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Columna: Esta predicción del Super Bowl es a prueba de todo: Los Rams dominarán a los Bengals

Rams defensive lineman Aaron Donald and Von Miller celebrate against the Buccaneers.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)

Perdido en todo el histrionismo de la semana del Super Bowl está el hecho de que todo lo que hacen los Bengals, los Rams lo hacen mejor y lo han hecho mejor esta temporada.

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Ésta es tan fácil, que ni siquiera la peor columna de predicción anual en la historia del Super Bowl puede equivocarse.

Ésta es tan básica, que incluso el rumor que rodea mi récord de predicción del Super Bowl de 5-17 puede ser ignorado.

Sí, una vez me equivoqué 11 veces seguidas. Sí, una vez elegí a los Bills de Buffalo durante tres años seguidos. Sí, en el último Super Bowl, me fue tan mal como a los Chiefs de Kansas.

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No, no soy muy bueno en esto.

Pero sí, de verdad, este pronóstico es diferente, es sencillo, éste es a prueba de Plaschke.

El ganador del Super Bowl LVI del domingo entre los Rams de L.A. y los Bengals de Cincinnati en el SoFi Stadium se decidirá por algo tan obvio como un puñetazo en la boca.

Los Rams tienen el swing más grande, el golpe más fuerte. Son pesos pesados. Los Bengals no lo son.

Sencillamente y con bastante rapidez, los Rams van a noquearlos.

Rams 38, Bengals 10.

Todo el bombo y platillo de esta semana ha girado en torno al genial mariscal de campo de los Bengals, Joe Burrow; al atractivo receptor, Ja’Marr Chase, y a una defensa sorprendentemente asfixiante. Todas las narrativas de moda tienen a los integrantes de esta alineación haciendo todas las grandes jugadas, llegando a su punto máximo en el momento adecuado, un equipo predestinado.

Rams strong safety Nick Scott reflects on the field after beating the San Francisco 49ers.
Rams safety Nick Scott reflects on the field after L.A. beat the San Francisco 49ers in the NFC title game Jan. 30 at SoFi Stadium.
(Wally Skalij / Los Angeles Times)

“También se podría decir lo mismo de nosotros”, dijo el safety de los Rams, Eric Weddle.

Exactamente. Precisamente. Perdido en todo el histrionismo de la semana del Super Bowl está el hecho de que todo lo que los Bengals hacen, los Rams lo ejecutan mejor, y lo han realizado excelente, y lo harán en su campo.

Lo mismo digo. Apuesta fuerte. Los Bengals son el equipo más joven de la historia del Super Bowl, y eso importa. Su ingeniosa ofensiva tiene solo cuatro touchdowns en 11 visitas a la zona roja esta postemporada, y eso interesa. Su rápida defensa ha estado por debajo de la media en la primera mitad de los partidos esta temporada, y los Rams van 47-1 cuando caminan por delante en el descanso, bajo la dirección de Sean McVay, y eso concierne.

Los Bengals han recibido todo el amor del Super Bowl, pero este juego en última instancia no será sobre ellos, sino respecto a los Rams, su cultura, su cohesión, su coronación.

“Ellos tienen algunas cosas que tenemos que combatir, pero, en realidad, se trata de nosotros”, expresó el esquinero de los Rams, Jalen Ramsey.

Se podría pensar que se trata de Burrow. Todas las discusiones sobre este partido comienzan con él: cómo es el ganador definitivo, no ha perdido un encuentro importante desde la escuela secundaria, podría convertirse en el primer jugador de la historia en conquistar un Super Bowl, un campeonato nacional de futbol americano universitario, un trofeo Heisman y ser reclutado en primer lugar.

Bien, pero ¿cómo va a mantenerse erguido? Fue derribado nueve veces en la victoria en los playoffs de la división de la AFC contra los Titans de Tennessee y eso no fue una anomalía. La línea ofensiva de los Bengals de Cincinnati bloquea casi tan bien como la línea ofensiva de los Chiefs de Kansas en el Super Bowl del año pasado, y vimos cómo Patrick Mahomes tuvo que correr por su vida. Por las mismas razones, aquí ocurrirá lo mismo.

La línea ofensiva de los Bengals ocupa el puesto 30 en el índice de victorias en el pass-rush, mientras que la línea defensiva de los Rams es la primera en esa categoría. Burrow lideró la NFL en QBR en pases, pero los Rams permitieron el menor número de touchdowns y el segundo QBR más bajo.

¿Traducción? Burrow no tendrá tiempo de hacer mucho más que refugiarse en su madriguera, y Aaron Donald podría ser el MVP en una respuesta contundente a su último y tibio Super Bowl.

“Tenemos jóvenes que merecen un campeonato. Perdimos un Super Bowl. Poseemos una oportunidad de redención”, señaló el esquinero de los Rams, Darious Williams. “Jalen [Ramsey] tiene un legado. Aaron Donald posee otro. No queremos que esto se nos escape de las manos”.

Después de Burrow y su ofensiva, el giro entonces va generalmente a la defensa de los Bengals, que cerró a Mahomes para llegar aquí y ha interceptado al menos un pase en cada uno de los últimos cuatro juegos de Cincinnati.

Pero esta misma defensa de los Bengals ha ocupado el puesto 25 en porcentaje de finalización en pases de cancha abajo de más de 20 yardas esta temporada, mientras que el mariscal de campo de los Rams, Matthew Stafford, ha liderado la NFL en yardas por intento en lanzamientos de campo abajo similares con nueve anotaciones.

Y esta misma defensa de los Bengals ocupa el puesto 25 en el índice de ganancia de pases, mientras que la línea ofensiva de los Rams ocupa el primer puesto en esa categoría.

Traducción: Stafford va a tener mucho tiempo para lanzar en profundidad a Cooper Kupp y Odell Beckham Jr.

Mientras que la defensa de los Rams dominará, es su ofensiva la que será la diferencia entre el domingo y el último Super Bowl del equipo. Esta ofensiva tiene una química que no existía con Jared Goff y Todd Gurley. Esta vez, ésta anotará más de tres puntos.

“A muchos jugadores en este equipo, los miras y te dices: ‘hombre, quiero ganar para ese tipo, se lo merece’ “, dijo el tackle y ancla ofensiva de los Rams, Andrew Whitworth. “Ésta es una de las temporadas más singulares que he tenido, un grupo de compañeros que han obtenido una oportunidad como ésta y que se manejan de una manera tan impresionante, harías cualquier cosa por ellos para tener esa ocasión de sostener ese trofeo”.

Esta alineación parece muy diferente a la que pisó temblorosamente su último Super Bowl. Se ve preparada.

“No creo que nadie aquí sienta que hemos dejado algo en el camino”, expuso el linebacker de los Rams, Troy Reeder.

La disparidad de talento, la cultura de veteranía, la experiencia en los grandes partidos, la comodidad de ser locales, todo ello acabará decidiendo este juego a favor de un grupo de Rams, que parece ser la verdadera alineación predestinada del domingo.

“Todo se trata de... quién mantiene la compostura, quién comete la menor cantidad de errores, quién ejecuta esa situación de la manera más limpia y mejor”, dijo Weddle. “Nuestros grandes jugadores compiten muy bien, tenemos una gran oportunidad de ganar”.

Y lo harán. Lo harán.

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