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Sano otra vez, Curry olfatea una segunda corona

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Stephen Curry recuperó su actitud ganadora.

Tras tener dolencias de tobillo, rodilla y codo, el astro de los Warriors luce saludable rumbo a su segunda final consecutiva de la NBA ante los Cavaliers de Cleveland.

“Ahora estamos a cuatro victorias de nuestro objetivo, y es un logro muy especial”, dijo Curry luego que sus Warriors se coronaron campeones de la Conferencia del Oeste al doblegar en siete partidos al Thunder de Oklahoma City.

Como bujía de un equipo que ganó 73 partidos en la temporada regular, Curry saldrá en busca de un segundo título seguido de la liga.

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El objetivo de Golden State de revalidar la corona se empezó a fraguar desde el inicio de la temporada, aunque el equipo estuvo al borde del abismo ante el Thunder. Mermado físicamente, Curry tuvo que ceder protagonismo a Klay Thompson y otros compañeros que se encargaron de sacar a flote a los Warriors.

Ahora es su momento.

Tal y como lo hizo cuando los Warriors ganaron el quinto partido para salvarse de la eliminación, Curry apeló al canto de guerra en la Oracle Arena: “¡No nos iremos a casa!”. Golden State se convirtió en apenas el décimo equipo que da la vuelta a un 3-2 en contra en una serie de postemporada, algo que sentenció al imponerse el lunes por 96-88.

Curry y compañía tuvieron libre el martes y el miércoles se abocarán de lleno para enfrentar a LeBron James y los Cavaliers de Cleveland, que perdieron ante Golden State en una serie final que llegó a seis partidos. El primer partido será el jueves en la Oracle Arena.

“Siento regocijo”, dijo. “Este es un logro increíble, poder repetir en una final y seguir en esta marcha. Solo trato de vivir el momento y disfrutarlo con mis compañeros”.

Para Curry, hay que dar un paso más para coronar una temporada asombrosa y de récords.

La super estrella de 28 años fue proclamado como el Jugador Más Valioso en forma unánime, algo inédito. También se convirtió no solo en el primer jugador con 300 triples embocados, sino que superó los 400 —402 para ser exactos— hasta que una serie de lesiones le frenaron en la postemporada.

La rodilla que se lastimó en la serie de primera ronda contra Houston, para luego volver y resbalarse en un sector mojado de la cancha en el cuarto partido ante los Rockies, sufriendo un esguince en la rodilla derecha. Se lastimó el codo cuando se arrojó en los asientos del Oracle Arena en un partido ante el Thunder, y se hizo evidente que no era el mismo Curry en cuanto a manejo del balón y puntería.

Para los que cuestionan la entrega de Curry, el entrenador de los Warriors Steve Kerr encontró una buena respuesta al bromear: “Lo que pasa es que luce como un niño de 12 años”.

Cuatro victorias más. Es lo que le importa ahora mismo, sin importar el cómo.

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