David Koch, el empresario que financió las políticas conservadoras, muere a los 79 años
David Koch, el industrial y libertario que usó su fortuna para transformar la política estadounidense y al mismo tiempo donó más de mil millones de dólares a causas filantrópicas, murió. Tenía 79 años.
La muerte fue confirmada por la portavoz de Koch, Cristyne Nicholas.
Koch, cuyo patrimonio neto de aproximadamente $59 mil millones en el índice de multimillonarios de Bloomberg lo empató con su hermano como la séptima persona más rica del mundo, obtuvo la mayor parte de su riqueza de una participación del 42% en Koch Industries, con sede en Wichita, Kan. Con ingresos de aproximadamente $110 mil millones anuales. Es una de las compañías privadas más grandes del país, y su espectacular crecimiento incluyó la adquisición en 2005 de Georgia Pacific por $21 mil millones.
Durante las últimas dos décadas, Gavin Newsom se encaminó hacia los niveles más altos de la política, hasta llegar a la gubernatura de California.
Residente del Upper East Side de Nueva York y la persona más rica de la ciudad, Koch bromeó una vez que Koch Industries era “la compañía más grande de la que nunca había oído hablar”. El conglomerado tiene intereses que van desde el petróleo y la ganadería hasta la agricultura y la fabricación de componentes eléctricos.
Pero él y Charles Koch, de 83 años, se hicieron más conocidos por impulsar sus puntos de vista que por su perspicacia comercial, inyectando millones a causas y candidatos conservadores. La operación que construyeron incluye más de 700 donantes que proporcionan $100.000 o más al año y un grupo llamado Americans for Prosperity que tiene representación en 35 estados. Rivaliza con el Partido Republicano en su influencia en la agenda conservadora en Estados Unidos.
William Wang, de 55 años, es fundador y director ejecutivo de Vizio, una de las marcas de televisores más vendidas de la nación, que aborda nuevas formas de transmitir televisión.
Los hermanos Koch y otros donantes ricos pudieron expandir su influencia en las elecciones luego de la decisión de 2010 de Ciudadanos Unidos de la Corte Suprema que allanó el camino para el gasto desenfrenado, tanto directa como indirectamente, por parte de grupos externos.
“El legado de David Koch en la escena política estadounidense perdurará en el futuro”, dijo Daniel Schulman, quien escribió “Hijos de Wichita: cómo los hermanos Koch se convirtieron en la dinastía privada más poderosa de Estados Unidos”, publicado en 2014. “Los Koch’s ayudaron a dar lugar a la era del mega-donante, un ciclo de gasto político sin precedentes en la que los individuos ricos, así como las corporaciones, pueden influir en la política como nunca antes. Su legado político es enorme”.
Los estadounidenses enfrentaron el martes un problema profundo que desafía nuestro compromiso con un gobierno democrático y una justicia responsable.
El dinero de Koch incubó una generación de figuras políticas, incluidos el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike Pompeo; Scott Pruitt, el ex administrador de la Agencia de Protección Ambiental; Rick Perry, el secretario de Energía y Scott Walker, el gobernador de Wisconsin.
Sin embargo, todos esos hombres, excepto Walker, trabajaron para el presidente Trump, quien ha cambiado las opiniones de libre mercado que los Kochs han tratado de fomentar dentro del Partido Republicano. Eso ha provocado enfrentamientos con el mandatario, especialmente en materia de política comercial y de inmigración.
Los hermanos no apoyaron a Trump en su campaña de 2016, aunque elogiaron sus esfuerzos por reducir los impuestos y las regulaciones.
Koch fue el candidato a la vicepresidencia del Partido Libertario en 1980. Pero a medida que su salud se fue debilitando, se volvió menos prominente en la operación política de Koch. Charles Koch ha servido como líder filosófico y práctico, mientras que David fue presidente de la fundación que supervisa AFP, su principal órgano político.
En junio de 2018, Charles Koch dijo a los empleados de la compañía que su hermano dejaría los imperios comerciales y políticos debido a problemas de salud. La carta de Charles Koch no proporcionó detalles, aunque señaló que David Koch había anunciado en octubre de 2016 que fue hospitalizado el verano anterior.
“Desafortunadamente, estos problemas no se han resuelto y su salud ha seguido deteriorándose”, decía la carta.
Koch fue diagnosticado con cáncer de próstata hace más de dos décadas. A través de donaciones personales y contribuciones de la Fundación David H. Koch, prometió o contribuyó más de $1 mil millones a la investigación del cáncer, centros médicos, instituciones educativas, instituciones artísticas y culturales, y para ayudar a las organizaciones de política pública, según su biografía oficial.
“Muchos multimillonarios hacen su contribución y su nombre está en la junta directiva, pero no tienen intención de presentarse a las reuniones”, dijo la filántropa de Nueva York Adrienne Arsht. “Él vino a las reuniones. Siempre fue práctico”.
Los hermanos Koch también jugaron un papel decisivo en la política, ayudando a dar forma a la política estatal y federal.
“Al apoyar generosamente a candidatos, organizaciones políticas y grupos de defensa, a menudo a través de donaciones imposibles de rastrear, han llevado la política estadounidense hacia su propia agenda archirconservadora, pro-empresarial, anti-fiscal y anti-reguladora”, aseveró Jane Mayer, quien escribió sobre los hermanos Koch para el New Yorker en junio de 2018.
Los hermanos fueron acreditados por ayudar a suscribir el movimiento del Tea Party de gobierno limitado que facilitó a los republicanos a tomar el control del Congreso en 2010. “Contribuyeron a desatar una insurgencia política que a su vez preparó el escenario para nuestro estado actual de polarización extrema, un resultado que no creo que esperaran o desearan”, dijo Schulman.
Pero David Koch se caracterizó como un liberal social. Era proabortista y apoyaba el matrimonio entre personas del mismo sexo y la investigación con células madre. Además de confundir a los críticos liberales, los hermanos apoyaron los esfuerzos para liberar a los prisioneros no violentos y revisar las sentencias, cambios que argumentaron, reducirían la reincidencia, ahorrarían dinero a los contribuyentes y eliminarían las barreras a las oportunidades.
David Hamilton Koch, cuyo abuelo era un inmigrante holandés, nació el 3 de mayo de 1940 en Wichita, hijo de Fred y Mary Robinson Koch. Su padre, después de ayudar al dictador soviético Joseph Stalin a desarrollar plantas de refinación de petróleo, se convirtió en uno de los primeros partidarios de la sociedad anticomunista John Birch. Ese grupo a menudo estaba en conflicto con el conservadurismo del movimiento que impulsó el surgimiento de figuras como el ex presidente Nixon, por lo que la política de la familia ha sido incómoda durante mucho tiempo en la corriente principal del Partido Republicano.
David y su hermano gemelo, William, eran los más pequeños de cuatro hermanos. David y Charles lucharon con éxito contra Fred y William en la corte por el control de la compañía.
David Koch asistió a la Academia Deerfield en Massachusetts. Luego estudió ingeniería en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, obtuvo una licenciatura en 1962 y una maestría un año después.
En 1996, a los 56 años, se casó con Julia Flesher, ex asistente del diseñador Adolfo. Tuvieron tres hijos: David Jr., Mary y John.
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