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El joven debutante de LAFC, Christian Torres, se siente en casa y recibe consejos de Carlos Vela

El mexicoamericano debutó el 30 de agosto contra los Sounders de Seattle y jugó unos minutos más ante los Earthquakes de San José solo unos días después

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El pasado 8 de julio, Christian Torres fue anunciado como uno de los primeros tres productos caseros del LAFC que firmaron un contrato profesional con el primer equipo. De 16 años, el mexicoamericano hizo historia cuando debutó el 30 de agosto contra los Sounders de Seattle al sustituir al uruguayo Brian Rodríguez a los 78 minutos de juego. Su segunda participación fue ante los Earthquakes de San José, solo unos días después, el 2 de septiembre.

Christian había levantado cejas incluso mucho antes del anuncio de su contrato. En enero, tuvo la oportunidad de ser parte del primer equipo en un partido amistoso contra el Toronto FC, en el que compartió cancha con Carlos Vela y algunos de los titulares del LAFC actual.

El joven jugador anotó en ese encuentro – siendo el primero de la academia en hacerlo en la corta historia del onceno angelino – su primer gol portando la camiseta oro y negro y recibió la congratulación debida de la superestrella mexicana. Christian asegura sentirse bienvenido por Vela y el equipo en general, lo que ha facilitado su transición.

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“[Vela] me da muchos consejos en el terreno de juego”, dijo Torres a LA Times en Español. “Uno de los consejos es sobre el movimiento con el balón, rotar y cambiar de lado entre posiciones. Al igual que otros jugadores, que me han dado indicaciones de cómo moverme sobre el terreno”.

En cuestión de la comunicación con sus compañeros en los vestidores y entrenamientos, la diferencia de edad bien podría ser un factor para el jugador, pero él no lo ve así e incluso se ha identificado con el veterano de 36 años, Jordan Harvey.

“Me comunico bien con todos, aunque Jordan Harvey bien podría ser mi papá (risas)”, señaló el oriundo de Fontana.

Torres proviene de una familia futbolera en la que su padre, quien es oriundo de Michoacán, le ayudó a dar esos primeros pasos con el balón desde que tenía uso de razón y entre sus primeras experiencias fue con AYSO en Rialto, a solo unos minutos de su casa. Su padre, junto a su abuelo, identificaron rápidamente la manera cómo él le pegaba al esférico y “querían ver qué más podía hacer”.

Torres describió su niñez como un tiempo tranquilo y feliz junto a su familia en la comunidad de Fontana y a medida que fue pasando el tiempo, fue descubriendo y mejorando sus habilidades dentro del terreno de juego.

“Las ligas domingueras realmente me ayudaron a crecer, desarrollarme como jugador y ser libre en el terreno”, recordó.

A sus 16 años, ya sabe lo que es el sacrificar una vida relativamente normal, pues dejó de asistir a la escuela para cambiarlo por la educación desde su hogar, lo que también le valió desconectarse de sus amistades y compañeros de clases. Aunque ve el lado positivo de la situación ya que su interés es jugar el deporte que le apasiona.

“Ha sido bueno porque me ha permitido seguir preparándome”, dijo Torres. “Creo que fui un buen estudiante, escuchaba mucho, traté de interactuar y ser saliente, que gusten de mí, soy inteligente, siempre me fue bien, nunca tuve grados horribles, siempre con As y Bs”.

Pero era el futbol su llamado y aunque soñaba con romper redes, no fue de inmediato que lo hizo. Él sirvió como defensor durante su desarrollo en la academia del LA Galaxy, en donde demostró su capacidad anotadora proviniendo desde muy atrás, gracias a su rapidez, lo que le permitió eventualmente cambiar de ser un defensa por la derecha a un “9”.

Su buen andar le mereció un llamado a la selección juvenil de los Estados Unidos Sub-15, con quienes jugó en el torneo de esa categoría de varones de Concacaf en agosto de 2019.

“En mi primera temporada con el Galaxy, me pusieron como substituto de un jugador en el segundo equipo… no era titular y era substituto de otro substituto”, recontó sobre su tiempo con los galácticos en la Sub-14, en 2017-18, en donde anotó 15 goles en 25 partidos, que de ellos inició en 22. Gracias a eso, Torres fue entonces promovido a delantero en la segunda temporada.

Una vez realizado el cambio a LAFC, en la academia usaron sus capacidades de ataque usando los dos francos, derecha e izquierda, y como “10” y él respondió con 30 goles en 44 partidos.

Torres vive un momento muy especial en su vida después de debutar con el equipo y espera seguir haciendo lo posible para convencer al entrenador del LAFC, Bob Bradley, que merece más minutos sobre el campo.
Su experiencia con el Sounders, lo ha dejado marcado, sobre todo los minutos previos a ver su número en el tablero electrónico anunciando su entrada a la cancha. Torres dijo no tener en claro si iba a jugar, pero aseguro tener el presentimiento de que Bradley lo haría debutar.

“En ese momento solo sentí algo en mi estómago, de que algo iba a pasar”, recordó el jugador. “Junto a otros compañeros nos pusimos a calentar… el entrenador de rendimiento me dijo ‘vamos, vamos a ponerte en movimiento’, y entonces vi al mánager de equipajes e indumentaria caminar hacia él y le dijo algo y luego él nos dijo ‘tú, tú y tú, ustedes tres van a entrar a los 77 minutos’. Solo prepararme para eso, hombre, solo pensaba, mientras calentaba y corría un poco: ‘Guau, ¿realmente estoy a punto de entrar?’… desde ese momento no dejé que eso me abrumara y tan pronto pisé el terreno de juego… me dejé ir”.

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