de una fábrica, y su padre, lavaplatos deportado el año en que Martínez nació- habían comprado su casa a una familia blanca que se marchó del Valle de San Fernando al Condado de Kern.

Su vecindario estaba representado por “los Katz del mundo, los Berman del mundo”, dijo Martínez, en alusión a políticos del Valle como el ex asambleísta estatal Richard Katz y el exrepresentante Howard Berman. “Nunca los vi en la comunidad o en la tienda de comestibles con nosotros. Sólo los veía en la televisión.

“Ahora tenemos latinos en el cargo. Nos hacemos responsables los unos a los otros”, añadió Martínez, mientras tomaba una michelada durante una entrevista en Panorama City, una semana antes del revuelo político que afectaría su liderazgo en el Ayuntamiento de Los Ángeles. “Creo que somos una gran base política”.

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Su ascenso como primera latina en ser presidenta del Ayuntamiento había personificado los avances en la representación política que los latinos han conseguido en Los Ángeles. En el Ayuntamiento, ha sido conocida como una oradora franca y directa, quizás en su punto más álgido cuando preguntaba si las políticas de la ciudad pondrían en desventaja a los barrios de clase trabajadora que ella representa -incluyendo Arleta, Van Nuys, Sun Valley y Panorama City-.

Pero ahora está en caída libre política por las palabras imprudentes que ella, los concejales Gil Cedillo y Kevin de León y el presidente de la Federación de Trabajadores del Condado de Los Ángeles, Ron Herrera, fueron captadas en una grabación filtrada.

Durante una conversación sobre la redistribución de los distritos, Martínez utilizó un lenguaje racista sobre el hijo negro del concejal Mike Bonin; dijo que la “gente pequeña y oscura” de Koreatown era fea, empleando estereotipos utilizados durante mucho tiempo contra los oaxaqueños; y declaró sobre el fiscal George Gascón: “Que se joda ese tipo. ... Está con los negros”.

De León, a su vez, pareció comparar la forma en que Bonin maneja a su hijo con Martínez sosteniendo un bolso Louis Vuitton.

Más allá de las palabras ofensivas y de las pullas a otros políticos, la grabación deja entrever sin tapujos cómo Martínez y los demás pretendían conservar su poder político.

“No es por nosotros”, dijo de León mientras los cuatro hacían una estrategia sobre la redistribución de distritos. “Es por la fuerza de los latinos en el futuro inmediato”.

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En medio de los llamados para que abandone el consejo, Martínez dimitió el lunes como presidenta, al evaporarse el apoyo político que la elevó al cargo hace tres años. Sigue siendo concejala.

Se trata de una rápida caída para el ex miembro del consejo escolar, que entró en el consejo tras una victoria derrotando a un oponente que había terminado muy por delante de ella en las primarias.

También se la había considerado como posible candidata a la alcaldía: Martínez dijo recientemente a The Times que estuvo a punto de anunciar su candidatura a la alcaldía el año pasado, pero que se echó atrás al considerar cómo el sentimiento se había vuelto contra los titulares.

Martínez, de 49 años, es un producto del Valle de San Fernando: Se graduó en el instituto de San Fernando y en Cal State Northridge. Durante ese tiempo, trabajó en una organización sin ánimo de lucro centrada en la prevención del VIH/SIDA y, posteriormente, en la organización sin ánimo de lucro Pacoima Beautiful, que se centra en la justicia medioambiental.

En muchos sentidos, “su historia política está marcada por la privación de derechos de la comunidad latina en el Valle de San Fernando”, luchando por comunidades que se enfrentaban a peligros medioambientales porque carecían de poder político, dijo Manuel Pastor, profesor de sociología de la USC que dirige el Instituto de Investigación sobre la Equidad de la universidad.

Su política fue moldeada por “la forma en que la parte latina del Valle ha luchado por conseguir una voz”, añadió Pastor.

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Martínez dijo que “lo que recuerdo de ese tiempo es que no nos identificabamos con el resto de la ciudad”.

Como concejal, Martínez ha defendido políticas familiares como la baja por paternidad, ha impulsado un programa de ayuda a los inquilinos durante la pandemia y ha trabajado para crear un grupo de trabajo centrado en el tráfico de personas en el Valle. Luchó para bloquear la apertura de un centro privado para niños inmigrantes en su distrito, comparándolo con una prisión.

Pero el tema que ha dominado su mandato como presidenta del consejo es el de los desamparados. Martínez ha instado a que se preste más atención a los problemas de calidad de vida de los residentes de la clase trabajadora; en un momento dado, cuando Los Ángeles estaba elaborando normas sobre los lugares en los que la gente podía dormir en los coches, Martínez argumentó que las políticas empujarían desproporcionadamente a los habitantes de los vehículos cerca de las casas de su distrito.

“Esto no va a ser un problema en Bel-Air”, dijo Martínez.

En un discurso en el que expuso su agenda como presidenta del consejo, Martínez dijo que la ciudad necesitaba liderar con compasión los campamentos de personas sin hogar, “pero también tenemos que restaurar el orden en nuestras calles.” En un momento dado, cuando los activistas protestaban contra las políticas que ella impulsó, Martínez afirmó que sus partidarios no pudieron presentarse a comentar porque estaban trabajando.

“Los latinos están frustrados; están cansados”, dijo recientemente. “No quieren seguir lidiando con estos campamentos”.

Carla Orendorff, que organiza a los desalojados en Van Nuys, dijo que Martínez “siempre ha sido increíblemente divisiva”.

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Orendorff esperaba que la concejala, con su historial de activismo medioambiental, pudiera ser una aliada a la hora de abordar las necesidades de las personas que viven en campamentos. En lugar de ello, “trata a las personas como peligros ambientales”, dijo Orendorff, que creció en Van Nuys y Reseda y forma parte del colectivo de investigación After Echo Park Lake. “Nunca se trató de la vivienda. Se trata de eliminar la visión de los campamentos”.

Martínez ha rebatido esos argumentos, señalando los proyectos de vivienda que se han abierto o iniciado en su distrito.

El Ayuntamiento acabó aprobando una ley que permite a los concejales designar zonas prohibidas para los campamentos de personas sin hogar. Este verano, el consejo amplió la ley para prohibir a los desamparados montar tiendas de campaña a menos de 500 pies de escuelas y guarderías, mientras los manifestantes gritaban a los concejales y, en un momento dado, hicieron que se detuviera la estridente reunión.

Los enfrentamientos con los activistas, que también han acudido a protestar a la casa de Martínez, han sido emblemáticos del giro a la izquierda en la política de Los Ángeles. Pero Martínez también ha tenido críticos en el otro extremo del espectro político, incluida la Liga de Protección de la Policía de Los Ángeles, que la atacó con correos cuando propuso reducciones en el presupuesto policial.

Como presidenta del consejo, Martínez fue en muchos sentidos lo contrario de su predecesor, Herb Wesson, que trabajó asiduamente entre bastidores para garantizar el consenso. Martínez se sentía cómoda dejando que las divisiones salieran a la luz, diciendo a los periodistas: “No tengo miedo de tener una votación de 8 a 7”.

Tampoco tuvo miedo de utilizar su fuerza política: Después de que el concejal acusado Mark Ridley-Thomas fuera suspendido de su cargo, Martínez se movilizó para poner a Wesson en su puesto, a pesar de las advertencias de sus colegas de que el nombramiento necesitaba tiempo para la investigación legal. Más tarde, un juez anuló el nombramiento.

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El mes pasado, Martínez volvió a moverse agresivamente para encontrar un reemplazo, asegurando los votos para instalar a la asistente legislativa Heather Hutt - quien el lunes pidió que todos los funcionarios electos que se escuchan en la cinta renuncien.

Varios colegas de Martínez cuestionaron la medida de instalar a Hutt, retrasando la decisión. Pero Martínez recibió el apoyo de Herrera; el líder sindical apareció personalmente para exigir que se aprobara a Hutt - y cuestionó que los que disentían fueran sus “amigos”.

En la grabación filtrada, Cedillo declara a Martínez, De León y Herrera que “la que nos va a apoyar es Heather Hutt”.

Martínez “siempre fue una persona directa que decía las cosas que pensaba, y siempre sabías a qué atenerte con ella”, dijo Stuart Waldman, presidente de la Valley Industry & Commerce Assn. que asistió a la universidad con ella. Condenó sus comentarios racistas, pero dijo que ella siempre luchaba por las personas que consideraba que eran ignoradas.

Pastor dijo que no es de extrañar que Martínez sea “una figura política dura”.

Pero los comentarios racistas y despectivos de la grabación filtrada son devastadores para su capacidad de liderazgo en Los Ángeles, “una ciudad que requiere que sus líderes lideren a través de las comunidades”, dijo Pastor. “Esto es realmente una pérdida de liderazgo, porque hace extraordinariamente difícil pretender construir puentes en el consejo si expresas ese tipo de actitudes”.

El lunes por la tarde, aumentaron los llamados para que Martínez no sólo renunciara a la presidencia del consejo, sino que abandonara el consejo por completo, y muchos pidieron también que De León, Cedillo y Herrera renunciaran a sus puestos. Ambos candidatos a la alcaldía habían pedido que Martínez dimitiera, al igual que uno de sus aliados políticos más cercanos, el senador Alex Padilla.

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Su futuro político está en entredicho, pero el cambio que supuso su ascenso no lo está.

Los latinos están “prestando atención”, dijo Martínez en una entrevista antes de que estallara el escándalo. “Y esa es la diferencia entre ahora y cuando mis padres se mudaron aquí”.

El redactor del Times David Zahniser contribuyó a este informe.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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