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Piden en Texas no abrir albergue de Southwest Key para niños inmigrantes

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EFE

Funcionarios y líderes políticos y religiosos hicieron un llamado hoy en Houston, Texas, para que una empresa privada desista de sus intenciones de abrir un centro de detención de niños separados de sus padres.

El alcalde de Houston, Sylvester Turner, dijo en una conferencia de prensa que solicitará a la empresa privada Southwest Key que abandone sus planes de abrir el local, que albergaría a 240 menores, por tratarse de un método cruel que apoya la separación de familias.

“Si avalamos algo así ahora, un día de estos despertaremos y cuestionaremos nuestra conducta, y diremos ¡hasta dónde hemos llegado! Como sociedad no podemos permitirlo, no podemos rebasar el límite, debemos estar del lado de la unificación familiar”, señaló el alcalde.

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Turner alabó el trabajo que ha venido desarrollando Southwest Key, que opera centros de detención en otros estados, pero especificó que, a pesar de los buenos servicios, existe una política de inmigración perversa “que no merece nuestro amparo”.

Por su parte, la senadora estatal Sylvia García (D), indicó que hará las diligencias necesarias para acudir a cualquiera de las ciudades tejanas donde se planea inaugurar un servicio similar al del centro de detención y oponerse a su funcionamiento.

“Esto no es más que el resultado de las políticas inhumanas y crueles de tolerancia cero propuestas por el presidente Donald Trump, que conlleva a la separación familiar”, criticó la legisladora.

García dijo también que los políticos del estado no deben permitir que la xenofobia, la intolerancia y el odio avancen mientras que el Congreso estatal y federal permanecen “de brazos cruzados”.

El concejal municipal por Houston Robert Gallegos, quien declaró en idioma español ante la prensa, indicó que en ningún momento se le consultó al gobierno de Houston sobre la propuesta de abrir un centro de detenciones en esa ciudad.

“Le hemos hecho saber a Southwest Key que no apoyamos la política ilegal de separar a los niños de sus padres, y no debería ser usado como herramienta de negociación, como lo hace esta Administración”, apuntó Gallegos.

Daniel DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, catalogó a la separación de padres y niños como “un acto irracional” que debe detenerse pronto, por “el bien del núcleo familiar que sostiene nuestra sociedad”.

Entre el 5 de mayo -inicio de las políticas de “tolerancia cero”- y el 9 de junio, un total de 2.235 familias y 4.548 personas han sido separadas por las autoridades en este contexto, de acuerdo con datos oficiales.

De esas personas, 2.342 son niños que han pasado a ser “no acompañados” (según la denominación oficial) y 2.206 adultos, quienes serán procesados por la vía criminal debido al cruce fronterizo.

El Gobierno ha admitido que la separación de los niños de sus familias en la frontera tiene como fin disuadir la inmigración ilegal.

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