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Alerta de salud sobre propagación de paperas en el condado de San Diego

This Feb. 6, 2015, file photo shows a measles, mumps and rubella vaccine on a countertop at a pediatrics clinic in Greenbrae, Calif.
This Feb. 6, 2015, file photo shows a measles, mumps and rubella vaccine on a countertop at a pediatrics clinic in Greenbrae, Calif.
(Eric Risberg / AP)
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SAN DIEGO UNION-TRIBUNE

Un aumento en los casos locales motivó al Departamento de Salud Pública del condado a advertir recientemente a los médicos acerca de la probabilidad de que el virus de las paperas se propague en la comunidad.

De acuerdo con la alerta sanitaria divulgada recientemente en la comunidad médica del condado, en los primeros tres meses de 2019 se diagnosticaron 5 casos de paperas, en comparación con 9 en todo 2018, lo cual sugiere que la enfermedad se está propagando más rápidamente de lo normal.

Emitida hace días por la Agencia de Servicios Humanos y de Salud del condado, la nota médica señala que, además de los casos confirmados, también ha habido un aumento reciente en el número de pacientes con parotitis aguda que es una hinchazón significativa de las glándulas salivales.

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“Algunos de estos casos pueden ser paperas no diagnosticadas”, señala la alerta.

Un análisis de los síntomas de los pacientes en 12 departamentos locales de emergencia encontró que 23 personas han sido diagnosticadas con parotitis este año, en comparación con 2 de estos casos durante el mismo periodo en 2018.

El doctor Eric McDonald, director médico de la Subdivisión de Servicios de Inmunización y Epidemiología del condado, dijo recientemente que el aviso a los médicos tiene como objetivo prevenir un brote, definido técnicamente como varios casos relacionados por factores comunes como contacto cercano o instalaciones compartidas.

“La cantidad de casos de parotitis y paperas que hemos tenido supera lo que cabría esperar, y eso es algo que queremos que conozcan nuestros médicos locales para que puedan aumentar su sensibilidad para identificar y tratar a estos pacientes”, expresó McDonald.

Agregó que en este momento es difícil saber hasta qué punto ya se han propagado las paperas.

Varios otros virus y bacterias, incluido el virus de la gripe, pueden hacer que las glándulas salivales se inflamen y, sin pruebas adicionales es difícil saber si las paperas, o algo más, ha causado un caso de parotitis.

Aunque puede parecer bastante fácil para las enfermeras locales de salud pública simplemente probar los 23 casos de parotitis que ya conocen para determinar si hubo paperas, McDonald dijo que las pruebas son más efectivas de uno a tres días después de que aparece la inflamación. La prueba de más de nueve días después del inicio de los síntomas es generalmente ineficaz, y la mayoría de esos casos ya están fuera del marco efectivo para la prueba.

McDonald agregó que la mayoría de los pacientes con glándulas salivales inflamadas nunca llegan a un departamento de emergencias y que la mejor manera de valorar la propagación de la enfermedad es asegurarse de que los médicos en oficinas privadas y centros de atención de urgencias realicen pruebas de detección de paperas cada vez que se encuentren con parotitis.

“Realmente no sabemos si esta es la punta del iceberg o si solo está siendo causada por otros virus como la gripe, que es mucho más común que las paperas en esta época del año”, señaló McDonald. “Al hacer saber a los médicos que deben realizar la prueba de paperas cada vez que detectan parotitis y que nos informen al respecto, esperamos obtener mejor información”.

En la vacuna MMR la seguna M corresponde a las paperas (mumps en inglés), esta inoculación también protege contra la infección por sarampión y rubéola. El programa de vacunación de rutina del país recomienda una primera dosis entre los 12 y 15 meses de vida y una vacuna de refuerzo alrededor del quinto cumpleaños de un niño.

Esa segunda dosis entró en el programa de vacunación en 1989, cuando los investigadores y los médicos notaron que el componente de las paperas de la vacuna MMR se desvaneció más rápidamente de lo esperado.

“La porción correspondiente a las paperas en la vacuna triple de la MMR se desvanece más rápidamente que las del sarampión o la rubéola”, dijo McDonald.

Según la alerta sanitaria los cinco casos recientes incluyeron a un joven de 26 años que viajó a China, a otra persona de 28 años que visitó la India y a un joven de 19 años cuyo historial de viaje se desconoce. Para un niño de 2 años y otro paciente de 62 años que estaban infectados no hubo evidencia de que hubieran viajado hace poco, lo que llevó a los epidemiólogos a concluir que “se está produciendo cierta exposición local a las paperas, pero se desconoce el alcance de la posible circulación”.

No se disponía de un historial de vacunación para el paciente de 19 años, pero cada uno de los otros cuatro tenía solo una dosis de MMR. De acuerdo con el programa de vacunación de rutina, el niño de 2 años no tendría que recibir un refuerzo sino hasta algunos años más, mientras que el de 62 años habría sido un adulto cuando se agregó la segunda dosis al programa de vacunación. Por su parte, para los jóvenes de 26 y 28 años se desconoce por qué no recibieron sus vacunas de refuerzo, dado que nacieron después de que se recomendó formalmente esa segunda vacunación.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recomiendan que todos los viajeros internacionales se aseguren de que tengan dos dosis, ya que los brotes de paperas y sarampión son más comunes en otros países.

Actualmente, hay brotes de paperas confirmados en Honduras y partes de México y se sospecha, dijo McDonald, que hay en muchos otros países.

Estados Unidos también ha tenido su cuota de brotes de paperas.

Del 1 de enero al 28 de febrero, se reportaron 151 casos de paperas en 30 estados y en el Distrito de Columbia, según los CDC.

Debido a que el virus de las paperas se propaga de manera relativamente fácil de una persona a otra a través del aire, los lugares tales como los dormitorios universitarios, las cárceles y otros lugares donde hay congregación son particularmente propensos al contagio de infecciones.

En 2016 se reportaron casos de paperas en la Universidad de San Diego y en San Diego State University, lo que provocó esfuerzos generalizados de vacunación.

Un estudio de 2017 en The Journal for Nurse Practitioners encontró que el país ha visto un aumento reciente en casos que fue precedido por un aumento similar en 2006.

La coautora del estudio Marilou Shreve, doctora en práctica de enfermería y profesora asistente en la Escuela de Enfermería Elanor Mann de la Universidad de Arkansas, dijo que si bien la vacuna MMR ha sido recientemente objeto de preocupación por el creciente movimiento antivacunas en Estados Unidos, las tasas crecientes de infección de paperas no parecen estar vinculadas a esa tendencia.

En la mayoría de los casos, dijo, los estudiantes universitarios que con frecuencia es la población más infectada han recibido una o ambas de sus vacunas MMR. La explicación prevaleciente para el aumento en el número de casos de paperas, señaló, es que la protección que ofrece la vacuna MMR simplemente continúa decayendo incluso entre aquellos que han recibido una vacuna de refuerzo según lo recomendado.

“La idea es que la segunda dosis no ofrece inmunidad de por vida”, afirmó Shreve. “Podría ser como la difteria y el tétanos, donde se necesita recibir una dosis cada cierto número de años para mantener su inmunidad”.

Los registros de los CDC indican que a fines de la década de los 60 y antes, las paperas causaron aproximadamente dos muertes por cada 10 mil habitantes de Estados Unidos, sin embargo, la tasa de mortalidad asociada a las paperas ha permanecido en cero durante muchos años y ha estado cerca de cero desde la introducción de la vacuna MMR en 1971.

En la mayoría de los casos la infección solo causa inflamación de las glándulas salivales y otros síntomas menores y se cura sin tratamiento dentro de una semana a 10 días. Pero en casos raros, se han informado complicaciones como meningitis, disminución de la fertilidad y pérdida de audición permanente. En casos muy raros, la infección por paperas puede causar la pérdida del embarazo en el tercer trimestre.

Sisson escribe para el U-T.

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