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Aseguran que Trump eligió dividir al país por encima de su seguridad

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El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, afirmó que con las nuevas directrices de control migratorio dadas a conocer hoy por la administración del presidente Donald Trump, el mandatario ha elegido “la política de la división por encima de la seguridad del país”.

Según De Blasio, alcalde de una ciudad santuario, el haber endurecido las directrices sobre inmigración muestra el interés de Trump de “separar innecesariamente a las familias y difundir el miedo” en las comunidades inmigrantes.

La administración Trump endureció su política de inmigración luego de que una corte de apelaciones en California rechazara mantener vigente su orden ejecutiva que prohibía la entrada al país de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

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Las nuevas directrices del Gobierno de Trump para las deportaciones de indocumentados incluyen contratar 10.000 nuevos agentes para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y perseguir no sólo los que tengan cargos criminales violentos, si no también aquellos que hayan “abusado” de los beneficios públicos.

También a aquellos indocumentados que, “a juicio de un agente de inmigración, puedan suponer un riesgo para la seguridad pública y seguridad nacional” y no se eximirá a clases o categorías de indocumentados de una potencial aplicación de la ley, como ocurría bajo la pasada administración de Barack Obama.

“Seamos claros: comunidades inmigrantes que viven con miedo bajo estas nuevas reglas tienen menos probabilidades de reportar un crimen o de cooperar con las agencias del orden para hacer nuestras comunidades seguras”, afirmó el alcalde.

De Blasio en las últimas semanas ha dicho que Nueva York seguirá siendo una ciudad de puertas abiertas para inmigrantes y ha puesto a su disposición ayuda legal.

Reiteró además hoy que la ciudad sólo cooperará con las autoridades federales en el caso de inmigrantes que se ha probado son una amenaza para la seguridad pública.

“Lo que no haremos es convertir a nuestros policías en agentes de Inmigración o nuestras cárceles en centros de detención por políticas de deportación que sólo socavan los principios de inclusión que han ayudado a que Nueva York sea la ciudad más segura del país”, sostuvo.

Las nuevas políticas han provocado rechazo en cadena a través del país de políticos, sindicatos y grupos proinmigrantes como la Coalición del Inmigrante de Nueva York, que señaló que la nueva política provee de una agenda para poner en marcha “una visión cruel e injusta” para el país.

La organización indicó además que las deportaciones masivas, como resultado de endurecer las políticas migratorias, separarán familias, destruirán negocios y tendrán un costo para los contribuyentes.

Aseguró asimismo que limita la protección de los niños inmigrantes que llegaron sin un acompañante a este país y reinstala el programa 287 (g) que llevó a un “rampante perfil racial” y a la desconfianza entre policía y comunidades inmigrantes.

El programa 287(g), que se firma entre el Gobierno federal y agencias estatales, permite a las autoridades locales verificar el estatus migratorio de los detenidos y transferirlos a las autoridades migratorias si son indocumentados.

Por su parte, la 32BJ, el mayor sindicato en el país que representa a empleados de mantenimiento de edificios y aeropuertos así como encargados de edificios -un gran número de ellos latinos-, señaló que “la mayoría de los estadounidenses reconocen las contribuciones de los inmigrantes”.

Dijo además que están listos para un sistema que sea humano y efectivo y legalice a quienes viven en las sombras mientras tratan la seguridad fronteriza, la seguridad económica, la competitividad global y el restablecimiento del estado de derecho.

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