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Compañeros de Stafford se dieron cuenta de que el nuevo mariscal de Rams en sexto grado ya era ‘extraordinario’

Incluso cuando estaba en sexto grado, y subiendo de rango, los amigos de la ciudad natal de Matthew Stafford en Texas se dieron cuenta de que el mariscal de campo sería una estrella.

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Con su equipo apoyado en la línea de una yarda, Matthew Stafford se alineó en la formación, observó con calma a la defensa y pidió el conteo del snap.

Tomando el snap, el mariscal de campo se movió hacia la derecha y miró a un receptor, implorando a otros en la ofensiva extendida que siguieran corriendo. Dio unos pasos más y luego se detuvo y esperó un momento.

Entonces, el alumno de sexto grado ladeó su brazo derecho y entregó un pase de 60 yardas perfectamente lanzado a un compañero de equipo que esperaba en la zona de anotación opuesta.

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“Recuerdo a todos los padres en la línea de banda diciendo: ‘Santo...’”, dijo John Dickenson, uno de los defensores de la jugada.

“Fue entonces cuando lo supimos”, expresó el hermano gemelo de Dickenson, Charley.

En enero, dos semanas después de perder ante los Packers de Green Bay en un partido de la ronda divisional de la NFC, los Rams adquirieron a Stafford, de los Lions de Detroit, en un intercambio muy importante por el quarterback Jared Goff y dos selecciones de primera ronda del draft.

Stafford, que se espera que hable con los periodistas esta semana después de que el acuerdo se haga oficial el miércoles, fue la selección número 1 del draft de la NFL de 2009. El jugador de 33 años es considerado uno de los mejores pasadores de la liga, especialmente cuando está bajo presión. En 12 temporadas, Stafford ha llevado a los Lions a tres apariciones en la postemporada y ha diseñado más de 30 remontadas y victorias, según profootballreference.com.

Pero Stafford nunca ha ganado un partido de playoffs de la NFL, una racha que los Rams esperan que termine esta temporada cuando dirija una ofensiva orquestada por el entrenador Sean McVay. Los Rams apuestan por que Stafford pueda llevarlos a una victoria en el Super Bowl en febrero en el estadio SoFi.

Esas también son las expectativas de los jugadores con los que Stafford creció y los entrenadores para los que jugó en Highland Park, Texas. No hay absolutamente ninguna duda en sus mentes de que Stafford puede llevar a un equipo a un campeonato.

Lo han visto hacerlo.

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Randy Allen ya era un exitoso entrenador de futbol americano de Texas cuando llegó a Highland Park High en 1999.

Cuando Allen se mudó al enclave de Dallas, dijo, oyó hablar de un mariscal de campo de la escuela secundaria que podía lanzar un balón de futbol americano a unas 70 yardas. Un día, el chico que vivía al lado estaba jugando al baloncesto con un amigo en su patio delantero. El amigo era Stafford.

Después de jugar al baloncesto, los chicos se trasladaron a la calle y empezaron a lanzar el balón.

“Podía lanzarlo a una milla”, relató Allen.

En Highland Park, una de las ciudades más prósperas de Texas, varias escuelas primarias desembocaban en una escuela secundaria que a su vez desembocaba en un instituto. Allen imaginó que Stafford sería algún día titular del equipo universitario y competiría por un título estatal, un logro que no se alcanzaba desde 1957.

“Fui a octavo grado, lo saqué de clase y hablé con él, y le pregunté cuáles eran sus objetivos”, relató Allen. “Y me respondió: ‘Quiero ganar un campeonato estatal y jugar al futbol universitario’, y todo eso.

“Le dije: ‘Yo también quiero ganar un campeonato estatal’”.

Stafford llevó a los equipos de séptimo y octavo grado a temporadas invictas antes de llegar a la escuela secundaria.

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Matthew Stafford was a standout, even in youth football

Long before he played in the NFL, Rams quarterback Matthew Stafford showcased his throwing skills as a sixth grader playing youth football in Highland Park, Texas.

Mucho antes de jugar en la NFL, el mariscal de campo de los Rams, Matthew Stafford, demostró sus habilidades de lanzamiento cuando estaba en sexto grado jugando futbol americano juvenil en Highland Park, Texas.

James Farnsley, antiguo entrenador de la línea ofensiva de Highland Park, a veces se colocaba detrás de la línea defensiva para evaluar el bloqueo. Farnsley recuerda el sonido distintivo de los pases de Stafford.

“Cuando Matthew lanzaba el balón, pasaba silbando por delante de ti”, dijo Farnsley. “Es simplemente diferente”.

Los gemelos Dickenson pueden dar fe de ello. Fueron receptores en la escuela secundaria, y se prepararon para los pases de Stafford atrapando balones disparados por una máquina de lanzar.

“Los lanzamos a 70 millas por hora para prepararnos para los balones de Matthew”, expuso John Dickenson. “Creo que todos nos acabamos unos cuatro o cinco pares de guantes por temporada”.

En su primer año, Stafford llevó al equipo a una temporada invicta y luego jugó unos pocos partidos en un juego de playoffs del equipo universitario, pero su fiesta de presentación nacional llegó en un juego de playoffs durante su temporada de segundo año.

Highland Park se enfrentó a Ennis High, el equipo mejor clasificado del estado. Ennis contaba con el mariscal de campo Graham Harrell, ahora coordinador ofensivo de la USC. Stafford lanzó para 403 yardas y tres touchdowns en una victoria de 38-28.

“Fue obvio ese día”, dijo Allen. “Tenía un gran futuro por delante”.

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“Cuando Matthew lanzaba el balón, pasaba silbando por delante de ti. Es simplemente diferente”.

— JAMES FARNSLEY, EXENTRENADOR DE LA LÍNEA OFENSIVA DE HIGHLAND PARK

El hecho de que Stafford se convirtiera en el mejor mariscal de campo de la clase nacional de reclutamiento universitario de 2006 -y que llegara al estrellato en Georgia y en la NFL- no sorprendió a ninguno de los linieros de Highland Park que lo enfrentaron en su última temporada.

Los laterales Reid Prince y Chris Olson, los guardias James Miers y Alex Cole, el centro Paul Schaufele y el ala de apoyo Seth Graham han tenido éxito profesional en los negocios, las finanzas, el derecho y la Marina. Prince y Olson jugaron en Baylor y Texas Tech, respectivamente. (El lanzador de los Dodgers Clayton Kershaw fue el centro titular del equipo de primer año de Highland Park en 2002, pero dejó el fútbol americano después de esa temporada para centrarse en el béisbol).

“Era un grupo bastante bueno”, dijo el coordinador ofensivo Grayson Wells. “Eran realmente algunos de los chicos más inteligentes que he tenido. Simplemente entendían lo que estábamos haciendo”.

Algunos de los linieros fueron compañeros de jardín de niños de Stafford, quien fue estrella de futbol, béisbol, baloncesto y fútbol americano. Todos jugaron con o contra él en una liga de futbol americano de la YMCA de cuarto a sexto grado antes de reunirse en la escuela secundaria.

“Todos trabajamos juntos durante mucho tiempo, lo que creó un gran vínculo”, manifestó Schaufele.

Olson dijo: “Para los linieros ofensivos, todo consiste en trabajar juntos, saber lo que va a hacer la persona que está a tu lado y confiar los unos en los otros - así que eso nos dio tremendos dividendos cuando crecimos”.

Miers experimentó los progresos del grupo -y de Stafford- con cada año que pasaba.

“Matthew, en cuarto grado, podía lanzar el balón 30 yardas cuando la mayoría de los otros equipos tenían suerte si conseguían un pase de cinco yardas”, expuso.

Stafford logró alcanzar a los receptores a 50 o 60 yardas en el campo, tanto si estaba parado frente a un blitz como si se movía hacia la derecha o la izquierda.

“Cada vez que veíamos la grabación después de un partido, el entrenador Wells decía: ‘No entienden qué cosa tan especial tienen aquí’”, relató Prince. “Solo tienen que darle el tiempo suficiente y él hará que esto funcione y llegaremos hasta el final”.

Para recompensar a los linieros por su protección y para fortalecer el vínculo del equipo, Stafford y otros jugadores de habilidad los invitaron a cenar cada semana en El Fénix, un restaurante mexicano.

“Comimos un montón de enchiladas esa temporada”, dijo Olson.

Los jugadores y sus entrenadores siguen en contacto a través de mensajes de texto en grupo y se reúnen para desayunar una o dos veces al año. Hablan de sus vidas y de los buenos momentos que pasaron compartiendo la cancha entre ellos y con Stafford.

“No hay nada más divertido”, dijo Prince, “que encender la televisión y seguir viéndolo jugar”.

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En la temporada junior de Stafford, Highland Park avanzó a los playoffs de la División I de la 4A antes de perder en la primera ronda ante un equipo de Texas High que contaba con el futuro quarterback de la NFL Ryan Mallett.

“Después de perder, todo el mundo tenía los ojos puestos en el premio”, manifestó el liniero ofensivo Seth Graham.

Stafford no jugó los dos primeros partidos de su temporada sénior debido a una lesión.

“Cuando volvió, ese fue uno de los tratos con los jugadores”, dijo Wells sobre los linieros ofensivos. “Esos chicos sabían que si tenían una oportunidad de [ganar un título estatal], debían mantener a Matthew sano”.

Los Scots pasaron la temporada regular invictos. Los compañeros de equipo estaban acostumbrados a las hazañas de Stafford - pases de touchdown de 50 yardas lanzados a través de su cuerpo, saltos mortales en la zona de anotación después de ser golpeado - pero él elevó su juego durante su última carrera de playoffs.

En la primera ronda, contra Texas High, iban perdiendo en el descanso, pero remontaron para vengarse de la derrota de la temporada anterior.

“Todo el mundo sabía que él estaba al mando”, dijo Prince sobre Stafford. “Cuando tenía el balón no había duda de que íbamos a ser capaces de conducir por el campo y anotar, así que era cuestión de darle el tiempo suficiente”.

Los Scots ganaron dos partidos más antes de enfrentarse a Stephenville en una semifinal que se encuentra entre los partidos de playoffs de secundaria más memorables de la historia de Texas.

Stephenville, dirigido por el mariscal de campo Jevan Snead, tomó una ventaja de 38-34 en el último cuarto. La carrera de Stafford parecía estar a punto de terminar cuando Stephenville interceptó un pase faltando unos cuatro minutos.

Pero Highland Park interceptó un pase, dando a Stafford otra oportunidad. Faltando 37 segundos, lanzó un pase corto de touchdown para ganar el partido.

La remontada se prolongó: Highland Park derrotó a Marshall, 59-0, en el partido de campeonato más desigual en la historia del futbol americano de las escuelas secundarias de Texas.

“Todos pensábamos”, dijo Prince, “‘Este es el punto de partida para Matthew. Este no era el final’”.

“Todo el mundo sabía que él estaba al mando”.

— TACLEADOR DE HIGHLAND PARK, PRINCE REID

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Al comenzar la temporada de futbol universitario de 2008, en el penúltimo año de Stafford, Georgia ocupaba el puesto número 1 en la encuesta de los medios de comunicación y de los entrenadores.

Después de pasar para 3.459 yardas y 25 touchdowns durante una temporada de 10-3, Stafford se declaró listo para el draft y fue elegido nº 1 por los Lions. Ha pasado para 282 touchdowns y más de 45.000 yardas como profesional.

Goff, la elección número 1 del draft de 2016, llevó a los Rams al Super Bowl en 2018 antes de retroceder estadísticamente en las últimas dos temporadas. La pérdida de confianza de McVay en el mariscal de campo se hizo evidente a finales de la temporada pasada, y la oportunidad de negociar por Stafford fue aparentemente muy tentadora.

Los antiguos entrenadores y compañeros de equipo de Stafford en Highland Park, muchos de los cuales siguen en contacto con su antiguo líder en el campo, anticipan un gran papel.

Allen, que desde entonces ha guiado a Highland Park a tres títulos estatales más y ha acumulado más de 400 victorias, dijo que Stafford está perfectamente posicionado para liderar a los Rams.

“Su confianza en ser capaz de hacer ese esfuerzo de último minuto para ganar el juego - eso lo va a hacer destacar”, manifestó.

Hay buenos mariscales de campo en la NFL, señaló Farnsley, pero no muchos como Stafford que pueden “llevarte” a la victoria.

“Te diré esto”, añadió. “He visto a Matthew hacerlo. Puede ponerse el equipo al hombro y avanzar”.

John Dickenson lo ha visto hacer eso varias veces. Hace referencia al pase de touchdown a lo largo del campo que Stafford completó sobre su cabeza en sexto grado. Y el legado que dejó en Highland Park High.

“Esto es para lo que se ha estado preparando durante toda su carrera”, dijo Dickenson. “Tiene una buena oportunidad de ir a ganar un Super Bowl, así que todos lo estamos alentando”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí.

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