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Chapecoense busca competir, aun con jugadores a préstamo

Relatives of Chapecoense soccer players, who died in a plane crash in Colombia, cry during a memorial inside Arena Condado stadium in Chapeco, Brazil, Wednesday, Nov. 30, 2016. Authorities were working to finish identifying the bodies before repatriating them to Brazil. (AP Photo/Andre Penner)
(Andre Penner / AP)
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Seis jugadores, un puñado de empleados y un pesar inmenso. Eso es todo lo que le queda al Chapecoense.

Pero los futbolistas que siguen ahí tratarán de jugar de nuevo, porque saben que eso es lo que hubieran deseado sus 19 compañeros que perecieron el lunes, cuando el avión fletado en que viajaban se estrelló en la ladera de un cerro en Los Andes.

“En memoria de los que murieron y para honrar a sus familias, reconstruiremos este club desde cero, a fin de que sea más fuerte”, dijo el empresario Cecilio Hans, dirigente del Chapecoense. “Teníamos activos materiales y humanos. Ahora hemos perdido casi todo nuestro capital humano”.

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Otros clubes en la máxima categoría del fútbol brasileño han ofrecido ceder a préstamo a varios jugadores para el Chapecoense. Asimismo, han prometido que el modesto club del extremo meridional de Brasil quedará exento del descenso durante los próximos tres años.

“El club se reconstruirá, estoy seguro”, dijo Walter Feldman, secretario general de la Confederación Brasileña de Fútbol. “Ocho clubes me han llamado ya para ofrecer muestras concretas y materiales de solidaridad. Analizamos formas para ayudar de la mejor manera posible”.

El accidente ocurrió cuando el equipo viajaba para disputar el encuentro de ida de la final de la Copa Sudamericana. Sólo tres jugadores sobrevivieron, y todos se recuperaban en un hospital en Colombia: el zaguero Helio Samper, apodado Neto; el contención Alan Ruschel y el arquero Jakson Follman, quien sufrió el martes la amputación de la pierna derecha.

A la hora en que originalmente esperaban estar en casa, mirando el partido por televisión, más de 22.000 seguidores del Chapecoense concurrieron en cambio a la Arena Condá para vitorear a su equipo, llorar, conmoverse con homenajes en video procedentes de todo el mundo, y participar en una misa católica.

Celebraron el título de la Copa Sudamericana que esperan compartir con el Atlético Nacional. Entonaron una canción ideada por los hinchas del equipo que sería su rival, quienes terminaron uniéndose al pesar por la tragedia.

“¡Que lo escuchen en todo el continente! ¡Siempre recordaremos campeón al Chapecoense!”, dice el cántico.

Los familiares de las víctimas se colocaron en el centro de la cancha, mientras el público coreaba uno a uno los nombres de los jugadores. Hubo también una muestra colectiva de afecto para el niño Carlos Miguel, de 5 años, quien se disfraza como la “mascota” del equipo. Muchos llegaron a temer que el pequeño hubiera estado en el avión.

Vestido como un indígena de Chapecó, Carlos lloraba, mientras dirigía un saludo al público. En la pantalla del estadio aparecieron expresiones como “héroes” y “fuerza Chape”.

Los pocos empleados y jugadores que no emprendieron el viaje funesto recorrieron la cancha, aplaudidos por los hinchas.

El “Chape” llegó a la final de la Sudamericana pese a no contar con astros. En sus filas no estaba ninguno de los conocidos futbolistas de la selección brasileña. De hecho, el club deambulaba en la cuarta división hace apenas siete años.

Para 2014, había llegado a la máxima categoría. Ahora tendrá que buscar otro repunte, esta vez más penoso.

El arquero Marcelo Boeck dijo que él y varios jugadores tenían acuerdos para marcharse del club el año próximo. Ahora están reconsiderando la decisión.

“Sabemos que este es un momento diferente, y somos parte de esto”, comentó. “Esperamos ayudar en la reconstrucción, en memoria de nuestro equipo”.

Esa reconstrucción podría comenzar el 11 de diciembre, cuando se disputará la última fecha de la temporada en la liga nacional. Los partidos del “Brasileirao” fueron suspendidos este fin de semana, en señal de duelo.

El presidente interino de Chapecoense, Iván Tozzo, dijo el miércoles a la prensa que el club tiene previsto jugar ese encuentro contra el Atlético Mineiro, utilizando principalmente a miembros de las fuerzas básicas.

Tras ese cotejo, sólo habrá incertidumbre sobre el equipo. Si se le otorga el título de la Sudamericana, como ha propuesto su adversario Atlético Nacional, Chapecoense se clasificaría para la Copa Libertadores, que comienza en febrero.

Chapecoense tiene asegurado su lugar en la primera división brasileña para la próxima temporada. A partir de enero, tratará de defender su título estatal de Santa Catarina.

Victor Hugo, analista de datos y uno de los principales asistentes del entrenador Caio Junior, dijo que al club le queda muy poco. El técnico murió también en el accidente.

“Quedamos un par de doctores, dos fisioterapeutas, dos utileros, una enfermera, un masajista, un entrenador de arqueros y yo”, explicó en la Arena Condá.

Por ahora, añadió, todos tratan de lidiar con la tragedia, incluido el personal y los seis jugadores que no fueron convocados para el gran partido en Colombia —algunos por lesiones y otros por decisión de Caio Junior.

“Esa decepción por no ser convocados para estar ahí cedió su lugar a una horrible mezcla de pesar y de cierto alivio por estar vivos”, comentó Victor Hugo. “Esto se quedará con nosotros para siempre”.

El volante argentino Alejandro Martinuccio estaba lesionado y no viajó. Durante el martes, no paró de responder a las llamadas de amigos y familiares preocupados. Tampoco dejó de consolar a los deudos de los jugadores que sí viajaron.

“No soy religioso, así que esto es incluso más difícil”, dijo Martinuccio. “Siento mucho que esta hermosa historia haya terminado así”.

El veterano arquero Nivaldo no fue contemplado para el encuentro en Medellín, pues se le reservó para disputar su partido número 300 con el club, el domingo ante el Mineiro.

Tras el accidente, el guardameta de 42 años anunció que se retiraría de inmediato. Ahora quiere jugar ese último compromiso de la campaña para honrar a sus compañeros caídos.

“Queremos jugar ese partido”, dijo Nivaldo entre lágrimas. “Sólo que no sé si podré soportar un estadio lleno, donde la gente estará coreando los nombres de los jugadores que murieron. Tendremos que intentarlo, creo. Pero será difícil”.

Uno de los tres sobrevivientes al accidente fue Follman, suplente del arquero Danilo que sí falleció. Las autoridades en Colombia informaron que debieron amputar la pierna derecha de Follman, quien continúa internado.

“Le había dicho a Follman que yo iba a seguir acá un año más para ver cómo se consolidaba”, indicó Nivaldo. “Él me dijo que intentaría cargarme sobre sus hombros después de mi partido número 300. Eso no va a ocurrir”.

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