Cómo elaborar “Beer Thug Life” un trago a la vez
Edgar Preciado aparece en su página de Instagram bebiendo cerveza artesanal @ThugBeerLife, popular entre los bebedores de cerveza y los conocedores de la industria.
“¡Estaba borracho!”, confiesa Edgar Preciado, el simpático alcalde de facto de la escena cervecera artesanal de Los Ángeles. Reflexiona sobre el 4 de marzo de 2018, la noche de su primer “cholo chug”.
Preciado había pasado el día en Monkish, esperando en la fila para comprar las latas de la cervecería Torrance. Esa noche, aburrido en casa y bajo la influencia de demasiadas cervezas IPA (India Pale Ale) brumosas, tomó la fatídica decisión de publicar un video en Instagram a través de su apodo @BeerThugLife. Agarró una cerveza Enter the Fog Dog, la abrió, y en segundos, la lata que pasó horas para conseguir se había vaciado completamente en su esófago.
A la mañana siguiente, Preciado se sorprendió al descubrir que más de 1,000 personas habían visto su hazaña con la bebida, sus publicaciones anteriores normalmente alcanzaban un máximo de algunas docenas de Me Gusta.
¿Quiere probar la última sensación en cuanto a cerveza artesanal en Los Ángeles?
El residente de Compton de 42 años, que trabaja como coordinador de producción en una empresa aeroespacial, sabía que había logrado algo.
Preciado no tardaría en añadir un brindis maravillosamente profano mientras seguía capturándose a sí mismo bebiendo rápidamente otras famosas cervezas artesanales locales, además de algunas grandes estrellas fuera de mercado, incluyendo su infame engullida del KBBS de Toppling Goliath, una cerveza negra de barril de bourbon del santo grial.
Los conocedores de la industria comenzaron a darse cuenta. Preciado no sólo estaba poniendo fin al estereotipo de la cultura cervecera del hipster blanco barbudo, sino que su indiferente desprecio por la etiqueta en la bebida era un dedo medio al esnobismo común entre los consumidores de cervezas artesanales, y a los aficionados les encantó.
Nicolas Nougarede realizó un sueño de toda la vida cuando abrió su tienda de vinos, Cave Enoteca 31, en una ciudad del suroeste de Francia.
“Fue un soplo de aire fresco para mucha gente”, dice Todd Alström, cofundador del sitio web Beer Advocate. Más allá de la deslumbrante destreza de Preciado, Alström quedó impresionado de que a menudo criticaba la falta de diversidad en la cerveza artesanal, una industria que ha sido lenta para atraer a las mujeres y a la gente de color al redil. Preciado “es uno de los rostros de este cambio que estamos viendo, una variación que necesitamos”.
“Desafortunadamente, los seres humanos siempre van a ser juzgados por las apariencias”, dice Preciado. “Pero cuando empiezan a hablarme y saben quién soy, todo eso se va por la puerta”.
Para comprender plenamente Beer Thug Life, hay que remontarse a los años 90, cuando Preciado, un mexicano estadounidense de primera generación, era un adolescente en South Central.
“Esas calles eran malas”, dice Preciado, quien finalmente se convertiría en miembro de una pandilla. “Me uní por la hermandad. Todos eran geniales, pero de repente, a la gente le estaban disparando. Ves morir a tu mejor amigo. Es cuando dices: ‘Hombre, ¿en qué me estoy metiendo?’”
Desde hacer yoga con cerveza en la mano hasta beber después de una caminata.
Afortunadamente, Preciado tenía otros nuevos miembros de su familia en los que podía confiar para su apoyo. A los 15 años, conoció a su novia de la escuela preparatoria y su futura esposa, María. Tres años después, los dos se convirtieron en padres de Edgar Jr. y pronto, dos hijos más, Ángel y Carlos.
Aunque Preciado era un devoto hombre de familia, luchó para no meterse en líos, y finalmente fue condenado a cinco años de prisión federal por emitir cheques falsos.
Mientras Preciado cumplía su condena, María trabajó a tiempo completo, obtuvo su licenciatura y se aseguró de que sus hijos sobresalieran en Compton High School (Edgar Jr. de 23 años se graduó recientemente de Princeton; Ángel de 21 años y Carlos de 19 años asisten a Cal State Long Beach y UCLA, respectivamente).
La perseverancia de su esposa e hijos contra todas las adversidades llenó a Preciado de inmenso orgullo, pero también lamentó de que no podía estar allí con ellos. “Me di cuenta: ‘¿Qué estoy haciendo? Tengo que cambiar esto. Por mis hijos. Por mi familia. Soy mejor que esto’”.
La determinación de Preciado fue el apoyo inquebrantable de su familia.
“La gente siempre me preguntaba: ‘¿Por qué sigues con ese tipo?’”, recuerda María. “Y yo decía: ‘Bueno, antes que nada, lo amo. Pero segundo, hay algo ahí. Sé que hay algo ahí. Sólo desearía que creyera en sí mismo como yo creo en él’”.
Mientras Preciado continúa forjando un nuevo camino para sí mismo, permanece conectado a sus raíces, y Beer Thug Life es un reflejo de ese viaje. “Mi pasado es lo que me hizo ser quien soy”, dice. “No voy a ser Beer Hipster Life”.
Esa autenticidad convenció a los aficionados que al principio dudaban de Preciado y no les gustaba su fanfarronería.
“Realmente pensé que era una cuenta con truco. Como si se estuviera burlando de los cholos al usar cerveza artesanal”, dice Ray Ricky Rivera, cofundador de SoCal Cerveceros, el club de cerveza casera que ha sido el punto de partida de una tendencia creciente de cervecerías administradas por latinos en Los Ángeles. “Crecí en los proyectos alrededor de cholos reales, pandilleros y conozco toda esa cultura. Así que cuando la gente se burla de ello, no lo encuentro gracioso”.
Pero cuando Rivera finalmente conoció a Preciado, cambió de opinión.
“De inmediato, supe que este tipo era la pura verdad”, dice Rivera, quien señala que Preciado es ahora uno de los miembros más queridos de los Cerveceros. “Representa a la tribu latina. Pero también es una subcultura de una subcultura. Para mí, eso también necesita ser mostrado”.
Preciado también está enfocado en retribuir a Compton y espera ayudar a producir un festival de cerveza artesanal allí. Su último sueño es abrir la primera cervecería de Compton. Sabe que será un reto financiero, sin mencionar el historial de antecedentes penales.
Sin embargo, Preciado sigue siendo optimista. Incluso ha elegido un nombre: Hood Soldiers Brewing, inspirado en el título de la tesis universitaria de su hijo Edgar Jr., que examina la cultura de las pandillas chicanas en los años 90. Lleno de orgullo y con los ojos llorosos, Preciado saca una copia en su teléfono y hace un gesto hacia la frase inicial: “Mi padre es uno de los hombres más valientes e inteligentes que conozco”.
Este es un lado de Preciado que muchos de sus fans no llegan a ver.
“Para ser honesto contigo, no me importa la fama de Instagram”, dice. “Lo más importante para mí es que mi familia esté orgullosa de mí”.
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