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Realizan estudio para encontrar soluciones a la falta de vivienda

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San Diego Union-Tribune

Recientemente funcionarios de San Diego dieron a conocer el primer análisis exhaustivo del inventario de viviendas de la ciudad, un documento largamente esperado que dicen les ayudará a comprender mejor por qué la construcción de viviendas no se mantiene al ritmo del crecimiento de la población.

El informe dice que una serie de reformas regulatorias e iniciativas que el alcalde Kevin Faulconer lanzó hace dos años es motivo de optimismo, pero que muchas de esas nuevas políticas probablemente demoren varios años en tener un impacto significativo en la crisis local de vivienda.

El problema principal, según el informe, es que la producción local de viviendas ha disminuido considerablemente desde los años setenta y ochenta.

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Esa disminución ha llevado a San Diego al lugar 16 entre las 20 ciudades más grandes del país en la proporción de unidades de vivienda por persona, aproximadamente 20 por ciento por detrás de los líderes nacionales Seattle y Atlanta.

La escasez de viviendas ha llevado el precio promedio de las viviendas en la región de hasta 605 mil dólares, un aumento del 8 por ciento desde enero de 2017, dice el informe. Y el alquiler mensual promedio de un apartamento de una habitación ha aumentado por encima de 1500 dólares.

Las reformas encabezadas por el alcalde Faulconer incluyeron la flexibilización de las regulaciones sobre la construcción de viviendas anexas o granny flats, revisiones ambientales optimizadas para muchos proyectos y la aprobación acelerada de proyectos que incluyen viviendas subsidiadas para residentes de bajos ingresos.

El informe dice, sin embargo, que el progreso será lento porque lleva tiempo que los desarrolladores reaccionen y que los proyectos sean aprobados y construidos.

“Las cifras en este informe son un recordatorio aleccionador de la crisis que enfrentamos para construir viviendas y la importancia de rastrear el progreso de las reformas que hemos implementado para impulsar la construcción de nuevas viviendas en los próximos años”, dijo Faulconer. “No se puede cambiar lo que no se mide, por lo que creo que compartir esta información con el público es importante a medida que promovemos la acción cívica sobre la modernización de permisos y las reformas de la vivienda”.

El alcalde prometió producir dichos informes cada año y utilizar la información para ajustar los esfuerzos de la ciudad para estimular la construcción de nuevas viviendas.

Los líderes de la industria de la vivienda elogiaron ese enfoque cuando el informe se presentó en días pasados a la Comisión de Planificación de la ciudad.

“Esta es una herramienta importante para ver qué hemos hecho y hacia dónde tenemos que ir”, dijo Molly Kirkland, vocera de la Asociación de Apartamentos del Condado de San Diego.

Matt Adams, vicepresidente del capítulo local de Building Industry Association, estuvo de acuerdo.

“Es información muy crítica”, dijo. “Tienes que saber dónde estás para descubrir a dónde vas”.

El informe dice que la escasez de viviendas nuevas es una amenaza para la economía local porque las empresas batallan para retener empleados de alta calidad cuando esos empleados no pueden encontrar viviendas asequibles.

Las reformas regulatorias y la economía fuerte han aumentado el número de nuevas unidades de vivienda aprobadas anualmente de 2115 en 2014 a 4459 en 2016 y 5865 en 2017.

El problema, dijo el director de planificación de la ciudad, Mike Hansen, es que la cantidad de nuevos residentes que llegan a la ciudad cada año es típicamente de unos 20 mil.

El número de unidades de vivienda construidas en San Diego en la década de 1970 fue de más de 100 mil, seguidas por alrededor de 90 mil en la década de 1980.

Pero eso bajó drásticamente a aproximadamente 50 mil en cada una de las próximas dos décadas, y se ha desacelerado aún más desde 2010, dice el informe.

“Sería interesante averiguar qué sucedió: ¿fueron las políticas, fue economía, qué fue lo que cambió?”, preguntó Doug Austin de la Comisión de Planificación durante la presentación del informe.

Funcionarios dijeron que no hay un solo factor que puedan señalar para la tendencia a la desaceleración, que aumentó la cantidad de unidades de vivienda de la ciudad con al menos 30 años de antigüedad a más del 75 por ciento.

San Diego también está lejos de construir las 88 mil 100 nuevas unidades de vivienda entre 2010 y 2020 requeridas por un programa de objetivos de vivienda denominado “asignación regional de necesidades de vivienda”.

Con 18 meses restantes, la ciudad ha construido alrededor de 33 mil 159 unidades, o el 38 por ciento, según el informe.

Un esfuerzo de la ciudad para luchar contra esas tendencias y deficiencias es un enfoque reciente en la actualización de los planes de crecimiento para muchos de los vecindarios de San Diego.

La actualización de los planos, que se llaman planes comunitarios, aumenta la cantidad de viviendas que se permite construir allí y alienta a los desarrolladores informándoles sobre los tipos de proyectos que probablemente se aprobarán.

Un ejemplo es Grantville, un área industrial envejecida que se encuentra entre Mission Valley y la universidad San Diego State, donde un nuevo plan comunitario estimuló un desarrollo significativo en los últimos tres años.

Funcionarios de la ciudad dijeron que casi 1000 nuevas unidades de vivienda están en construcción o se han terminado recientemente en Grantville, que fue elegida por los fuertes incrementos en la densidad de viviendas debido a que la línea verde del trolley de San Diego se detiene allí.

El informe encontró que San Diego tiene 527 mil unidades de vivienda en total, 286 mil viviendas unifamiliares y 241 mil apartamentos y condominios.

De esas unidades, 24 mil 172 tienen alquileres o pagos de hipotecas que son más bajos que la tasa de mercado porque se adjuntan subsidios gubernamentales.

Garrick escribe para el U-T.

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