Columna: La intrepidez de Matthew Stafford es su superpoder y su perdición, pero a los Rams les beneficia
La valentía de Matthew Stafford es su fuerza y debilidad, pero los Rams prosperan y dicen que su confianza es lo que los ha ayudado a convertirse en un equipo de Super Bowl.
Las fortalezas y debilidades de una persona suelen tener un origen común o, como me dijo una vez el exentrenador de los Dodgers y filósofo a tiempo parcial, Stan Conte, “lo que te hace bueno también te hace apestar”.
En el caso de Matthew Stafford, es su intrepidez.
Desde la alineación secundaria de los Rams de Los Ángeles hasta la ofensiva de los Bengals de Cincinnati hay numerosos signos de interrogación de cara al Super Bowl LVI. El estado emocional del quarterback de los Rams no debería ser uno de ellos.
Para bien o para mal, el mariscal de campo de los Rams no tendrá miedo.
“Ningún momento es demasiado grande para él”, dijo el entrenador Sean McVay.
Esa cualidad en Stafford es la razón por la que pudo hacer el tipo de lanzamiento cuando entregó un pase de 44 yardas en las manos de Cooper Kupp en el minuto final para establecer el gol de campo decisivo en una victoria de playoffs de división de la NFC sobre los Buccaneers de Tampa Bay.
El mismo enfoque estuvo a punto de ser contraproducente en el partido de campeonato de la NFC, cuando Stafford lanzó un balón profundo a Jaquiski Tartt en el último cuarto. Tartt dejó caerlo, y el quarterback de los Rams de L.A siguió borrando la desventaja de 10 puntos de su equipo.
La alineación de los Rams, que no fue castigada por sus errores, consiguió las tres primeras victorias en la postemporada de su carrera de 13 años y regresó al Super Bowl por segunda vez en cuatro temporadas.
Con el mayor premio del futbol americano en juego el domingo, los Rams volverán a contar con los aspectos positivos del estilo de Stafford para superar los negativos.
No esperen que Stafford cambie repentinamente porque lo que está en riesgo es mayor.
No cambió después de lanzar pick six en tres derrotas consecutivas en noviembre.
“Desde el punto de vista de la toma de decisiones, todavía quiero tomar agresivamente lo que la defensa me está dando”, dijo Stafford en ese momento. “Si me están otorgando oportunidades de ir por arriba, quiero aprovecharlas”.
Así es él.
“Probablemente nací con algo de eso, queriendo ser agresivo”, expresó Stafford esta semana. “Parte de jugar esta posición a este nivel es tener confianza en ti mismo, sostenerla en los jóvenes que te rodean y entender cuándo es el momento apropiado para tomar ciertos riesgos y cuándo no”.
Los Rams de Los Ángeles se sienten cómodos con su forma de jugar. Como dijo Stafford, su manera de arriesgar refleja su confianza, la cual estableció la base de esta ofensiva de la alineación.
“Creo que comenzó en el campo de entrenamiento”, subrayó el tackle ofensivo, Rob Havenstein. “La forma en que Matthew llegó con [no solo] sus años de experiencia, sino su estilo de liderazgo, de competitividad, realmente entendimos quién era como persona de inmediato. Eso es algo que le distingue absolutamente”.
Stafford había pasado sus 12 temporadas anteriores con los perdedores de todos los perdedores, los Lions de Detroit, pero un cambio a una franquicia con mayores expectativas no le exigió modificar su temperamento. Estaba lo suficientemente seguro de quién era como para ser él mismo.
Cuando comenzó la temporada, estuvo a la altura de su reputación.
Ningún mariscal de campo intentó tantos pases que recorrieran 30 o más yardas en el aire, o 40 o más.
Stafford terminó la campaña de 17 partidos con 41 pases de touchdown, la segunda mayor cantidad de la NFL. También le interceptaron 17 lanzamientos, lo que supuso el mayor número de detenciones.
Lo que ayudó a compensar los errores fue cómo Stafford se recuperó de ellos. Podía realizar lanzamientos mientras recibía un golpe. Fue uno de los pasadores más efectivos de la liga contra el blitz.
“No creo que le guste que lo golpeen”, expresó Kupp entre risas. “Creo que ha superado ese punto”.
Interrogado por la capacidad de Stafford para actuar bajo presión o en condiciones adversas, Kupp mencionó algo que el quarterback dice a menudo.
“No creo que se queje si le haces sentarse para lanzar el balón. También estaría bien con eso. Pero considero que disfruta haciendo esas cosas geniales y siendo capaz de manipularlas así”.
La magnífica fuerza del brazo de Stafford le permite realizar lanzamientos inusuales. En ocasiones hace pases laterales. Hizo varias acciones sin mirar.
En opinión del liniero ofensivo, Austin Corbett, Stafford obtiene su arrogancia de su preparación.
“Entra en ese huddle, te mira a los ojos y sabes que tiene el control”, dijo Corbett. “Es un testimonio increíble de lo que es dentro de su entrenamiento del día de partido cada semana y de lo mucho que trabaja y lo bastante que se esfuerza para asegurarse de que está en la cima de cada cosa”.
“Ha visto todas las repeticiones, sabe qué esperar y puedes sentirlo cuando entra en el huddle. Estar allí con él, en el mismo equipo con un tipo como Matthew, es un honor”.
Corbett dijo que nunca ha estado cerca de un jugador tan seguro de sí mismo como Stafford.
Esa cualidad ha sido especialmente notable en estos playoffs.
“Es decir, está tranquilo”, dijo el receptor Van Jefferson.
“En cada jugada, siempre está listo para ir, para lanzar. Tiene un control total del huddle. Se encuentra tranquilo para que todos puedan escucharlo. Es el líder de este equipo y nosotros vamos detrás de él”.
Especialmente en las fases críticas de un partido.
“Es un verdadero competidor”, señaló Havenstein “Realmente se muestra cuando llega el momento decisivo. Se puede decir que no hay vacilación. No hay duda, nada de eso. Eso se extiende hacia los jugadores”.
Los Rams de L. A. volverán a apoyarse en él el domingo cuando suban al mayor escenario del deporte estadounidense.
El espíritu de Stafford puede llevarlos a la victoria más importante en la historia de la franquicia o enviarlos a estrellarse a la más dolorosa de las derrotas.
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