Anuncio

Los exClippers recuerdan la influencia de Elgin Baylor

Clippers coach Mike Dunleavy Sr. and executive Elgin Baylor chat during a summer league game in 2003.
El entrenador de los Clippers, Mike Dunleavy, y el ejecutivo Elgin Baylor charlan durante un partido de la liga de verano en la Pirámide de Long Beach el 12 de julio de 2003.
(Lori Shepler / Los Angeles Times)

Desde Ralph Lawler hasta Doc Rivers y Elton Brand, muchos se sintieron conmovidos por el liderazgo de Elgin Baylor, el fallecido exejecutivo y gran exjugador de los Lakers.

Share via

Como locutor de los Clippers, a Ralph Lawler le pagaban por hablar, pero en la primavera de 1986 escuchó una noticia que le dejó “boquiabierto”.

Elgin Baylor iba a ser contratado como principal ejecutivo de baloncesto del equipo.

A Lawler le asombraba el juego acrobático del alero de 1.90 metros desde 1957, cuando vio jugar al universitario por primera vez en Peoria, Illinois. Cuatro años más tarde, cubriendo el campo de entrenamiento de los Lakers como joven locutor de radio en Riverside, Lawler tuvo la oportunidad de conocer a Baylor, que había promediado casi 35 puntos y 20 rebotes la temporada anterior.

“Hacía cosas con el balón y con su cuerpo que nadie había hecho antes; estaba muy adelantado a su tiempo”, dijo Lawler.

Anuncio

De repente, el locutor y Baylor, que había sido elegido para el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial en 1977, eran compañeros de trabajo. Durante las dos décadas siguientes, ambos compartieron canchas de tenis y rondas de golf e intercambiaron historias durante las comidas nocturnas y las bebidas en los viajes por carretera. Sus esposas se hicieron muy amigas.

Al recordar a Baylor el lunes, tras su muerte a los 86 años, Lawler se detuvo para reflexionar. La admiración que sentía por él nunca desapareció.

“Era un hombre maravilloso”, dijo Lawler. “Tuvo grandes momentos y otros no tan buenos como director general, pero era un hombre grande, cariñoso y maravilloso”.

“Le echaré de menos hasta el último día”.

Las 22 temporadas de Baylor como director general y vicepresidente de operaciones de baloncesto de los Clippers marcaron el tercer y último acto de su vida en ese deporte, tras una breve carrera como entrenador en Nueva Orleans. Su paso por los Clippers produjo solo cuatro apariciones en la postemporada, tres temporadas con un récord de 0.500 o mejor, y un historial irregular de éxitos y fracasos en la primera ronda del draft, antes de una salida agria en 2008 que llevó a Baylor a demandar al equipo, sin éxito, por discriminación.

El exentrenador de los Clippers, Doc Rivers, que jugó en la franquicia en 1992, dijo que eso no debería eclipsar su influencia en la NBA, o en Los Ángeles, donde una estatua de Baylor se encuentra fuera del Staples Center.

“El nombre de Elgin Baylor debería ser mencionado más por el tipo de jugador que era, el tipo de competidor que fue, y era un maldito buen tipo”, manifestó Rivers en una entrevista telefónica, añadiendo que su tiempo con los Clippers “hizo que la gente se olvidara de quién era realmente, y no es justo para su legado”.

Baylor fue nombrado el mejor ejecutivo de la NBA en 2006 después de construir una plantilla que estuvo a un Juego en la segunda ronda de avanzar a las finales de la Conferencia Oeste, una ronda que la franquicia aún no ha alcanzado.

“Elgin era un miembro del Salón de la Fama y una leyenda, pero era aún mejor como persona”, dijo en un mensaje de texto Quentin Richardson, que fue elegido en el puesto 18 en el año 2000 por Baylor y jugó cuatro temporadas con el equipo. “Él y la señora Baylor siempre fueron amables con mi familia y conmigo en todo mi tiempo con los Clippers”, manifestó.

El equipo, en un comunicado, calificó a Baylor como un “jugador trascendente, un compañero de equipo muy querido y un ejecutivo pionero” cuyos papeles con los Lakers y los Clippers lo convirtieron en “una institución del baloncesto de Los Ángeles”.

Hasta bien entrados los 40 y los 50 años, Baylor era conocido por entrar en la cancha. En una ocasión, interrumpió un entrenamiento con el gran jugador Elton Brand para ofrecerle sus consejos para jugar en la defensa del poste.

“En los primeros tiempos, en el viejo Sports Arena, el equipo traía a los jugadores y Elgin se ejercitaba contra ellos y podía superarlos a todos”, relató Lawler.

“Algunos de esos jugadores podrían negar eso hoy, pero créanme, yo lo presencié. Les ganaba a todos, y le encantaba poder hacerlo. La gente no se da cuenta hoy del gran jugador que era. Era extraordinario”.

Un año después de la separación del equipo y de Baylor en 2008, este demandó a los Clippers por despido improcedente y discriminación por edad y raza en 2009 por casi 2 millones de dólares. Su demanda original alegaba que el propietario del equipo, Donald Sterling, gestionaba el club con una “estructura de tipo plantación sureña”; la acusación de raza fue retirada en 2011, poco antes de que un jurado del condado de Los Ángeles rechazara su demanda.

Mike Dunleavy Sr., el entrenador del equipo que asumió las competencias en materia de personal de los jugadores tras la marcha de Baylor, dijo que se enteró de lo sucedido justo al volver de vacaciones en 2008 y que su oferta para persuadir a Baylor de que volviera fue rechazada por los altos cargos del equipo.

“No creo que él quisiera retirarse, y yo no quería que se retirara”, dijo Dunleavy por teléfono.

Lawler cree que Baylor rara vez fue puesto en una posición para tener éxito por el enfoque de Sterling en el resultado financiero del equipo.

“Si se le hubiera dado rienda suelta, una rienda suelta razonable, como gerente general de los Clippers, creo que habría terminado siendo considerado como un gran gerente general, pero las restricciones de tratar de operar bajo la dirección de Donald Sterling – con esas restricciones, simplemente no se puede funcionar con éxito en ese tipo de ambiente”, comentó Lawler. “Eso, desgraciadamente, creo que ha empañado la visión de la gente sobre quién era Elgin Baylor”.

Baylor no volvió a asistir a un partido de los Clippers hasta 2015, cuando recibió una ovación de pie y un homenaje en video mientras veía un partido de primera ronda de los playoffs contra San Antonio desde un asiento en la cancha junto al nuevo propietario Steve Ballmer.

“Me enteré de que Elgin no había vuelto, así que nos pusimos en contacto y hablamos con su mujer”, dijo Rivers. “Quería volver. Fue genial. Regresó varias veces después de eso. Fue un día muy bonito. Un día realmente bueno”.

Con 11 apariciones en el All-Star y 10 honores del primer equipo del All-NBA, la carrera de Baylor como jugador atrajo la curiosidad de los empleados de los Clippers. Baylor se mostró dispuesto a contar lo que Rivers denominó “historias de guerra” de una época en la que la NBA no era lo que es hoy.

Le contó a Dunleavy que una vez se lesionó la rodilla, pero que jugó a pesar del dolor, y que años después un cirujano que le operaba la rodilla le informó de que ya no tenía ligamento cruzado anterior. La rotura del ligamento era a menudo una razón que ponía fin a una carrera en la época de Baylor.

Baylor le contó a Lawler cómo, después de que los Lakers se trasladaran desde Minneapolis en 1960, ayudaba a conseguir fans colocándose en la parte trasera de un camión con un megáfono, anunciando el partido de esa noche.

Más tarde, Lawler dijo que él y su esposa, Jo, se quedaron atónitos cuando Baylor y su esposa, Elaine, describieron que les paraban regularmente sin otro motivo que ser negro transitando en un barrio de lujo.

“Nos hizo abrir los ojos a cosas que no éramos capaces de ver”, dijo Lawler.

Baylor “allanó el camino para nuestra comunidad negra en lo que respecta a la vida en la NBA, y la vida ejecutiva en la NBA”, dijo el entrenador de los Clippers, Tyronn Lue. “Creo que es muy importante entender quién era, lo que significaba y lo que representa”.

Lue habló el lunes con Jerry West, el asesor de los Clippers que fue amigo y compañero de Baylor en los Lakers, y lo describió como “bastante triste”.

West, en un comunicado a través del equipo, dijo que “le quería como a un hermano” y que creía que los elogios a Baylor no habían recibido la atención merecida. Lawler estuvo de acuerdo.

“Creo que hoy en día, una enorme cantidad de gente, no es consciente de lo grande que era como jugador de baloncesto y, desde luego, como hombre”, manifestó. “Era especial”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí.

Anuncio