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El Plan de Acción Climática de San Diego avanza lento

San Diego Mayor Kevin Faulconer announced support on Wednesday, Oct. 25, 2018 for a government-run program to that would provide an alternative to San Diego Gas & Electric. The same day, the mayor quietly released a progress report on his Climate Action Plan.
(K.C. Alfred / San Diego Union-Tribune )
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SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

Cuando el alcalde de San Diego, Kevin Faulconer, anunció su apoyo a una alternativa gubernamental distinta a San Diego Gas & Electric, muchos observadores políticos quedaron de alguna manera sorprendidos de que se hubiera tomado esa importante decisión.

Muchos sabían desde hace mucho tiempo que el servicio público privado y su poderosa empresa matriz Sempra Energy, tratarían de evitar, de alguna manera, que el alcalde se pusiera del lado de un pequeño grupo de ambientalistas liderado por la defensora local Nicole Capretz.

Los grupos ecologistas habían argumentado que tener a la ciudad comprando energía para sus residentes bajo la llamada ampliación de opciones comunitarias, (CCA por sus siglas en inglés), era la única manera de cumplir con su objetivo del Plan de Acción Climática de usar 100 por ciento energía limpia para el 2035. Pero durante casi un año el alcalde también consideró permitir que SDG&E diseñara un plan para que la ciudad funcionara con energía renovable.

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“Este es sin duda el cuento de David contra Goliat más impactante de la historia reciente de San Diego”, escribió Rachel Laing en Twitter. La antigua estratega política está casada con el principal portavoz del alcalde Greg Block y ha trabajado para casi todos en la ciudad, desde la Cámara Regional de Comercio de San Diego pasando por Sempra y hasta para el exalcalde Jerry Sanders.

Desde que Faulconer aprobó el Plan de Acción Climática de la ciudad en 2015, repetidamente ha promocionado el progreso del plan con bastante anticipación, afirmando que la ciudad ha hecho movimientos audaces para controlar los gases de efecto invernadero.

“Por mi parte, estoy muy orgulloso del liderazgo de nuestra ciudad en la acción climática y creo que debería ser una fuente de orgullo para todos los habitantes de San Diego”, declaró hace días en un evento de prensa para anunciar su apoyo a la opción comunitaria.

Sin embargo, el mismo día del gran anuncio de Faulconer, su personal también publicó discretamente el informe anual de este año del progreso del plan climático.

El informe muestra que desde que se aprobó el plan en 2015, la ciudad solo ha logrado un progreso marginal en la reducción de los gases de efecto invernadero, gracias en gran parte a las recientes restricciones de California sobre el uso del agua, su estándar de combustibles bajos en carbono y los requisitos para que los servicios públicos con el tiempo compren cada vez más energía renovable.

San Diego Metropolitan Transit System trolley crosses Market Street as it travels along Park Boulevard with newer high-rise housing in the background.
(Howard Lipin / San Diego Union-Tribune)

De hecho, más del 80 por ciento de todas las reducciones de gases de efecto invernadero, previstas para 2020 en el plan climático, provienen de acciones estatales y federales.

El resto de los recortes de emisiones provienen de una pequeña serie de programas locales, como los esfuerzos para impulsar el reciclaje y el compostaje, la expansión del dosel urbano de árboles y sobre todo, el intento de que aumenten los usuarios del transporte público, de las bicicletas y de los que prefieren caminar a conducir.

Según el informe municipal de avance del plan climático del 2018, estos programas se están retrasando considerablemente.

Por ejemplo, el plan climático requiere que aproximadamente el 20 por ciento de usuarios utilice bicicleta, camine o viaje en transporte público para 2020. Hoy en día, ese número es aproximadamente del 12 por ciento, de acuerdo con el reporte. De seguir la trayectoria actual, se estima que la ciudad llegará al 19 por ciento hasta el 2035.

“Hemos pedido un plan maestro de transporte”, dijo Capretz, directora ejecutiva de la Campaña de Acción Climática. “No tenemos idea de cómo vamos a llegar a los objetivos de transporte. Esto no es una prioridad para la ciudad”.

Para complicar más el asunto, la cantidad de pasajeros que utilizan el transporte se ha reducido en general en todo el país, incluyendo San Diego. Y el alcalde tampoco ha entregado un plan maestro de transporte prometido desde hace mucho tiempo, así como millones de dólares para carriles ciclistas en toda la ciudad.

Recientemente, Faulconer reconoció el desafío y la importancia de limitar las emisiones producidas por la conducción de vehículos.

“Vamos a volcar rápidamente nuestra atención hacia el transporte, reconociendo que ese es el próximo gran pendiente que tenemos que abordar y nos aseguraremos de que tengamos un plan y una estrategia para eso” señaló.

La ciudad también pidió que se desvíe el 75 por ciento de todos los residuos sólidos de sus vertederos para 2020, mediante el aumento gradual del reciclaje y la introducción de un programa de compostaje.

En 2015, los sandieguinos enviaron alrededor de 1.6 millones de toneladas de basura al relleno sanitario, desviando aproximadamente el 64 por ciento de la basura total. Con un programa de compostaje aún por introducirse, la ciudad todavía arrojaría alrededor de 1.6 millones de toneladas al relleno sanitario, con una tasa de desviación el año pasado del 66 por ciento, según el informe de avance.

El programa de dosel de árboles todavía no florece, aunque se iniciaron los esfuerzos para catalogar el inventario de árboles de la ciudad.

El plan climático exige que el 15 por ciento de la ciudad esté cubierta de árboles, en comparación con el 13 por ciento actual. Sin embargo, para cumplir con ese objetivo la ciudad tendría que plantar aproximadamente 150 mil árboles. El año pasado se plantaron 307, según el informe de avance.

Mayor Kevin Faulconer releases his Climate Action Plan in 2014 in front of the solar panels atop the City’s Alvarado Water Treatment Plant. Then City Councilman Todd Gloria joined the mayor for a press conference.
(Alejandro Tamayo / San Diego Union-Tribune)

“Nada ha cambiado en realidad”, dijo Anne Fege, presidenta de la Junta Asesora de Bosques Comunitarios. “Tienen poco personal, y estoy trabajando para tratar de asegurarme de que tengamos algunos fondos. Continúa, pero es terriblemente lento. Realmente lento”.

Desde que aprobó el plan climático en 2015, la ciudad ha reducido las emisiones anuales en aproximadamente un 5 por ciento, de aproximadamente 10.8 millones a 10.2 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero.

El informe de avance municipal no describe cuántas de estas reducciones provinieron de programas locales o de estatales y federales, pero reconoce que la mayor parte del trabajo pesado provino de programas fuera de su jurisdicción.

A pesar del limitado progreso, la ciudad ya cumplió sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero hasta el final de su mandato en 2020.

De hecho, la ciudad cumplió con ese punto de referencia antes de que el plan fuera aprobado hace tres años.

Específicamente, el plan requiere una reducción del 15 por ciento en las emisiones climáticas por debajo de los niveles de 2010 para 2020, una medida similar a la meta estatal de reducir las emisiones al nivel de 1990 para 2020.

Cuando se firmó el plan climático, la ciudad ya había experimentado una reducción del 19 por ciento en las emisiones por debajo del punto de referencia de 2010, según los cálculos del documento.

Si bien esto se debe en parte a las estrictas leyes ambientales de California, también fue posible gracias a la inexactitud de las proyecciones de la Asociación de Gobiernos de San Diego que se utilizaron en el plan climático.

Como resultado, la ciudad tomó el crédito por lo que parece ser una reducción masiva en la conducción, mientras que, de hecho, la cantidad de automóviles y camiones en las carreteras aumentó dramáticamente.

El equipo de Faulconer dijo que la ciudad contaba con los mejores datos disponibles en el momento en que adoptó el plan y que los funcionarios de la ciudad no planean modificar la falla contable.

Aun así, esto parece no importarle a Faulconer, alguna vez considerado como un posible candidato republicano para gobernador.

El reciente llamado a la creación de un programa de opción comunitaria podría ayudar a restaurar su imagen como un conservador con conciencia ambiental en la vena del exgobernador Arnold Schwarzenegger. De hecho, Faulconer acompañó recientemente al famoso actor de Hollywood en Los Ángeles para discutir los esfuerzos para combatir el cambio climático, antes de regresar a San Diego para anunciar su apoyo al programa de energía administrado por el gobierno.

“El alcalde Faulconer puso en práctica este plan al adoptarlo, hacer que sea legalmente exigible y mantener a San Diego a la vanguardia del liderazgo en acción climática global”, expresó el asambleísta y exconcejal de la ciudad Todd Gloria en el reciente evento de prensa del alcalde.

Smith escribe para el U-T.

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