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Un David Benavídez con apoyo familiar enfrenta a un Oleksandr Gvozdyk con la mente en Ucrania

David Benavidez enters the ring before a super middleweight title boxing match against Demetrius Andrade
(John Locher / Associated Press)

En un choque por el título interino de las 175 libras del CMB, David Benavídez da un salto de división en donde lo espera Oleksandr Gvozdyk, quien se inspirará de sus compatriotas, que recientemente han dejado el nombre de Ucrania en alto, para vencer a ‘El Monstruo’ .

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David Benavídez continúa su camino al estrellato, el que ha estado destinado desde que tuvo una exitosa carrera como amateur hasta debutar en el profesionalismo en 2013.

Como dos veces campeón de peso supermediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la popularidad de Benavídez ha ido en constante ascenso cada vez que su cuenta de noqueo sigue subiendo. Actualmente, mantiene un invicto de 28 peleas, de las que 24 han sido por la vía del nocaut.

Este sábado, 15 de junio, Benavídez tendrá otra oportunidad de sumar a su lista de palmares cuando suba al cuadrilátero ante Oleksandr Gvozdyk (20-1-0, 16 KOs), dando el salto a las 175 libras, en busca del título interino del CMB en un choque coestelar de la velada de Gervonta Davis vs. Frank Martin que se llevará a cabo en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas (5 p.m. PT, PPV.com).

Declarado como ‘El Monstruo Mexicano’ por el legendario Mike Tyson, Benavídez tiene ante sí la oportunidad de conquistar otra división, una que no será fácil, pero que en su mente no tiene como imposible.

Entre los más grandes logros de Benavídez estuvo el de convertirse en el boxeador más joven en la historia de alcanzar un título de supermediano al derrotar a Ronald Gavril, por decisión dividida, con tan solo 20 años.

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Benavídez, quien señaló que prefiere ser llamado simplemente como ‘El Monstruo’ para “no molestar a la otra parte de la afición”, debido a que también tiene herencia ecuatoriana por el lado de su madre, Michelle Reaves, señaló en una entrevista con LA Times en Español que su familia ha sido el secreto de su inevitable éxito.

“Me hacen sentir más motivado, me ayudan mucho… mi esposa, hasta ver a mi hijo boxear, me motiva mucho y eso es lo que necesito para ganarle a todos estos boxeadores porque todos son muy buenos y entrenan duro”, dijo Benavídez. “Cuando veo a mi familia y les doy también lo que ellos necesitan, me da más motivación para entrenar más duro”.

En una velada de mucha acción, David Benavídez da el salto a las 175 libras para enfrentar al ucraniano Oleksandr Gvozdyk en busca del título interino del CMB.

La historia de don José es conocida por las dificultades que vivió en busca de una vida decente para su familia, que incluye el haber dormido en autos, robado comida y hasta portar armas. Además de vivir la experiencia de ver cómo su primogénito, José Jr., sufrió un disparo en una de sus piernas hace seis años en Phoenix, Arizona, mientras paseaba su perro por la calle.

Aunque su padre, José, nunca peleó como profesional, es reconocido frente a las cámaras, las arenas y en cualquier lugar donde el boxeo esté presente, como una persona firme, polémica y con siempre algo que decir, David dijo que esa manera de ser no pinta lejos de la realidad en casa, a puertas cerradas.

“Él es un hombre duro, siempre desde que era chiquito me ha traído entrenando muy duro todos los días y cuando es de trabajo, es muy estricto. Es mi papá y lo quiero mucho y es una persona muy buena”.

En relación con su madre, Michelle Reaves, el boxeador señaló que ella ha sido igual de importante en este proceso, que entiende bien el negocio del boxeo y que lo ha empujado a seguir su trayectoria.

“Mi mamá me apoya mucho en mi trabajo, desde que yo era chiquito, me da mucha motivación”, estipula Benavídez.

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El aprendizaje que obtuvo de sus padres, le ha dado la idea a Benavídez de aplicar su propio estilo de paternidad con sus dos pequeños hijos.

En sus más recientes publicaciones en redes sociales, Benavídez se mostró trabajando para su combate ante el ucraniano Gvozdyk, y entre los que le han ayudado en el proceso está su pequeño Anthony, de tres años.

“Desde que tenía cinco meses, comenzó a tirar golpes y desde bebé le estoy poniendo en la cabeza que él es un campeón, siempre le digo ‘Eres un campeón, vas a ser campeón del mundo’”, dijo Benavídez. “Él ama el deporte, él siempre está entrenando así como lo miran, así todos los días, entrenando muy duro y va a ser campeón del mundo”.

Benavídez, quien junto a su esposa Karina Silva le dieron la bienvenida a su hija Khloe en diciembre de 2023, disfruta esta etapa como padre, lo que lo ha hecho muy feliz.

El peleador de 27 años le permite a Anthony ver sus peleas y estar en el ambiente del boxeo, incluso cuando se prepara para un combate.

“Hay muchos peleadores que se alejan de la familia cuando están en sus campamentos”, dijo Benavídez. “Yo hago las cosas diferentes, yo traigo a mi hijo al gimnasio y dejo que mire el entrenamiento. Con eso, lo motiva más y siempre hace trucos que me deja pensando ‘¿Cómo aprendió eso?’ y ha aprendido mucho, me hace sentir muy orgulloso”.

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El parecido de Anthony con su padre empieza a tomar forma, según Benavídez.

“Es algo chistoso porque se mete al Tik Tok y al Instagram y dice que quiere pelear contra el hijo del Canelo”, dijo entre risas el peleador en referencia a su propio deseo de enfrentar a Saúl Álvarez. “Ya está pensando en el futuro también”.

En las últimas semanas, los ucranianos Oleksandr Usyk, Vasiliy Lomachenko y Denys Berinchyk hicieron mucho ruido al derrotar a sus difíciles rivales Tyson Fury, George Kambosos Jr. y Emanuel ‘Vaquero’ Navarrete, respectivamente.

Para Gvozdyk, esos triunfos son importantes en estos momentos de crisis en el que Ucrania se encuentra enfrascada en una guerra continúa con Rusia desde 2014 y que escaló en 2022 cuando el gobierno de Vladimir Putin dio la orden de invadir y anexar partes del territorio ucraniano.

“Creo que ganar, particularmente atletas ucranianos, ayuda a motivar, a animar a los ucranianos, en esta pelea contra los agresores, contra los que nos quieren conquistar y matarnos”, dijo Gvozdyk por medio de una videollamada. “Es realmente importante recordar al mundo que los ucranianos son grandes personas y que no se rinden”.

Gvozdyk, de 37 años, es oriundo de Kharkiv, que es la segunda ciudad más grande de Ucrania y que está localizada en el noreste del país.

Su padre y su abuela, de 94 años, se encuentran en esa ciudad que ha sido afectada en algunas partes de su infraestructura por la guerra, aunque no en gran escala.

“Nadie está 100% seguro en Ucrania… hay bombardeos diarios, sonidos de las sirenas y demás, y aunque no estén bombardeando a [la población en general], se puede decir que ellos están relativamente seguros”, dijo Gvozdyk. “Las condiciones no son las mejores debido a la escasez de agua, electricidad y otras necesidades. Mi padre vive en Kharkiv, que está como a 20 millas de la frontera con Rusia y ellos tratan de evitar moverse en esa dirección”.

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‘The Nail’ dijo que aunque los combates son mayormente entre los militares, el miedo y el estrés se ha apoderado de la gente de su país.

Su esposa y sus tres hijos viven actualmente con él en el Sur de California.

En 2019, tras su derrota ante Artur Beterbiev, pasó dos noches en el hospital. En esa pelea ante el ruso-canadiense, cayó en tres ocasiones.

“Recibí muchos castigos en esa pelea y me pidieron que fuera solo para estar seguro que todo estaba bien después de recibir algunos golpes en la parte de atrás de mi cabeza, a pesar que les dije que me sentía bien”, recordó Gvozdyk.

Ocho meses después de esa pelea decidió colgar los guantes y aventurarse para empezar un negocio en su natal Ucrania, pero la escalada de la guerra se interpuso y tuvo que abandonar esa idea.

En 2023, decide volver al cuadrilátero y logra obtener tres victorias en sus tres participaciones. Gvozdyk acredita su regreso al campeón mexicano y la “cara del boxeo”, Saúl Álvarez.

“Él jugó un rol muy importante en mi regreso. Básicamente, la guerra había empezado, yo estaba en shock, viendo las noticias de lo que pasaba en Ucrania, estuve perplejo porque mi idea de negocio se relacionaba con Ucrania y en Ucrania, por lo que estuve mucho tiempo allá durante mi retiro”.

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En una conversación por videollamada con Canelo, el jalisciense lo invitó a ser parte de sus sparrings cuando se preparaba para su pelea contra Dmitry Bivol.

“Le dije que no estaba en mi mejor estado físico y que no quería hacerlo perder su tiempo, pero me dijo ‘mira, solo vamos a aprender, no vamos a pelear’”, dijo Gvozdyk. “Cuando empezamos a hacer los sparrings fue un gran reto, pero para la mitad del campamento le empecé a dar buena resistencia y es lo que me hizo considerar volver al boxeo”.

Entre Benavídez y Gvozdyk hay historia sobre el cuadrilátero, no de manera oficial, sino por una reportada sesión de sparring de hace cinco años que el ucraniano aceptó haber sido una experiencia desfavorable para él.

Sin embargo, él cree que la experiencia con Canelo le podría ayudar a conseguir un resultado que sorprenda a muchos.

“Experiencia, Canelo hace cosas muy diferentes, cosas profesionales, es siempre bueno hacer sparring con alguien como él. También en cuestión de confianza, cuando peleas contra el mejor boxeador libra por libra, que aunque es un poco bajo de estatura, es muy fuerte, te da todo, te da habilidades, concentración, no puedes parpadear porque te puede noquear, incluso cuando haces un sparring con él. Te hace mejor”.

Gvozdyk dijo que durante su sesión de sparring con Benavídez dio todo lo que tenía, aunque “no tenía mucho en ese tiempo”.

Benavídez promete un resultado similar a esa sesión.

“Es un peleador bueno, tiene mucha experiencia, mucha técnica, es un excampeón también, va a ser una pelea difícil, me preparé muy bien”, aseguró Benavídez. “Creo que en esta pelea va a pasar lo que pasó hace cinco años en la sesión de sparring de todos modos. Lo que él traiga, tengo para contrarrestarlo”.

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Algunos analistas sugieren que un enfrentamiento ante Bivol sería más atractivo que un combate contra Canelo, algo que ha pedido Benavídez a los cuatro vientos.

El ‘Monstruo’ aceptó que la división a la que está dando el salto tendrá más combates difíciles.

“Bivol es un peleador de buena calidad y por eso estamos siempre entrenando duro porque se ve que habrá muy buenas peleas en esta división”, dijo Benavídez. “Ganar esta pelea me pone como el contendiente número uno para enfrentar al ganador de Bivol y [Artur] Beterbiev y estamos listos. Me siento bien, este peso es fácil para lograrlo y ya teníamos mucho tiempo que queríamos subir a este peso”.

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