El Día del Salvadoreño se celebró por primera vez en 1999 en Los Ángeles, en 2006 se extendió a todo Estados Unidos
Al llegar agosto la comunidad salvadoreña celebra con orgullo su día a granel. En un principio esto ocurría solamente en la ciudad de Los Ángeles, pero desde 2006 el festejo alusivo al Día del Salvadoreño se extendió a otras ciudades estadounidenses; no obstante, los valores que le dieron vida a esta celebración todavía no se han propagado de la misma manera.
Cuando nació esta celebración —en 1999— se mezclaron los valores religioso, cultural y cívico-político como un solo cuerpo, pero ahora existe una disyuntiva sobre el rol que debe asumirse en la parte cívica. Lo que no se discute es la preservación de la transfiguración de Jesucristo —o “bajada” como también se le conoce— tal como se realiza en las tradicionales “fiestas agostinas” que se realizan en San Salvador desde 1525.
“Una de las partes más importantes de la celebración es la transfiguración, algo que nos lleva a pensar en todo lo que se vive en esta fecha en nuestro país. He visto rostros de muchas personas con lágrimas, la gente se emociona y expresa gratitud al Divino Salvador del Mundo”, describe Wendy Cordero, presidenta de la Unidad de Comunidades de El Salvador (Unicomdes), coalición que organiza este evento en Los Ángeles desde 2012.
Como parte de la preparación, el 21 de julio anterior un grupo de voluntarios se reunió en Downey para lijar y pintar la figura del mundo, que durante el acto litúrgico que se realizará el 4 de agosto a las 4 p.m. —en la esquina de la avenida Normandie y boulevard Venice— se integrará a la imagen de Jesucristo, la cual será trasladada desde la iglesia Santa Inés. El santo ingresará en una procesión a las 11 a.m. en la esquina de la avenida Vermont y boulevard Venice.
“Hay muchas celebraciones en Estados Unidos. Todas son diferentes, la de nosotros es gratuita y aquí tratamos de mantener los valores con los que se creó el Día del Salvadoreño”, aduce Cordero, oriunda de Chalchuapa, que ingresó a Unicomdes como voluntaria en 2016 y ha estado al frente de la organización como presidenta desde 2022.
Entre 800 y 1,000 personas se congregaron en Los Ángeles en 1999 en la iglesia Preciosa Sangre, ubicada en el 435 S. Occidental Blvd. Esta fue la primera vez que se celebró el Día del Salvadoreño en Estados Unidos. Ante la falta de una imagen del Divino Salvador del Mundo en la liturgia se utilizó la figura del Divino Corazón de Jesús. En esa iglesia se desarrolló este evento durante tres años consecutivos.
En Izalco, en el departamento de Sonsonate, en las manos del imaginero religioso Manuel de Jesús Quilizapa se forjó en 2001 la figura del Divino Salvador del Mundo, cuya altura es de 1.80 metros. El costo fue de aproximadamente $1,500, donados por el chef salvadoreño Tony Valiente. Siguiendo la ruta del migrante, la figura tallada en madera cruzó el río Suchiate en la frontera entre Guatemala y México, luego pasó por el Castillo de Chapultepec y la Basílica de Guadalupe. En aproximadamente 12 días llegó a la frontera de San Diego.
“Con la figura del Salvador del Mundo ya podemos celebrar, llorar y depositar nuestra fe como si estamos en El Salvador”, explica Raúl Mariona, quien tuvo la custodia del santo hasta 2023, pero luego del festejo del año anterior se trasladó a la iglesia Santa Inés, ubicada en la esquina de la avenida Vermont y boulevard Adams. “Esta es la única celebración que se hace conforme a las fiestas agostinas, no hay ningún lugar del mundo donde se haga la transfiguración fuera de El Salvador”, subraya Mariona quien fue presidente de Unicomdes (2012-2021).
Como cada año, la comunidad salvadoreña acude a este festival durante dos días en donde se mezcla la cultura, la gastronomía, las tradiciones y la liturgia que rememoran las fiestas patronales que en El Salvador se dedican al santo patrono del país, el Divino Salvador del Mundo. El 3 y 4 de agosto de 2024 se realizarán festejos similares en ciudades como Las Vegas, San Francisco, New York, Houston, Washington D.C. y Los Ángeles, entre otras zonas metropolitanas.
Las pláticas para crear el Día del Salvadoreño surgieron en 1992, poco después de la firma de los Acuerdos de Paz. Este tema era abordado en conversaciones que tenían un grupo de refugiados: militantes y simpatizantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). La iniciativa fue articulada por Werner Marroquín, Isabel “Chabelita” Cárdenas, Salvador Gómez Góchez y Mario Fuentes en el seno de la organización Salvadoran American National Association (SANA), creada en Los Ángeles en 1995.
“Era un esfuerzo independiente que buscaba configurar un aparato que le diera identidad cultural y cívica a la naciente diáspora salvadoreña, que le diera un anclaje a todos aquellos salvadoreños-estadounidenses que querían mantener su identidad”, apunta Sophía Cortez, quien se integró a SANA en 2007 y fue su directora ejecutiva durante el periodo 2010-2020.
Al crearse esta celebracion, El Salvador estaba gobernado por el derechista partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Por ese motivo, SANA utilizó el Día del Salvadoreño como una voz disonante al discurso oficial de esa época, así lo recuerda Mario Beltrán, quien se unió como voluntario en 1999 y luego fungió como director político. Su nombre aparece —junto al de “Chabelita” Cárdenas— como co-autor del texto de la resolución H.Res.721 que se le entregó a la legisladora federal Hilda Solís, quien lo sometió al Congreso y se aprobó el 18 de julio de 2006, dándole vida al Día del Salvadoreño.
En ese texto del Congreso se consigna que este día es un “reconocimiento a todos los salvadoreño-estadounidenses por su arduo trabajo, dedicación y contribución a la estabilidad y el bienestar de los Estados Unidos”.
La pugna que había en El Salvador se trasladaba a Estados Unidos. Las organizaciones locales de derecha traían al sur de California al vicepresidente Carlos Quintanilla Schmidt, el presidente Elías Antonio Saca, el embajador René León, la viceministra Margarita Escobar y el alcalde Norman Quijano. Entretanto, en la plataforma del Día del Salvadoreño desfilaban los alcaldes Héctor Silva, Carlos Rivas Zamora y Nayib Bukele, al igual que los diputados Schafik Hándal y Sigfrido Reyes, así como el candidato presidencial Mauricio Funes, entre otros.
“El Día del Salvadoreño se convirtió en un mecanismo de organización donde los candidatos y líderes del FMLN podían venir y estar en contacto con la población salvadoreña”, sostiene Beltrán, fundador de Principia Group y quien ha trabajado en las oficinas de Gil Cedillo, Judy Chu y Ron Calderón, destacando que esa plataforma fue utilizada “para decir lo que los líderes sentían que debía decirse, era una visión alterna a la versión oficial que se recibía en esa época”.
En el Día del Salvadoreño se abanderaron temas como la participación en el censo, la defensa de los migrantes, el derecho al voto en las elecciones locales y las campañas de candidatos a oficinas públicas, entre otros. En consonancia, en este evento tuvieron un espacio en el escenario concejales de Los Ángeles, legisladores estatales y congresistas, quienes vieron el músculo político que tenía esta celebración.
“Este es testimonio de esa generación que viene de una experiencia de movilización y fuerte involucramiento y militancia política en El Salvador, que cuando llegan aquí se integran al movimiento de solidaridad y en apoyo a los derechos de los migrantes, y también es una muestra de poder político”, asegura Raúl Hinojosa-Ojeda, politólogo de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), calificando esta iniciativa como “un ejemplo exitoso” por la visión transnacional que promovía.
Al llegar Mauricio Funes a la presidencia de El Salvador la dirigencia de SANA se relajó. En 2009 fue la última vez que esta organización realizó el Día del Salvadoreño. En 2010 no hubo celebración.
La celebración fue rescatada en 2011 por Raúl Mariona, Isabel “Chabelita” Cárdenas, Salvador Gómez Góchez, Etelvina Villalobos, Carmen Amaya y Julio Cañas. Al año siguiente se creó la organización Unicomdes que desde entonces coordina este evento. Con la salida de los fundadores también se diluyó el mensaje de denuncia y el compromiso cívico-político que tenía el Día del Salvadoreño.
Ricardo Valencia, profesor de la Universidad Estatal de California en Fullerton, plantea que los problemas que afectan a la comunidad salvadoreña en Estados Unidos tienen una causa política, por eso apunta que no debe bajarse el dedo del renglón. De igual manera, el académico señala que no se pueden soslayar las detenciones arbitrarias en El Salvador en el marco del Régimen de Excepción.
Organismos humanitarios han denunciado que de las más de 80 mil detenciones ocurridas desde marzo de 2022, hay 26 mil personas inocentes arrestadas sin derecho a defensa, al mismo tiempo se cuantifican más de 300 personas fallecidas mientras estaban bajo custodia del Estado.
“Hay trabajo que hacer aquí con la comunidad y allá en El Salvador con las violaciones a los derechos humanos, no puedes tampoco obviar la realidad. De lo contrario, el Día del Salvadoreño se convierte en un evento social, pero no en un evento que empodere. Es importante mantener que este día es una reivindicación y los salvadoreños son participantes de la sociedad estadounidense con todos los derechos para hablar y defender a nuestra comunidad y a los salvadoreños que están en El Salvador”, observa Valencia, académico de origen salvadoreño.
En la historia del Día del Salvadoreño pareciera que solo tenían cabida los políticos de izquierda, pero los gobernantes y funcionarios de derecha eran invitados y no acudían, indican los organizadores del evento de esa época.
En 2012, al crearse la organización Unicomdes se conformó con más de una docena de comités y asociaciones de diferentes afiliaciones ideológicas, entre ellas estaban los partidos ARENA y FMLN. En un principio, esos institutos políticos tuvieron quioscos durante la celebración, pero las provocaciones entre ellos no tardaron en emerger.
“Se tomó la decisión de no darle más cabida a la política en esta celebración”, rememora Mártir Benítez, empresario oriundo de Santa Rosa Lima y uno de los fundadores de Unicomdes. “Esa fue la agenda que se empezó desde 2014 para acá, la idea era poner el azul y blanco por delante”, dijo el exvicepresidente de esa entidad.
Eso es lo que vivió en carne propia William Soriano, diputado del partido Nuevas Ideas por el departamento de La Unión. En 2022 acudió a la celebración en Los Ángeles y pidió a los organizadores que le dejaran subir al escenario para saludar a la comunidad. Sin embargo, el parlamentario salvadoreño tuvo que irse sin lograr su cometido.
De acuerdo a Wendy Cordero, presidenta de Unicomdes, la solicitud de Soriano llegó a última hora y nadie sabía qué era lo que iba a decir. Con el fin de no estropear la imagen que vienen construyendo, desligándose de la política partidista, se decidió que el diputado no subiera a la plataforma. “No quería que la gente dijera: ‘ya se pasaron al otro partido’”, indica.
“He sido muy neutral, no me ha gustado meterme en ningún bando, respeto a todos. Si hay algo que defender de nuestro pueblo salvadoreño, ¿por qué no?”, asegura Cordero. “Cuando se trata un tema que concierne a todos, la plataforma del Día del Salvadoreño está a la orden, pero no para venir a hacer una campaña política”.
El Día del Salvadoreño se desarrollará el sábado 3 y domingo 4 de agosto de 2024 en la esquina de la avenida Normandie y el boulevard Venice, en Los Ángeles.
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