Anuncio

Dana White bofetea las críticas y asegura que Power Slap está para quedarse

LAS VEGAS, NEVADA - MARCH 11: Dorian 'Disturbing The Peace' Perez strikes Frank 'The Tank' Holland during the Power Slap 1.
LAS VEGAS, NEVADA - MARCH 11: Dorian ‘Disturbing The Peace’ Perez strikes Frank ‘The Tank’ Holland during the Power Slap 1 event at UFC Apex on March 11, 2023 in Las Vegas, Nevada. (Photo by Jeff Bottari/Sciaffo LLC)
(HANDOUT / POWER SLAP / Jeff Bottari / Sciaffo LLC)

El controvertido deporte de bofetadas de la liga Power Slap tendrá su tercera velada este viernes, 7 de julio, por Rumble.com.

Share via

Usted seguramente lo habrá visto en redes sociales. Una persona se para en frente de otra en un podio y este lo abofetea tan fuerte que, en muchos casos, el rival es noqueado o queda tan aturdido que tiene ser sostenido por un par de asistentes para evitar una caída severa. Las bofetadas se hacen de manera rítmica y a los recipientes de tal golpe no se les permite moverse, ni defenderse porque pueden quedar descalificados o la acción tiene que ser repetida.

En algunos casos, se han visto videos en redes sociales en que participantes son noqueados después de una fuerte bofetada a la cara, que cuando vuelven en sí, no recuerdan lo sucedido al instante.

¿Actuado? Difícil que lo sea. No es lucha libre. Los golpes son reales y los sonidos de las bofetadas, crujientes.

Las reacciones han sido en su mayoría de repudio ante las brutales imágenes, pero al mismo tiempo hay quienes disfrutan del espectáculo que ofrece Power Slap, cuyo dueño es Dana White y que tendrá su tercer evento este viernes, 7 de julio (6 p.m. PT, Rumble.com) en el UFC Apex de Las Vegas.

Anuncio

El dueño de Power Slap, Dana White, habló con el LA Times en Español para defender su postura sobre el deporte de las bofetadas, además, un neurocientífico nos advierte de los peligros de las cachetadas sin defensa.

Los intercambios de bofetadas no es un deporte nuevo, es muy popular en el este de Europa y en algunos países del medio oriente. La comptencia de bofetadas se hizo viral por el debut de “Slapping Championship”, que es un show popular en Siberia, Rusia, y en el que su peleador más conocido, Vasiliy Khamotiskiy, de 300 libras, fue noqueado por primera vez en su carrera. Ese clip le dio la vuelta al mundo.

Hasta julio de este 2023, solo Nevada ha autorizado a Power Slap para llevar a cabo eventos en el estado.

Muchas imágenes de este deporte en las redes llegaron a la vista del neurocientífico Chris Nowinski, quien debutó en 2001 como luchador profesional y tuvo su primera aparición en un episodio de Raw de la WWE en 2002. En 2003, su carrera llegó repentinamente a su fin debido a los constantes golpes a la cabeza que sufría durante las veladas. Esto lo motivo a convertirse en un neurocientífico, para estudiar más de cerca los riesgos que traen las constantes lesiones al cerebro. Nowinski se graduó con un doctorado en Neurociencia del Comportamiento en la Universidad de Boston en 2017.

“No me alegró ver que Power Slap estaba siendo promocionado aquí por Dana White”, dijo Nowinski a LA Times en Español. “Mi día a día es lidiar con atletas y veteranos que tienen lesiones cerebrales y que potencialmente tienen CTE (encefalopatía traumática crónica), que es una enfermedad que puedes obtener tras tantos golpes a la cabeza”.

El interés de White por ver a competidores intercambiar cachetadas inició en 2018, cuando vio algunos videos en las redes sociales y se fue empapando cada vez más sobre el deporte. Hubo un video en particular que “parecía haber sido grabado en una granja, sin valor de producción y no estaba siendo regulado y tuvo 350 millones de vistas”. White se imaginó sobre las posibilidades que esto podría generar de hacerlo “de la manera correcta” buscando la regulación de la Comisión Atlética de Nevada.

Según White, las bofetadas que se reparten los participantes en sus eventos no son tan o más peligrosos como en el boxeo, artes marciales mixtas u otros deportes que envuelven contactos físicos.

Anuncio

“Si los doctores lograran lo que quieren, no habría futbol americano, no habría futbol, no boxeo, no UFC”, señaló White en una videollamada. “En Power Slap, no hay sparrings, solo se abofetean tres veces por una noche y resulta que es más peligroso y ¿tiene que ser baneada antes que el boxeo?”.

Antes de una velada boxística, los peleadores se preparan por dos o tres meses, incluyendo en su gran mayoría sesiones de sparrings, por lo que White, quien sirve también como presidente de UFC, apuntó a la cantidad de golpes que reciben a la cabeza durante esos entrenamientos.

“…Y llega la noche para boxear y reciben entre 300 a 600 golpes en una pelea y mientras que ¿una bofetada es un problema?”.

Si los doctores lograran lo que quieren, no habría futbol americano, no habría futbol, no boxeo, no UFC

— Dana White, creador de Power Slap

Durante su corta carrera en la WWE, Nowinski dijo haber sufrido una serie de contusiones que no atendió debidamente, provocando problemas más severos. En algunas situaciones, los dolores de cabeza, que duraron alrededor de 15 años, eran inmensos, y en medio de alguna actividad, sea arriba o abajo del ring, olvidaba lo que se suponía tenía que estar desarrollando, además de sentir náuseas regularmente y sufrir de trastornos de sueño.

Nowinski fue diagnosticado con el síntoma persistente posterior a la conmoción cerebral y aún tiene situaciones cuando duerme, no tan severas como en esos años, en los que pierde el sentido entre lo que es real y el sueño.

Anuncio

“Esta es una línea que como sociedad creo que no deberíamos cruzar”, dijo Nowinski. “Es una cosa promover deportes en los que ofreces entretenimiento como la lucha libre como arte y tratas de minimizar las lesiones, en lugar de traer algo que no tiene elementos deportivos en lo más mínimo”.

Hay dos maneras en que las lesiones del cerebro ocurren, según explicó Nowinski, la primera es la ola de energía que traspasa el cráneo llegando al cerebro y “es cuando te das cuenta de que deja de funcionar correctamente y los ves que no se mueven porque están inconscientes, causando como una convulsión”. La segunda manera llega de manera física y es cuando el golpe “crea que la cabeza se mueva muy rápidamente, entonces tu cerebro, que es como una gelatina suave, no se quiere estirar y crea que los axones se separen hasta posiblemente romperse, algo que eventualmente puede terminar en CTE”.

White dijo que Power Slap desarrolla protocolos de pruebas de seguridad similares a la que se llevan a cabo con los peleadores de UFC.

Las reglas de Power Slap señalan que la persona que recibe la cachetada tiene que mantener sus manos atrás, mientras su oponente tiene 30 segundos para completar la bofetada, que no puede llegar debajo de la quijada o arriba del ojo. Un lanzamiento de moneda decide quién golpea primero.

Es una cosa promover deportes en los que ofreces entretenimiento como la lucha libre como arte y tratas de minimizar las lesiones, en lugar de traer algo que no tiene elementos deportivos en lo más mínimo

— Chris Nowinski, neurocientífico sobre Power Slap

La mano con la que se da el golpe no puede ser liderado con la palma, tiene que mantenerse completamente abierta. La persona que recibe el golpe no puede esquivar de ninguna manera la bofetada o pretender algún movimiento. En caso de que ambos golpeadores terminen el intercambio en los rounds que participaron, los jueces determinan al ganador por el sistema tradicional de 10 puntos, en los que dependiendo de caídas u otras situaciones se reducen los marcadores. El que peleador con más puntos a su favor, gana el combate. El combate se detiene en su totalidad cuando un competidor es noqueado, similar a UFC.

Anuncio

El tiempo de recuperación es de 30 segundos para poder recibir la bofetada y se hace lo mismo por tres asaltos, que en caso de que ambos peleadores completan la serie de cachetadas, los jueces determinan el ganador al final de la competencia. Tras recibir una cachetada, el comptidor tiene 30 segundos para recuperarse.

El promedio de pago por participar en un evento de Power Slap está entre $2.000 y $10.000, dependiendo si es un enfrentamiento de eliminación, que es de tres asaltos, mientras que las de campeonato son de cinco rondas. En la página web oficial de Power Slap, aparecen 55 golpeadores, siendo cuatro de ellos mujeres.

“Desde que iniciamos esto (previo al segundo evento), hay dos participantes que han hecho más de $70.000 y para antes del final de año habrá varios que ganarán alrededor de $140.000”, aseguró White.

A pesar de que la controversia continua sobre este deporte, Power Slap vive un proceso muy similar al que vivió UFC en sus inicios, en los que la aceptación fue una mezcla de reacciones positivas y negativas. Hoy por hoy, las artes marciales mixtas gobiernan junto al boxeo los deportes de contacto.

“Es exactamente igual a como UFC fue tratado al principio, la gente no quiere escuchar eso, la gente no quiere pensar eso, pero es la verdad”, estipuló White. “No teníamos medios de comunicación cubriendo este deporte por años y tuvo que depender en ese tiempo de la internet, con páginas web con chats y cosas por ese estilo. Por estos días, para Power Slap, han sido las redes sociales… los números que manejamos son una locura. Solo desde India tenemos 125 millones de vistas en YouTube. Si analizas esto, se está convirtiendo ya en un deporte global, por ejemplo, la primera temporada está en cinco idiomas ahora mismo”.

Un inicio controversial y un cambio de vida

Power Slap se supone que iba a debutar el 11 de enero, pero debido al surgimiento de un video en el que se le ve a White intercambiando golpes con su esposa, que la cadena TBS decidió atrasar la presentación de la competencia de bofetadas una semana más tarde.

Anuncio

Durante la celebración de Año Nuevo, White y su esposa Anne estuvieron en Cabo San Lucas, México, en donde un video, que sacó a la luz TMZ Sports, muestra el momento en que ambos sostenían una discusión, por razones no reveladas. Esta discusión escaló al grado tal que White y Anne intercambiaron un par de golpes y tuvieron que ser separados por gente a su alrededor. El portavoz Jori Arancio confirmó a varios medios de comunicación que TBS había decidido el cambio de día de debut del programa, aunque no confirmó si fue relacionado a la situación de Cabo entre White y su esposa.

A pesar de que las cosas parecían ir en contra de los planes de White, Power Slap debutó el 18 de enero. Sin embargo, después de su primera temporada de ocho episodios de una hora cada uno, la cadena anunció que no seguiría transmitiendo más allá de lo acordado.

Durante la conferencia de prensa después la velada de UFC 288, White anunció que Power Slap llegó a un nuevo acuerdo con el servicio de streaming de Rumble.com. La plataforma fue fundada en 2013 y es similar a YouTube, pero tiene restricciones más flexibles en lo que es considerado una violación a la política de video. Muchos optan por Rumble.com cuando YouTube no les permite publicar sus videos en ocasiones controversiales.

White dijo que en TBS, Power Slap obtuvo 2.4 millones de vistas. En su primera semana, 295.000 espectadores se unieron a la transmisión de Power Slap: Road to the Title on TBS. En el siguiente episodio, la competencia de bofetadas alcanzó su número más alto de audiencia con 413.000 en la temporada, pero en las siguientes tres semanas esos números cayeron bajo de los 300.000 por episodio, rebotando a los 309.000 en la sexta. En las dos últimas transmisiones, volvieron a caer bajo los 300.000.

Jesús Díaz, de 22 años, es mexicoamericano y es uno de los competidores de Power Slap. La madre del joven competidor es de Guadalajara, Jalisco, y se hizo a cargo de él y sus dos hermanas mayores, tras la ausencia de su padre mientras ellos crecían.

“Mi mamá tiene dos trabajos y yo empecé a trabajar a los 16 años, le eché muchas ganas al trabajo y a la escuela, me gradué y ahora he tenido esta oportunidad, me ha ayudado mucho con el dinero”, dijo el competidor de peso welter, quien reside en Montclair.

Cuando no compite, Díaz trabaja en Target como un asistente de clientes y ha visto este deporte como una salida para ayudar a su familia.

Anuncio

Desde chico, Díaz dijo que le gustaban los deportes de contacto, todo lo que involucrara violencia, por lo que no desaprovechó la oportunidad cuando se le presentó la idea de ser uno de los participantes con la organización de White.

“Hicimos un fajo falso entre mis amigos y yo para entregarlo a quien ganara de las peleas”, recordó Díaz mientras sonreía. “Llegaba moreteado a la casa y mi mamá decidió un día en comprarme un fajo para dármelo pensando que iba a dejar de pelear. Pero la violencia, es algo que me gusta ver”.

Ante las tantas críticas que ha recibido Power Slap, Díaz dijo que existen otros deportes más “peligrosos” que el que hace parte.

“Hay deportes más horribles en los que se amarran una cuerda en la nariz y se jalan los dos”, dijo Díaz. “Yo prefiero recibir tres cachetadas en seis minutos sin defenderme, en lugar de una patada que me noquee o un golpe de un boxeador que es muy fuerte y me quiebre”.

El competidor de peso pesado, Dorian Pérez, es otro de los competidores que asegura estar viviendo un momento especial en este controversial deporte. Él fue reclutado mientras hacia parte de Streetbeefs, que es un tipo de peleas callejeras organizadas amateurs, en los que no reciben pagos.

“Vas a ver muchos de esos peleadores aquí porque son el tipo de persona que entiende este deporte”, señaló Pérez, quien ha sido parte de Power Slap desde su primera transmisión en marzo. “A mí me invitaron para un par de enfrentamientos de prueba y rápidamente me enganché en el ambiente, la arena, el participar enfrente de Dana en el Apex [de Las Vegas] ha sido increíble, una bendición”.

Aunque existen detractores entre sus familiares, Pérez dijo que la aceptación de este deporte ha sido mayormente positiva y los que lo apoyan, han sido sus máximos animadores cada vez que se prepara y participa en los eventos.

Anuncio

Su pareja lo ha apoyado desde el primer momento y su madre, quien fue una oficial de la policía y peleadora de muay-thai, lo animó para que se uniera a los entrenamientos con ella cuando él tenía apenas nueve años de edad.

“A los nueve años ya tenía yo la misma altura de ella, entonces me llevaba a hacer sparring y me decía ‘vamos hijo, vamos’, me golpeaba en las piernas y me tumbaba, era genial”, recontó Pérez. “Por otro lado, a mi suegra no le gusta, lo odia. Dice que no me quiere ver pelear y solo quiere saber que gané y ya, no quiere saber detalles”, añadió, con una risa.

Anuncio