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Rubio arremete contra Trump ‘el estafador’ y le apuesta a Virginia para el “supermartes”

Marco Rubio había viajado a Texas días antes. El la foto el precandidato republicano a la Casa Blanca pronuncia un discurso durante un acto electoral celebrado en Dallas, Texas, Estados Unidos, el 26 de febrero del 2016. EFE/Larry W. Smith

Marco Rubio había viajado a Texas días antes. El la foto el precandidato republicano a la Casa Blanca pronuncia un discurso durante un acto electoral celebrado en Dallas, Texas, Estados Unidos, el 26 de febrero del 2016. EFE/Larry W. Smith

(LARRY W. SMITH / EFE)
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El precandidato republicano a la Casa Blanca Marco Rubio ha apostado por el estado de Virginia para exhibir una victoria en el “supermartes”, una cita clave en la que deberá demostrar con votos que es una alternativa real al magnate Donald Trump.

El joven senador reunió ayer a más de 2.000 seguidores en la Universidad Patrick Henry de Purcellville (norte de Virginia), la primera de sus cuatro citas en una jornada maratoniana con mítines en áreas tan diversas como la capital Richmond, Virginia Beach y Roanoke.

“El jueves en el debate decidí que había llegado el momento de desenmascarar a Trump, yo quería hablar de ideas, pero ahora hay que desenmascarar a este estafador de primera fila. Nosotros vamos a unificar el partido y a hacerlo más grande”, dijo hoy Rubio en Purcellville, donde volvió a presentarse como la única esperanza de frenar al magnate.

Para sostener esa idea, Rubio necesita una victoria, y una victoria que sea significativa: si logra vencer a Trump en Virginia, o al menos obtener un buen resultado, podrá argumentar que él es el candidato que puede atraer a votantes de más amplio espectro y recuperar la Casa Blanca para los republicanos.

Virginia, que votó en las dos últimas elecciones por Barack Obama, ha pasado de ser un estado “rojo” (republicano) a “morado” (en disputa), y será clave en las elecciones de este otoño, junto con otros estados bisagra como Florida, el estado de Rubio.

“No podemos ganar la presidencia sin Virginia”, defendieron los políticos del estado que presentaron ayer a Rubio en Purcellville, en el norte de Virginia, un área donde abundan los profesionales muy formados y con alta capacidad adquisitiva.

El último sondeo, de la Universidad Monmouth (Nueva Jersey), da a Trump la victoria en Virginia con el 41 %, seguido de Rubio con el 27 %, en unas primarias en las que los delegados se reparten de manera proporcional.

Rubio tiene más apoyos en el norte de Virginia, vecino de Washington, y en las áreas urbanas y suburbanas del resto del estado, mientras que Trump cuenta con el respaldo de las zonas más rurales y sureñas.

El magnate también hará campaña hoy en Virginia, precisamente en una de esas zonas, en Radford, antes de seguir con sus mítines en estados más al sur e inequívocamente conservadores donde se prevé que gané holgadamente en el “supermartes”.

Entre los seguidores de Rubio, el aparentemente imparable triunfo del magnate causa gran preocupación. Qué hacer si el magnate es el nominado fue la comidilla en la fila de horas para ver a Marco Rubio de cerca.

“Yo apoyaría al que fuera nominado republicano, pero sería muy duro para mí apoyar a Trump. Además, hay muchas cosas sucias de él que todavía no han salido”, dijo Jeff Heitzmann, vecino de Bristow.

Su esposa Toni, ataviada con los colores estadounidenses y una camiseta de Marco Rubio, aseguró “no entender” el éxito de Trump y cree que no le apoyan solo republicanos sino “muchos independientes y demócratas que están frustrados”.

“Yo no puedo dar mi voto a Trump. Él nos haría perder la Cámara y el Senado. Es mejor que gane Hillary y conservemos el Congreso otros seis años”, comentó un joven republicano que prefirió mantener el anonimato.

Entre los primeros de la fila estaba también Jessica, una inmigrante colombiana de 29 años que madrugó este domingo junto a su bebé y su marido, de origen costarricense.

“Muchos hispanos tienen problemas por la inmigración y por eso no le apoyan, pero si comparamos todos los candidatos, es la mejor opción”, comentó esta joven.

Entre las razones que los seguidores dan para apoyar a Rubio están su férrea oposición al aborto, su promesa de reforzar las Fuerzas Armadas, su historia de superación personal como hijo de inmigrantes cubanos y la identificación con sus valores cristianos.

“Me gusta porque su historia me recuerda a la mía. Mi padre también llegó aquí sin dinero. Él es la prueba de que solo en Estados Unidos hay oportunidades para todos”, dijo David Concepción, de origen filipino.

A Mónica Schenerman, de 33 años, le gusta Rubio desde su discurso en la Convención Republicana de 2012 y considera que el hecho de que sea latino es clave para que el partido se acerque a este grupo demográfico, que vota mayoritariamente demócrata.

Sus seguidores definen al joven senador como un candidato más “racional” que Donald Trump y destacan que su historia es la viva imagen del “sueño americano”.

Rubio, que se enfrenta el próximo martes a una prueba de fuego, dejó a sus seguidores de Virginia un recado: “Los amigos no dejan que sus amigos voten a un estafador”. Y una promesa: “Volveré en otoño para ganar Virginia y la Casa Blanca”.

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