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Cómplice de presos que escaparon de prisión, recibe leve sentencia

Joyce Mitchell makes a court appearance in Plattsburgh, N.Y. on July 28.

Joyce Mitchell makes a court appearance in Plattsburgh, N.Y. on July 28.

(Rob Fountain / Associated Press)
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Una arrepentida trabajadora de una prisión de máxima seguridad que ayudó a escapar a dos prisioneros acusados de asesinato fue sentenciada a siete años el pasado lunes.

Joyce Mitchell lloró y se disculpó cuando fue sentenciada a 2 1/3 a siete años en prisión después de llegar a un arreglo con las autoridades. El juez también decidió poner una audiencia para noviembre para decidir sobre los 120 mil dólares que tiene que pagar en restitución a la corte.

Mitchell entró a la corte en lágrimas y continué llorando en el trascurso de la audiencia que duró 35 minutos. Se disculpó con la comunidad, con sus compañeros y trabajadores federales por los años de de temor y búsqueda que la búsqueda de los prisioneros causaron a todos ellos.

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“Si pudiera arrepentirme para que no pasara lo haría”, le dijo al juez. “Nunca quise que esto pasara”.

Mitchell, de 51 años, se había declarado culpable de proveer herramientas para que Richard Matt y David Sweat escaparan el pasado 6 de junio de una prisión federal.

Los dos evadieron más de mil personas en los bosques del norte de California por tres semanas. Matt fue muerto por un agente fronterizo el 26 de junio. Sweat fue capturado por un trabajador estatal dos días después.

Matt cumplia una sentencia de 25 años a de por vida por haber matado y desmembrado el cuerpo de su ex jefe. Sweat estaba sentenciado de por vida sin derecho a libertad or haber matado a un sheriff en el condado de Broome en el 2002.

Si me pudiera arrepentir y no hacerlo lo haría, nunca quise que esto pasara, dijo.- Joyce Mitchell

Mitchell aceptó haber entablado una amistad don los dos prisioneros mientras trabajaba como una maestra en la prisión. Ella dijo a los investigadores que había aceptado ser la conductora antes de arrepentirse de haber aceptado después de sufrir un ataque de pànico en el último minuto. Los prisioneros fueron forzados a cambiar sus planes de irse a México y en su lugar emprendieron la huida a pie en medio de los bosques.

El juez del Condado de Clinton, Kevin Ryan, le dijo que había cometido un terrible error al ayudar a escapar a los prisioneros y subrayó el caos que había causado en las tres semanas que duró la búsqueda. “La población estaba aterrorizada”, le dijo. “Muchos de ellos tuvieron que abandonar sus casas”.

Mitchell dijo que no había revelado los planes de los prisioneros porque Matt la había amenazado con hacer daño a su familia, especialmente a su esposo, Lyle, el cual también trabajaba en la prisión.

“Tenía miedo del Sr. Matt porque había dicho que mataría a mi esposo y quería saber en donde mi madre y mi hijo vivían”, dijo al juez.

Pero el juex desechó el argumento por haber escondido el complot de las autoridades.

“No es creible”, dijo el juez.

Los oficiales dijeron que los prisioneros usaron herraminetas para escapar de sus celdas y llegar a una calle cercana a la cárcel.

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