Hernández: ¿Las acusaciones de acoso y hostigamiento hacen que Trevor Bauer sea un riesgo para los Dodgers?

No nos puede causar demasiada sorpresa.

La mitad de la ciudad no pudo ver a los Dodgers por televisión durante seis años por culpa de esta gente.

Por supuesto que firmarían a Trevor Bauer.

Los dueños del equipo creyeron que era un buen negocio, adquiriendo al mejor lanzador agente libre del mercado en un acuerdo inusualmente corto.

Algunos segmentos de su base de fans se sienten incómodos por haber contratado a una figura del Internet con un historial de acusaciones de acoso a mujeres, burlas a personas transgénero y difusión de teorías conspirativas, pero los Dodgers no vieron nada de eso como una razón para dejar pasar una oportunidad de mostrar al mundo lo inteligentes que son.

Cuando se le preguntó durante la videoconferencia de presentación de Bauer el jueves sobre el mensaje que esto enviaba a los aficionados que se sienten alienados por el equipo, el presidente de operaciones de béisbol Andrew Friedman dijo de forma poco convincente: “Los valoramos mucho”.

Friedman dijo que él y el presidente del equipo Stan Kasten hablaron con Bauer sobre “algunas cosas que son más públicas”, probablemente su actividad en las redes sociales.

“En nuestras conversaciones, él ha aludido a los errores que ha cometido en el pasado, ¿y sabes qué?” dijo Friedman. “Todos vamos a cometer errores, y lo importante para mí es cómo lo interiorizamos, cuáles son nuestros pensamientos de cara al futuro. Era importante tener esa conversación, y salimos de ella sintiéndonos bien”.

Lo que fue “más importante” en opinión de Friedman fue la retroalimentación que los Dodgers recibieron de los excompañeros de equipo de Bauer, que los llevó a creer que será un activo para la cultura de la organización.

Nada de lo cual abordó lo que los fans LGBTQ podrían sentir acerca de que su equipo favorito empleara a un jugador que publicó en su cuenta de Twitter varias veces: “Me identifico como un niño de 12 años”.

Bauer, que heredará la camiseta número 27 que antes llevaba el legendario imbécil Kevin Brown, no será el primer jugador antipático que represente a los Dodgers, ni será el último.

Sin embargo, debido a su tendencia a alardear desafiantemente de sus rasgos menos temibles, Bauer pondrá en conflicto a los aficionados de una manera que pocos Dodgers han hecho en los últimos años.

Bajo la dirección de Friedman, los Dodgers han mantenido generalmente su distancia de personalidades exteriormente desagradables. Cambiaron al controversial Yasiel Puig. Cuando Mookie Betts fue adquirido por estas fechas el año pasado, Friedman habló tanto de su carácter como de su capacidad.

Ahora, en Bauer, los Dodgers tienen un jugador que publicó en su Twitter que el expresidente Obama “supuestamente” nació fuera de Estados Unidos. Bauer también respondió a una cita falsa sobre querer destruir el país que se atribuyó a George Soros escribiendo: “no puedes difundir una verdad como esa porque entonces eres un “racista” o un “teórico de la conspiración”.

A muchos aficionados no les importará, pero a algunos sí. Es casi seguro que Bauer no se ganó a muchos de sus detractores el jueves.

“Todo el mundo comete errores en el pasado”, dijo Bauer. “Intento aprender de ellos lo más rápido posible. Intento entender el punto de vista de los demás sobre las cosas y ser mejor en el futuro”.

“Crecí aquí, pasé 20 años aquí antes de fichar profesionalmente, mis padres siguen aquí. Todavía me considero un miembro de la comunidad y espero tener un impacto positivo en ella”.

Eso fue un buen comienzo.

Pero cuestionado acerca de dos incidentes muy sonados en las redes sociales -ambos protagonizados por mujeres que decían que las había acosado-, Bauer no quiso especificar lo que aprendió ni los comportamientos que ahora reconoce como inapropiados.

“No voy a entrar en detalles sobre las conversaciones que he tenido con personas de todos los ámbitos de la vida en los últimos dos años y todas las cosas que he aprendido”, dijo. “Puedo decir que he aprendido de ellas, que he pasado mucho tiempo hablando con la gente para tratar de entender las perspectivas de otras personas, y que estoy haciendo todo lo posible para ser mejor en todos los ámbitos de la vida. Me he comprometido a ser mejor en las redes sociales, a ser mejor en el campo, en la sede del club, en la vida en general”.

Así que, lo siente, pero no lo lamenta.

La interpretación más caritativa de la negativa de Bauer a disculparse podría estar relacionada con su infancia en Valencia. Según cuentan, no tenía muchos amigos. Fue víctima de acoso escolar. No es difícil imaginar que desarrolló una personalidad abrasiva como defensa.

Sólo que ahora está en la cima de una profesión altamente competitiva. Es famoso y admirado. Es rico.

¿No debería Bauer estar por encima de sus deseos de devolver los golpes cuando se siente atacado, como fue el caso de las mujeres mencionadas?

A principios de esta semana, Bauer se mostró a la defensiva al responder a los fans que cuestionaban temas tan triviales como la adición de su nombre en japonés a su perfil de Twitter y la sinceridad de sus disculpas a los fans de los Mets de Nueva York, con los que estuvo a punto de firmar.

Desde este punto de vista, al menos, Bauer no hizo nada malo. Al mismo tiempo, ¿por qué se ve obligado a responder a semejante disparate?

Tal vez controle esos impulsos. Tal vez no lo haga.

Friedman reconoció que no hay garantías.

“El tiempo lo dirá”, dijo.

Está en juego algo más que victorias y derrotas. Se trata de lo que significa la franquicia, los valores que representa.

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