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La vieja guardia sitúa líder provisional al Real Madrid

Real Madrid's Gareth Bale jumps to control the ball during La Liga soccer match between Celta and Real Madrid at the Balaídos Stadium in Vigo, Spain, Saturday, Aug. 17, 2019. (AP Photo/Luis Vieira)
(Luis Vieira/AP)

Se dejó de pruebas tácticas Zidane, volvió a su 4-3-3 y el Real Madrid recuperó identidad

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La vieja guardia del Real Madrid, con Gareth Bale al mando pasando de su adiós a ser titular, dio el liderato provisional de la Liga española al equipo de Zinedine Zidane, que enterró en Balaídos las malas sensaciones de pretemporada y firmó un triunfo ante el Celta (1-3) que devuelve la esperanza al madridismo.

De la revolución prometida a comenzar la competición oficial con buenas sensaciones con un once sin fichajes. El plan de Zidane ha ido cambiando sobre la marcha. La lesión de Eden Hazard fue el último inconveniente. Provocó que Bale pasase de no contar a ser titular. Y al galés se le ve con las ganas que le faltaron cuando se consumó el regreso del técnico francés el pasado curso.

Se ganó en Balaídos una nueva oportunidad de una afición que perdió la paciencia con él. Bale premió a Zidane por su apuesta, por pasar de asegurar públicamente que si se marchaba de inmediato, mejor, a integrarlo en su equipo según se han cerrado puertas de salida. Fabricó el primer gol y firmó un gran partido, siempre desequilibrando a un Celta endeble en defensa.

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Se dejó de pruebas tácticas Zidane, volvió a su 4-3-3 y el Real Madrid recuperó identidad. Fue ganando confianza con los goles y una intervención salvadora de Courtois. Se rearmó con diez para marcar dos tantos y aprovechó el mal inicio liguero de un Barcelona sin Leo Messi. Al tanto de Karim Benzema se le sumó un golazo de Kroos, latigazo a la escuadra, y una jugada coral repleta de calidad que culminó Lucas Vázquez. El tanto del honor del Celta dejó el nombre del juvenil Iker Losada para la historia (1-3).

LaLiga arrancó el viernes a lo grande en San Mamés con un Athletic Club-Barcelona. Con una chilena de Aduriz en el último minuto para tumbar al campeón. La ausencia del rey de la competición, Messi, la lesión de Luis Suárez durante el partido y la falta de pegada en los momentos de dominio del segundo acto pasaron factura a los de Ernesto Valverde, que comienzan a remolque.

El sábado dejó sorpresas y goles. Gran imagen de equipos recién ascendidos como Mallorca, Osasuna y Granada. Un inicio con empate, resultado que marcó la primera vuelta del pasado curso, del Valencia de Marcelino.

Añorando a su referente Dani Parejo, al que impidieron jugar las tarjetas del año pasado provocando su enfado. Tenía el triunfo en el bolsillo gracias a un tanto de Gameiro a los 59 minutos y lo perdió en el minuto 100.

En un añadido eterno que llegó tras mandar a las nubes Kevin Gameiro un penalti y al palo una clara ocasión Rodrigo Moreno, llegó el premio a la perseverancia de la Real Sociedad. Había perdonado William José a puerta vacía la más clara y no perdonó Mikel Oyarzabal el penalti (1-1) por una mano de Coquelin en la barrera tras una falta que le costó la expulsión.

Regresaron a lo grande a la elite Mallorca y Osasuna. El equipo balear asomó por Primera seis años después, tras caer a Segunda B, mostrando las razones por las que su bloque logró dos ascensos consecutivos. Con Son Moix convertido en un fortín, desfiguró al Eibar y lo tumbó con un tanto de Dani Rodríguez y el decisivo marcado en propia puerta por Paulo Oliveira, que antes había firmado el empate para el equipo armero (2-1).

Con el mismo buen sabor de boca regresó a Pamplona el Osasuna, al que un tanto de Chimy Ávila le dio tres puntos de oro en Butarque (0-1) y dejó en nada los continuos esfuerzos del Leganés. Hasta tres tantos le fueron anulados al equipo ‘pepinero’.

El partido con más goles de la primera jornada se jugó en el Estadio de la Cerámica. Ocho repartidos entre un Villarreal liderado por Santi Cazorla, con gran actuación de Moi Gómez, ante un descarado Granada, que no mereció el castigo de los goles que fue encajando y se fue reponiendo a base de pegada.

A quince minutos del final perdía 4-2 y no bajó nunca los brazos. En dos saques de esquina, con tantos de Roberto Soldado en su regreso al fútbol español y Antonio Puertas, acabó rescatando un punto como premio.

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